La temperatura de los océanos bate un nuevo récord
A nivel superficial, las masas oceánicas del planeta marcaron una media de 21,2º el pasado 9 de febrero.
A menudo, los efectos del cambio climático se hacen notar en las temperaturas que registran los termómetros, como el inusual calor que hemos vivido durante varias semanas este invierno. Pero cuando hablamos de calentamiento global, una pieza clave del puzzle hay que buscarla en los océanos y los cambios que están experimentando. No en vano, cerca del 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua. Lo que pasa en el mar afecta a todo.
Al prestar atención a ese factor, los datos parecen preocupantes. El pasado viernes 9 de febrero, la media global de la temperatura superficial oceánica batió un nuevo récord: 21.2ºC. Algo nunca antes visto y que ha hecho sonar todas las alarmas entre la comunidad científica.
En algunas zonas del Atlántico norte la anomalía fue especialmente acusada
Las diferencias de temperatura no fueron igual en todos los mares y océanos del planeta. En algunas zonas del Atlántico norte la anomalía fue especialmente acusada, con diferencias de entre +3ºC y +4ºC. En esos casos se puede hablar de auténticas olas de calor marinas.
La noticia no es nueva. El pasado mes de abril de 2023, muchos medios de comunicación ya contaron que se había superado un récord: el de los 21,1º de promedio, algo que volvió a producirse en agosto del mismo año, tal y como te contamos en El Eco de LOS40. Este 2024 sin embargo, el hecho de que se produzca en el mes de febrero resulta aún más preocupante y anómalo: los expertos consideran más que probable que, a medida que avance el año y nos acerquemos al verano del hemisferio norte, se vuelvan a batir todos los registros.
Cambios en la biodiversidad, climas extremos...
La pregunta que se hacen muchos es, ¿en qué se traduce este incremento de la temperatura del agua? Las consecuencias son muy variadas. De entrada, afectan directamente a la biodiversidad: algunas comunidades marinas están sufriendo un proceso de tropicalización, lo que se traduce en la presencia de especies invasoras que desplazan a las autóctonas. El hecho de que el agua esté más caliente también supone que desaparezcan algunas especies vegetales como las algas y afecta directamente a los corales.
Pero los efectos de este calentamiento marino global pueden ser mucho más visibles. Cuando el mar cambia su temperatura de manera tan drástica, cambia también la dinámica atmosférica, lo que se traduce en un mayor riesgo de que se produzcan eventos meteorológicos extremos. Entre ellos, inundaciones, olas de calor o sequías como la que actualmente padece buena parte de España.