Eurovisión podría expulsar a Israel por el contenido de su canción
El Festival se encuentra en una encruzijada después de lo que permitió a Ucrania hace un par de años
Suecia acoge el Festival de Eurovisión 2024 / SOPA Images
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La UER, ente organizador del festival de Eurovisión, se está encontrando en una encruzijada de la que le va a costar salir sin recibir miles de críticas de uno u otro lado. Porque después de todas las decisiones que tomó con la participación de Ucrania y su canción con claras referencias políticas y la exclusión de Rusia del evento, su particular 'vara de medir' se le ha vuelto en contra en el conflicto entre Israel y Palestina.
Desde hace semanas está recibiendo muchas peticiones de artistas de países como Islandia, Finlandia o Suecia, anfitrión del evento de este año, que piden la exclusión del país israelí del certamen. Hace apenas unos días artistas de EE UU y Reino Unido en su mayoría judíos reclamaban a Eurovisión hacer caso omiso de esas peticiones.
Pero la situación ha dado otro giro de 180 grados cuando Israel ha confirmado a su candidata y a su canción para el festival de la canción. Un tema con claras referencias políticas a los atentados que sufrió el país el pasado mes de octubre y que desencadenaron la guerra que ha acabado con la vida de miles de palestinos.
La radiotelevisión pública hebrea ha asegurado que la canción "debe mostrar al mundo que estamos aquí para permanecer" y que October rain debe "reflejar la situación". Algo que contradice las normas básicas de Eurovisión sobre el contenido político en el evento musical.
El Festival de Eurovisión aún no ha tomado una decisión definitiva pero Israel ya se ha puesto al venda antes de la herida: "No cambiaremos la letra ni la canción, incluso a costa de que Israel no participe en Eurovisión este año".
Hay que recordar que Kalush Orchestra participó en Eurovisión 2022 con Stefania, una canción con claras referencias políticas a la guerra contra Rusia. En ese momento, el festival de la canción no intervino y de hecho Ucrania ganó en una edición claramente condicionada por la opinión pública.
Ahora la pelota está en el tejado de la UER (Unión Europea de Radiodifusión) que tendrá que decidir si excluye o no a Israel en un momento en el que la opinión pública está tan dividida. El festival siempre a asegurado que su espíritu es el de la unión, algo que no parece que se vaya a vivir en esta edición.
