'Operación Triunfo' como reflejo social: así han cambiado los concursantes, jueces y profesores desde 2001 hasta ahora (y nosotros con ellos)
Analizamos cómo los concursantes de cada edición han sido una muestra de los jóvenes de su época: en cuanto a idiomas, vestuario, luchas feministas y LGTBI, entre otros aspectos
El 22 de octubre de 2001 se estrenó la primera edición de Operación Triunfo convirtiéndose en el escaparate televisivo de toda una generación de jóvenes que mostraban su forma de luchar por un sueño: el de convertirse en cantante.
23 años después, los concursantes del talent continúan ejerciendo de muestra perfecta de sus coetáneos. No de todos, claro, solo de los que están dispuestos a esforzarse por lograr un objetivo en la vida. En eso coinciden tanto los primeros participantes como los actuales, pero hay muchas otras características en las que no.
Si nos pusiéramos a revisar lo que ocurría en la Academia de David Bisbal, Rosa, Chenoa y Bustamante nos sorprenderían muchas actitudes, conocimientos y decisiones que ahora ya no ocurren. Porque los tiempos han cambiado, porque hemos evolucionado (e involucionado en otros aspectos) y ¿quién mejor para demostrarlo que esos prototipos ejemplares que han sido los 'triunfitos'?
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A continuación comparamos lo que ocurría entre los jóvenes de principios de los 2000 y los de estos años 20:
El inglés (y los temas que se cantaban)
Si hay una diferencia notoria entre los primeros triunfitos y los actuales ese es el nivel de inglés con el que son capaces de cantar sus temas. Quedó en nuestra memoria colectiva los problemas de pronunciación de Bisbal en la Academia cuando le tocó cantar aquel When a mes loves a women.
Pero no era el único, Rosa o Bustamante lo pasaron fatal cuando les tocaron letras en el citado idioma y la mayoría de concursantes temblaron al escuchar que tenían que hacerles pruebas de inglés. Una dificultad con el inglés que era extrapolable a la mayoría de la juventud de aquellos años.
Sin embargo, esa carencia ha cambiado muchísimo con el paso del tiempo. En la educación se pusieron las pilas con el inglés y los padres también apostaron por esa asignatura como indispensable. ¿El resultado? Que los jóvenes de la actualidad lo hablan casi mejor que el castellano.
Así, tanto Martin, Lucas, Ruslana, Naiara, Juanjo y Paul Thin - como el resto de concursantes de OT 2023- se mostraban encantados con cada tema anglosajón que les tocaba.
Algo que ha permitido que la variedad de temas musicales sea mucho mayor que en las primeras ediciones. O, como mínimo, no exista ya esa barrera del idioma.
La evolución de las coreografías y del estilismo
Otra de las asignaturas pendientes que mostraban los primeros triunfitos eran las coreografías básicas que hacían en cada gala. Si había que tener en cuenta que tenían delante a jovencísimos cantantes que estaban empezando a controlar su voz, lo del baile era una complicación que se sumaba y que preferían dejar en segundo plano.
Algunas de las primeras coreografías, algo más trabajadas, las hizo Edurne en 2005:
Pero poco o nada tienen que ver ahora con los bailes que se pegan los 'triunfitos' de la actualidad. Que con la misma edad que sus antecesores, y la misma complejidad a la hora de cantar y bailar, se enfrentan a retos mucho mayores.
Veamos la coreo que se marcó Nia en la quinta gala de OT 2020 al grito de Run the world:
Una evolución que también se plasma a la perfección en el vestuario de todos ellos. Así nos lo contó Verónica Febrero - la jefa de estilismo de OT 2023- que nos relató cómo el género de las canciones y el estilo de cada concursante marca sus looks en cada gala. Pero, sobre todo, la coreografía que tienen marcada.
Universo LGTBI y feminismo
Si nos ponemos las "gafas" de la actualidad y miramos al pasado, al meternos en la Academia de 2001 o 2002 nos llamaría la atención que se hablara poco (o nada) del universo LGTBI y que todas las parejas que salieran de ella fueran heteronormativas.
No solo eso, si no que en las conversaciones que mantenían o las preocupaciones que trasladaban tocaban muy pocos temas reivindicativos.
Mientras que los intereses amorosos de los actuales triunfitos son mucho más diversos. Así como también ponen en duda y tienen la capacidad crítica de debatir sobre letras de canciones.
Fueron famosos los debates de Miki Nuñez y María Escarmiento con los profesores de OT 2018 sobre el tema de Mecano que les tocó 'Quédate en Madrid' y que contenía la palabra "mariconez":
No solo eso, si no que sus conversaciones también incluyen al universo LGTBI, así como están preocupados por la igualdad y tanto chicos como chicas tienen muy arraigado el feminismo.
Fueron muy aplaudidas las conversaciones entre Amaia y Alfred (OT 2017) en las que hablaban de lo "patriarcal" de la depilación femenina, de la libertad de elección en la maternidad y otros temas diarios que afectan a las mujeres en un mundo de privilegios masculinos.
El trato de jueces y los profesores
Pero OT no solo es un reflejo de nuestros jóvenes, también lo es de la sociedad en general. Y muestra de ello son los jueces y profesores. Igual que nuestros padres cuentan que en sus años de escuela recibían castigos que ahora serían impensables, en la Academia también se sufrieron situaciones humillantes hacia los concursantes que en la actualidad serían totalmente censuradas.
Hace pocos días se volvía a hacer viral, por ejemplo, la bronca de Nina a Vega (OT 2) que sobrepasó límites denigrantes:
Pero eso se queda en un juego de niños si recordamos las múltiples humillaciones por las que tuvieron que pasar todos los concursantes que se toparon con Risto Mejide en el jurado.
Una figura que daba audiencia, por eso mismo: por avergonzar y denigrar a los jóvenes inseguros que tenía delante con su futuro en las manos. Pero en la actualidad, esa misma audiencia sancionaría hasta a la directiva del programa si lo permitiera:
Chenoa como presentadora
El colofón final de esta evolución vivida por los concursantes de Operación Triunfo la protagoniza Chenoa. La que fuera una de las participantes más famosas de la primera edición, que continuó cantando, ejerciendo de jurado en otros talents y ha acabado presentando el mismo programa que la lanzó al estrellato.
Por lo que también el formato ha crecido, apostando por una maestra de ceremonias que no fuera una presentadora al uso, si no que entendiera y empatizara con todas y cada una de las figuras que están frente a la cámara.
Paula Hergar
Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí creyendo que vivía en una serie de televisión y todo...