Especial
Bad Gyal relata el asqueroso episodio que vivió en Marbella y que fue el origen de su vídeo viral de la cucaracha
Y confiesa cómo se cuida para la gira que tiene por delante
Bad Gyal, el diamante en bruto que se ha pulido y ahora brilla en La Joia, el álbum al que ha dedicado dos años y que ha lanzado este mismo viernes. La noche antes se pasó por El Hormiguero para mostrarnos la versión especial del cd y desvelar algunos detalles de su trabajo, con gira incluida.
No ha dudado en comentar algunas curiosidades de su preparación para esos conciertos que incluyen no comer pan y queso, que son dos de las cosas que más le gustan.
“Me siento mejor cuando no como ciertos alimentos, me siento con más energía, menos cansada. Para prepararme para los shows estoy en bastante entrenamiento, voy mucho al gimnasio y trato de estar fit, de definirme y sacar músculo porque, al final, lo necesito. Hago los shows en tacones y, sobre todo, las piernas, las rodillas, los tobillos, toda la musculatura tiene que estar fuerte para aguantar todo el tour”, explicaba.
Además, confesaba que ha rebajado uno de sus vicios, el de fumar. Admitía que puede ser que le tuviera que dar un 10% del crédito de su música a los porros, pero que ahora había muchos momentos en los que prefería estar lúcida.
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Momento cucaracha
También habló de una de sus fobias que provocó un vídeo viral en el que podíamos verla en medio de un concierto quejarse de una cucarachaque había sobre el escenario. Su reacción venía motivada por unos antecedentes que no dudó en compartir.
“Yo estaba en Marbella con mis amigas y alquilamos una casa que, en teoría, era super guay y cuando llegamos empezamos a descubrir que no estaba todo tan bien”, contaba sobre una experiencia con los insectos anterior a la cucaracha.
Ocurrió algo que la dejó traumatizada: “Estaba duchándome, tranquila, lavándome la cabeza, con los ojos cerrados y, de pronto, noté algo en mi ombligo”. Era una cucaracha enorme que la hizo gritar y alterar a sus amigas que pensaban que la estaban robando o algo así. Por eso no le hizo gracia encontrarse otra en su concierto de Murcia.
Nada que ver, sin embargo, con este momento que relató sobre el día que estaba en un estudio de grabación de Miami y entraron varios policías que la apuntaron a la cabeza con ametralladoras. O cuando a punto estuvieron de no dejarla coger un avión en París porque pensaban que estaba borracha.
Sin duda, tiene historias que contar.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...