Magdala no sabe cómo reaccionar al descubrir que su cita en ‘First Dates’ sigue siendo virgen con 62 años
Una cita muy peculiar con muchos puntos en común y un escollo insalvable
First Dates ha celebrado su gala de San Valentín y nos ha vuelto a sorprender con historias inesperadas. Una de ellas es la de Carlos y Magdala. Ambos tienen algo en común, su fe en Dios, aunque la viven de distinta manera.
Él la ha recibido a ella cantando una saeta y parece que no ha sido un mal comienzo. A él, los ojos de ella, le recordaban a un primer amor y le han gustado mucho, igual que sus pendientes de corazón.
La película favorita de él es Sonrisas y lágrimas y ha reconocido que ella se daba un aire a la protagonista y Magdala no ha dudado en reconocer que no es la primera vez que le dicen que se parece a Julie Andrews.
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Conexión religiosa
Esa religiosidad con la que han conectado ambos les ha llevado a bendecir la mesa antes de ponerse a cenar. Uno de los apellidos de Magdala es Corona, y, precisamente, él ha llevado dos coronas a su cita, con el fin de poder coronar a la reina de su reino.
Carlos Sobera le ha llevado una guitarra en mitad de la cena y él no ha dudado en cantarle algo a su cita que parecía encantada, a ambos la música les parece algo esencial. “La música te libera de pensamientos negativos”, aseguraba ella.
Todo coincidencias y similitudes, hasta que ha llegado el punto que realmente les diferencia: el sexo. Él le preguntaba si le gustaría tener hijos y ella ha respondido que ya no. “Tener un hijo con 58 años, no”, admitía. Y él insistía que Dios podría hacer un milagro, aunque tampoco descartaba la posibilidad de adoptar.
“Tengo ganas de vivir, Carlos”, aseguraba ella. “Aunque ella no quiera tener hijos, yo quiero estar con ella, ya se verá después”, decía Carlos ante las cámaras.
Virgen
Cuando ella le preguntaba si él tenía hijos, él confesaba que siempre ha querido tenerlos, pero que es virgen. “Quería reservarlo para tener un niño con eso. Lo que procuro es la castidad porque creo que ayuda mucho a la felicidad, a mí, particularmente, me da alegría”, explicaba.
Y claro, la cara de Magdala era un poema. “No sé cómo encajar eso, obviamente, me echa para atrás”, reconocía.
Él no entendía su reacción, “te has quedado como si no hubieses oído eso antes”. “No, para mí el sexo sí es importante. Le doy mucha importancia al sexo, la ternura, el abrazo… lo de la castidad, me has dejado…”, admitía.
Luego, antes las cámaras, explicaba que le había costado reaccionar, “y creo que todavía no he reaccionado”.
Carlos explicaba que concibe el sexo como el vehículo para tener hijos y no descarta practicarlo, pero siempre siguiendo un orden “enamorarme, casarme y luego intentar tener hijos”.
Como era de esperar, aunque Carlos estaba deseando volver a pasar otro Día de los Enamorados con su cita, ella le ha dicho que no habían congeniado en ciertos temas y que no quería repetir. “Siempre serás mi reina”, le decía él como despedida.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...