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Sinéad O'Connor abucheada y sometida al escarnio público por denunciar la verdad
Cuando salió del escenario rompió a llorar, desconsolada. Solo recibió el reconfortante abrazo de Kris Kristofferson
Octubre de 1992. Mirando fijamente a la cámara, en directo, ante millones de espectadores, Sinéad O’Connor se la jugó. Denunció el encubrimiento de los casos de pederastia dentro de la Iglesia Católica. Lo hizo con un gesto simbólico, rompiendo en pedazos una foto del Papa Juan Pablo II. Provocó un escándalo de dimensiones colosales y una oleada de despiadadas críticas por parte de todos los medios… y del público. Pocos días después del incidente, en un concierto homenaje a Bob Dylan, recibió la hostilidad de un Madison Square Garden abarrotado que no paraba de abuchearla. Tuvo que abandonar el escenario sin cantar. No le dieron la oportunidad. Fue un castigo desproporcionado y despiadado. Sinéad O’Connor tenía razón. Ella nunca se arrepintió.
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Madonna se subió al carro de los reproches: “Creo que hay una forma mejor de manifestar tu desaprobación que hacer pedazos una imagen que significa mucho para otras personas”, declaró en Irish Times. Un ofendido Frank Sinatra también lo hizo: “Es una gran estúpida… le daría una patada en el trasero si fuera un chico”, dijo en medio de un show en Nueva Jersey. El escándalo – que hoy es historia de televisión norteamericana - se había desatado el 3 de Octubre de 1992, en el programa ‘Saturday Night Live’. Después de que O’Connor hiciera una versión a capella de la canción protesta de Bob Marley, ‘War’, rompió la foto del Papa y lanzó el mensaje: “Lucha contra el verdadero enemigo”
Después explicó que ese gesto simbólico era una protesta contra los abusos sexuales infantiles en la Iglesia Católica. Entonces, nadie parecía creerla. Tuvo que enfrentarse a la reacción inmediata de condena masiva. La NBC le prohibió de por vida su aparición en el ‘late night’. Ya cuando salió del estudio, dos jóvenes la persiguieron por la calle lanzándola huevos. Trece días después siguió el lanzamiento. Pero esta vez de abucheos por parte de buena parte del público (unas 20.000 personas) que abarrotaba el Madison Square Garden de Nueva York
No hubo piedad para la joven estrella irlandesa aquella noche del 16 de Octubre de 1992, en la que Bob Dylan recibía el homenaje de sus compañeros de profesión por los 30 años transcurridos desde debut. Eric Clapton, George Harrison, Pearl Jam, Stevie Wonder, Neil Young, Kris Kristofferson … o Sinéad O’Connor. Los invitados fueron saliendo y cantando temas del genio de Minnesota. A ella le correspondía versionar 'I believe in you' (del álbum 'Slow train coming' de 1979) y la había estado ensayando.
Cuando llegó el momento, Kris Kristofferson hizo de maestro de ceremonias y anunció: “Me siento verdaderamente orgulloso de presentar a la siguiente artista cuyo nombre es sinónimo de coraje e integridad. Damas y caballeros, Sinéad O’Connor”. Al instante, los abucheos resonaron en el recinto. También hubo ovaciones y aplausos… pero menos. La cantante esperó pacientemente a que la intensa lluvia de protestas escampara. Cuando parecía que remitía un poco, su banda empezó a tocar tímidamente. Pero los fans de Dylan embistieron con más intensidad. Kristofferson apareció por allí y le susurró algunas palabras de ánimo. Ella estaba visiblemente entristecida.
Llegó un punto en el que O’Connor pidió a su banda que parara, se acercó al micrófono y empezó a cantar 'War' a capella (al igual que había hecho en SNL dos semanas antes). Cuando terminó, se dio la vuelta y se fue hacia el backstage. Rota en lágrimas y absolutamente desconsolada, recibió el abrazo, el cariño y las palabras de ánimo de Kris Kristofferson. Al final del evento, salieron todos a cantar. Sinéad sacó fuerzas y volvió a enfrentarse a ese público hostil. Sophie B. Hawkins estaba a su lado y lo recordaba en su Twitter-X: "Estaba incómoda y desafiante, despreciada otra vez por el público que no quería que estuviera allí. La rodeé con mi brazo, protectora. No parecía necesitar mi apoyo... era, obviamente, una Juana de Arco”.
Y resultó que Sinéad tenía razón al denunciar los escándalos de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica. Desde entonces, estos hechos se han verificado con asiduidad. Durante décadas, se han sumado miles de demandas civiles contra la iglesia en todo el mundo. La artista pagó un precio desproporcionado y excesivo por su gesto. La forma en la que se la trató fue terrible. No acabó con su carrera, pero es innegable que la dañó considerablemente. Ella no se arrepintió nunca de su actuación. En su libro de memorias de 2021, ‘Rememberings: Scenes from my Complicated Life’, además de recordar la oleada de maltrato que recibió, escribía: “Mucha gente dice o piensa que romper la foto del papa destruyó mi carrera. No es así como yo lo siento. Siento que tener un disco número uno es lo que destruyó mi carrera y romper la foto me devolvió al camino correcto. Yo no había nacido para ser una estrella del pop. Tienes que ser una buena chica para eso. No ser demasiado problemática”.
El incidente de los abucheos se editó del álbum en directo original ‘The 30th Anniversary Concert Celebration’, publicado en 1993. Pero en una versión remasterizada de 2014, se puede escuchar a O’Connor cantando ‘I believe in you’. La grabación procede de los ensayos y las pruebas de sonido. Su interpretación es de una gran belleza. Es lo que se perdió esa noche el público del Madison cuando no le dio a Sinéad la oportunidad de cantar… y ya no habrá más.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop