Ana Pastor se moja en 'Insoportables Cotidianos': ''La sociedad premia a los políticos que suben la temperatura, a mí esos no me gustan"

¿Qué le puede llegar a irritar a un periodista? En el caso de Ana Pastor, no hace falta preguntárselo más. La periodista ha visitado Insoportables Cotidianos, el podcast de LOS40 presentado por Mario Boss para charlar sobre aquellas cosas que no soporta.

Una de ellas, son las interrupciones. Precisamente, algo de lo ella también peca, especialmente cuando sus entrevistados se van por las ramas y desvarían con tal de no contestar a la pregunta que les hace. "Yo suelo practicarlo con los políticos que no responden [...], porque no quiero —ya no perder yo el tiempo, que tampoco— que la gente que está viendo la entrevista pierda el tiempo, que muy precioso", aclara.

Y es que, entre la lista de personajes de la sociedad con los que Pastor ha tenido la gran oportunidad de charlar, se hallan figuras políticas de primer nivel. "Personalmente, yo valoro mucho que den la cara [...]. Hay de todo los colores. Has mencionado a uno de ellos: por ejemplo, Zapatero es de los que siempre da la cara aunque reciba y eso marcado su estilo de hacer política yo creo. Por decirte de otro partido político, Artur Más, y encima en varios idiomas. Así que, hay políticos que cuando dan la cara crecen. Los que se esconden, me gustan menos", afirma.

Otro tipo de personas que no le gustan son los que busca tensar las situaciones. "La sociedad a veces premia a los políticos que suben la temperatura, que crispan mucho más y encabronan a la gente. Y esos, por lo general, no me gustan. No me gusta la gente que está jugando al límite, porque eso luego salta a las calles, a las conversaciones familiares y a todo. Y deberíamos estar comprometidos —incluyo a la prensa— en que eso bajara un poquito".

La falta de educación, el insoportable cotidiano de Ana Pastor

La presentadora de formatos como El Objetivo o ¿Dónde estabas entonces? también ha querido hablar del odio irracional, llegando a actitudes especialmente agresivas, con las que pierden totalmente las formas. "En mi caso, hay gente a la que incluso detesto, pero a la que no se me ocurriría insultarla. ¿Por qué hay que insultar a gente que no te guste? En su lugar, no le mires, no le hagas caso, prescinde de él...

Con la mala educación, llegan los comentarios voraces y las faltas de respeto en redes sociales. "Entiendo que yo no te guste, pero no me sigas", incide. "[El odio en redes sociales] ha ido a peor en los últimos años. Cuando empecé podías tener conversaciones y antes tenías un campo de juego un poco más amplio y más limpio, ahora limito el alcance de las respuestas únicamente a personas que sigo [...], porque he recibido amenazas, insultos y sufrido accidentes graves en la calle". Y, al contrario de lo que hacen muchos amigos, "nunca he bloqueado a nadie", afirma.