Especial
Zetazen sigue probando cosas nuevas: “Constantemente hay que estar cuestionándose si eres gilipollas o no”
Publica su primer poemario y hablamos con él de fenómenos como OT, Benidorm Fest o Taylor Swift
Rubén Esteban, más conocido como Zetazen es uno de esos artistas de la escena independiente que ha ido, año a año, creciendo y formando una base de seguidores fiel que se identifican con esa música que procede del rap underground para acercarse al pop y otros estilos para transmitir lo que sienten. Porque su música es eso, una buena dosis de alma y autenticidad, parámetros que rigen su vida.
Ahora, además, ha publicado su primer poemario, Manos frías, que nos ayudan a completar esa faceta de músico y nos permite adentrarnos en él para conocer los recovecos de una cabeza que está siempre en constante funcionamiento para ofrecer su mejor versión.
Le han bastado unos días para alcanzar la tercera edición y ocupar los primeros rankings de libros más vendidos.
Tercera edición en unos días, y luego dicen que la gente no lee poesía.
Eso parece. Está siendo como extraño, en el buen sentido. Con la música, uno va teniendo experiencia y expectativas y pone las miras en un punto, pero con el libro, como en todo lo que eres primerizo, sin ninguna expectativa. No sé qué tipo de rankings tienen. No tenía una vara de medir el éxito de un libro. Está teniendo muy buena acogida y estoy como un niño pequeño abriendo puertas por primera vez.
El segundo más vendido del género, solo por detrás de Gloria Fuertes… pero claro, es Gloria Fuertes…
Y por delante de García Lorca, que era como… mis respetos.
Dicen Residente que ‘Las letras ya no importan’, o por lo menos ha llamado así a su nuevo trabajo. Tú, ¿cómo lo ves?
Tal y como funciona ahora la sociedad en todos los formatos, creo que va todo muy rápido. Solo por cómo funcionan los algoritmos de las redes nos da una pista de que nuestra atención está hecha polvo. Me considero un poco la resistencia junto a unos pocos. El público que he ido formando con los años es muy fiel y percibo que es por el contenido, por las letras. La gente que se queda en lo que yo hago es porque ha tenido un ratito de pararse y conservar esa atención en lo que trato de decir. Considero que tanto en la música como ahora con el libro, hago un contenido de absorción lenta, tienes que tener un rato contigo para que te cale de verdad y te llegue la intención con la que lo hago. Ahora todo es muy rápido, tiene muchos colores. La dopamina que liberamos la hacemos a un precio muy barato y conozco muy poca gente que lee libros. Pero yo confío en que las letras perduran y que en la música hay mucha gente que sigue a los artistas por las letras.
“Cuando hay algo que decir, el silencio es una mentira”, está claro que tú de mentiroso nada. ¿De dónde nace esa necesidad de compartir?
Este libro es como el espacio en el que no hay convencionalismos. Está escrito a altas horas de la madrugada cuando me voy a acostar que tienes la cabeza entre la vigilia y el sueño, que suele ser el momento más creativo, o nada más levantarme muy temprano. Es el momento en el que no has entrado o terminaste ya con los convencionalismos de estar con la gente, de estar en la oficina, todo lo superficial y es en ese nivel en el que no te vas a mentir a ti mismo. La gente habla el idioma de la verdad antes de acostarse y el libro está escrito en ese plano todo el rato y ahí me vino esa frase.
Antes de hablar de música, vamos a hablar de tu primer poemario, un trabajo de muchos años, ¿no?
Lleva escribiendo el libro muchos años, muy despacio. Escribía con la idea de que un día juntaría todo eso le daría un sentido y una consistencia como para que fuera un libro. Me escribió una editorial, Martínez Roca, con la idea de escribir un libro y les dije que ya lo estaba haciendo, pero muy despacio. Eso fue hace tres años y han esperado con paciencia.
¿Haces música para los demás y haces poesía para ti?
Podría ser de alguna manera. Yo al hacer música, escribo también. Ese primer proceso de la escritura de las canciones lo hago para mí. Cuando lo he intentado hacer mega comercial, no me sale. Así que sí, escribo para mí.
O sea, que no te consideras un artista comercial.
Tengo música comercial y sé los códigos de cómo hacer una canción comercial y tengo canciones que sé que van a funcionar porque son comerciales y unas veces funcionan y otras no. Para algunos artistas comerciales soy muy vanguardia y para los super puristas, soy muy comercial. No está en mi control.
Dicen que ‘manos frías… corazón caliente’, parece tu caso.
Me han dicho mucho esa frase a raíz del libro, pero no lo había pensado al poner el título. El concepto de Manos frías viene de que a mí toda la vida, y me sigue pasando, cuando entro en un estado de alerta extremo y me siento creativo, tengo una inspiración, las manos y la nariz se me ponen muy, muy frías. Tengo la idea de que cuando se me ponen las manos frías, se me están viniendo ideas.
¿Postulándote para hombre del tiempo: escharcha, bruma, deshielo?
Si me tienen que llamar un día para dar el tiempo, yo voy. Cuando tenía el material, el título y el concepto, me senté a ver como lo ordenaba. Había cosas que yo escribí cuando tenía 18 años y otras que he escrito hace unos meses. Si lo llego a hacer cronológico, se hubiera notado mucho el cambio de estilo. Lo tenía que hacer atemporal y mezclarlo y los ordené por estado mental y lo separé así. Escarcha es más oscuro, más denso. La bruma es el momento en el que estás tomando acción para un cambio en el que estás fuera de tu zona de confort, no tienes la respuesta y estás buscando el camino. Y en deshielo metí todos los poemas que considero que tienen más luz porque es un período más de renovación.
Leyendo los poemas uno se da cuenta de que hay un trabajo de autoconocimiento muy grande, ¿lo has hecho tú solo o con ayuda?
Hasta el día de hoy, seguramente este año cambie, nunca he contado con apoyo profesional, pero la psicología me apasiona. Tengo la carrera a medias, la pausé por la música porque tenía que tirarme al vacío. Pero me encanta leer, y curioseo y escucho muchos podcasts sobre estos temas. Hay una curiosidad y creo que inconscientemente, el haber tenido una figura pública durante muchos años, me ha dado una responsabilidad que me he autoimpuesto de tener cuidado con lo que digo. He sido muy consciente y me ha preocupado, en ocasiones más de la cuenta y me ha podido cortar creativamente. Hago mucho trabajo de introspección que se ve reflejado en el libro, pero que nadie lo tome como un libro de autoayuda, pero sé que hay mucho bagaje detrás.
También de auto aceptación que creo que es el mejor mensaje que se puede enviar. ¿Hay algo que todavía no te guste de ti?
Ese camino es constante. Tengo la sensación de que a partir de cierta edad cerramos las puertas y decimos, ‘yo soy así’, una frase terrible. Constantemente hay que estar cuestionándose si eres gilipollas o no. Espero tener ese nervio toda la vida. Hay gente que, aunque ya sepa perfectamente quién es y tenga su personalidad consolidada, ve las nuevas tendencias y las nuevas generaciones y tiene el nervio de escuchar y se fascina todavía.
El alma es muy importante para ti, de hecho, hay mucha espiritualidad en tus poemas, ¿pero tienes claro qué es eso del alma?
Me viene de los inicios de mis inicios. La primera canción que grabé, que ni siquiera saqué, cuando tenía 15 años, con un micrófono del Sing Star de la PlayStation que le cogí a mi hermano, se llamaba Música y alma. ¿Por qué? No lo sé, yo creo que mi alma sabía ya el futuro. Todo ese lenguaje y ese discurso es un poco mi discurso de artista de siempre. Y el slogan de medicina para el alma, ni siquiera me lo puse yo. Lo puse en una de mis canciones y mi público empezó a usarlo como slogan. Ese discurso tan introspectivo es el lenguaje del alma, al final. Es lo que yo tengo que aportar.
Tu única religión es el instinto, ¿te ha fallado en alguna ocasión?
Sí, obviamente falla mucho, pero confío mucho en el instinto. Hay veces en las que confías más en tu instinto y otras menos. Lo relaciono con el estar en conexión contigo mismo y con la inspiración que para mí es estar conectado. Si estoy en un período en el que no me fío de mi instinto es porque estoy muy desconectado de mí mismo.
Períodos muy duros u oscuros son oportunidades de renovación y los cambios más internos no se producen en nuestra zona de confort.
¿Cuál es el antónimo de felicidad? (si no es dolor)
Yo diría que falta de libertad, no lo sé. Lo que pensaba cuando escribí eso es que la gente que relaciona la felicidad con el hedonismo. Que cuando algo te está doliendo no es felicidad, pero yo considero que períodos muy duros u oscuros son oportunidades de renovación y los cambios más internos no se producen en nuestra zona de confort. Hay veces que ese dolor es un síntoma de que estás rompiendo de dentro hacia fuera y sacando piel nueva.
Aseguras que tienes una cabeza complicada, ¿qué es lo que más te cuesta entender de ti mismo?
No lo sé, me cuestiono mucho todo. He estado mucho tiempo pensando que eso era un defecto mío, pero no lo es. La gente debería mirar un poco más adentro. Este libro, creo que puede ser bueno para la sociedad en ese sentido. Tengo la sensación cuando voy a conciertos de artistas y cuando ves su perfil general de público, parecen hijos del propio artista, piensan parecido, visten igual, y me gusta pensar que la gente que viene a mis conciertos es gente a la que le gusta pensar y reflexiona las cosas. Supongo que también va viniendo con la edad.
Mucha reivindicación de la autenticidad, ¿en qué momento te diste cuenta de que ese es el camino?
Cuando las cosas me salían bien a nivel profesional. Todos los días hay alguien que te dice lo que tienes que hacer, a qué artista del momento tienes que imitar porque es lo que funciona… todo el rato, ha sido así y seguirá siendo así. Pero los momentos en los que yo corto con todo eso a mí me han funcionado las cosas. El día que empezó Filomena tuve la reunión con la editorial y les dije que no leo poesía y que no tenía claro que fuera a seguir unos cánones convencionales. Me dijeron que era perfecto. Obedecer al alma, como digo yo.
¿Has logrado estar en paz contigo mismo?
No hay una fórmula en la que está todo tranquilo, siempre hay algo que tienes que rebalancear. Eso es la vida. Lo que está inerte es lo que no se mueve. Hay una frase que dijo C. Tangana en un tuit hace años que se me quedó grabadísimo. Decía que lo único seguro en la vida es el amor y la muerte y le tenemos miedo a las dos cosas. Y es tal cual. Hay que salir escaldado en la vida.
El otro día hablaba con pablopablo y también destacaba esa facilidad que tiene Tangana para decir en pocas palabras cosas muy profundas.
Lo que marca la diferencia es lo que tú ves que parece fácil y son tres teclas y funciona. Hasta el reguetón más actual que funciona, son tres cosas muy fáciles, pero no es fácil, hay muchas teclas y tienes que dar a la adecuada.
Aseguras que una decisión no te cambia la vida, pero sí el rumbo. ¿Cuál fue la decisión que más cambió tu rumbo?
Leí hace poco o escuché que la vida son 5 decisiones y según lo que decidas te cambia la vida. Para mí una, por ejemplo, fue sentarme con mis padres y decirles que iba a dejar la carrera. Mis padres son sordos, sabían que, hacía música, pero no la pueden escuchar, es una confianza ciega. Mi madre se sube al coche y pone Spotify y pone mis canciones en repeat para que sume oyentes. Es amor puro y confianza ciega. Una gran decisión fue esa que me cambió el rumbo. Fue en 2018, que tenía mi primera gira, estaba faltando mucho a la universidad, estaba en segundo de psicología, y lo dejé.
¿Hasta qué punto te ha mediatizado el ruido que nos rodea?
Cada vez lo llevo peor porque cada vez estoy más aislado. Ese ese dilema sobre si le estoy ganando yo la partida el ritmo de vida de ahora o me lo está ganando porque me estoy yendo. Cada vez me quiero ir a vivir un poco más lejos, para estar yo en sesión de estudio, necesito silencio en absoluto. De hecho, me voy ahora tres semanas solo a la playa solo para terminar el disco. Hay muchos estímulos. También todo lo que desafina me inspira de alguna forma, es muy de artista loco, pero si estoy mucho tiempo solo y en silencio tengo la sensación de que estoy plano y no estoy estimulando los sentidos. Pero es verdad que hace mucho que no estoy en un bar con ruido y cervezas y gente. Dejé de beber, no fumo y el tiempo que paso con mi gente me gusta estar en sitios tranquilitos.
Eso es la edad…
Sí, es la edad, mierdaaaaa.
Tocar fondo, en ese proceso de recuperación, si no pasas por ahí, no estás saliendo. Tienes que pasar por ahí, es una casilla obligatoria para salir hacia arriba.
Pese a que tiene cierto tono oscuro, sobre todo el principio del poemario, también hay fogonazos de luz como cuando señalas los beneficios de tocar fondo, ¿tú has llegado a tocarlo?
Sí. Tuve una época muy oscura en 2022. A nivel personal me pasaron cosas que no le deseo a nadie y lo escribí en ese momento y lo revisé más adelante, pero supe que toqué fondo en el momento en el que me di cuenta de que toda la energía que yo estaba consumiendo en no caer no ayudaba. La energía que tenemos diariamente no es infinita y tengo la sensación de que tienes una batería diaria y cuando la pasas, hasta tender la ropa te cuesta porque ese cupo de energía lo has agotado. Cuando estás tratando de no caer no eres consciente de la energía que estás quemando como si fuera combustible. Cuando eres consciente de que has caído y solo puedes ir para arriba, no te das cuenta, pero tienes más energía para hacer cosas. Tocar fondo, en ese proceso de recuperación, si no pasas por ahí, no estás saliendo. Tienes que pasar por ahí, es una casilla obligatoria para salir hacia arriba.
Old’55 de Tom Waits, apunte musical. De un urbano alguien esperaría otra cosa.
Ese poema es de 2014, una época en la que yo estaba produciendo una maqueta y sampleaba mucho. Me compraba muchos vinilos de blues, de los 80s, de los 90s, para ver qué trozos de melodías podía utilizar. Escuchaba mucha música y a Tom Waits lo escuchaba muchísimo.
También percibo que en la escena todo es muy inmediato y hay mucho colorín, la dopamina la tenemos estropeadísima.
¿Qué valoras de la escena urbana actual de la música?
El hecho de que todo esté muy intermezclado lo valoro mucho. Yo vengo del rap underground de hace diez años y en esta época mi propio nicho como el pop estaba muy separado. Para mí LOS40 era como un reino del pop y yo era rap. Ahora yo he tenido una evolución natural en la que mezclo géneros y tengo un público al que le gusta eso. Valoro que esté todo mucho más mezclado. Eso hace que los medios más mainstream estén a mi lado, no lo veo como algo inaccesible. También percibo que en la escena todo es muy inmediato y hay mucho colorín, la dopamina la tenemos estropeadísima. Valoro mucho el género urbano, pero es un doble filo muy raro, me puede venir muy bien o de repente no pinto nada ahí.
“Amaría tener 200 colaboraciones”, ¿con cuál te gustaría empezar?
En el disco que viene hay un par de colaboraciones. Puestos a soñar me gustaría con Post Malone o Black. Sfera Ebbasta lo estoy escuchando mucho también. Cualquiera de esos sería increíble. En cuanto a lo nacional, estoy un poco desconectado haciendo el disco, pero Reels B siempre me ha gustado mucho como artista. Creo que es de mi quinta y viene también de lo urbano, lo he chequeado mucho y es muy creativo. C. Tangana está en otra estratoesfera.
Taylor Swift o Karol G, creo que son artistas, que ya sean ellas o la imagen que se ha trabajado en torno a ellas, consiguen que, aunque no tengan un discurso muy directo verbal, con solo verlas te inspiran ciertos moods, pensamientos, estilos de vida y eso es una meta que tiene que tener todo artista.
Reels B cada día más cercano a Aitana, ¿tú te verías haciendo algo con ella?
No lo sé. Si me meto en un estudio a hacer algo muy pop, muy radio, puede ser. Necesito conexión con el artista, a eso me refería con el poema.
¿Entiendes fenómenos como Taylor Swift o Karol G?
Sí, de hecho, me fascinan. Todo el trabajo de marketing que hay detrás o cómo se genera una marea o una fiebre, a nivel sociológico, que hace que todo el mundo empiece a hablar de alguien o algo, me parece fascinante. Creo que son artistas, que ya sean ellos o la imagen que se ha trabajado en torno a ellos, consiguen que, aunque no tengan un discurso muy directo verbal, con solo verlos te inspiran ciertos moods, pensamientos, estilos de vida, es una meta que tiene que tener todo artista. Creo que están muy compactados como artistas, a lo mejor con equipos de 200 personas. Seguro que es más profundo de lo que cabe en mi cabeza. Si tienen ese éxito es porque logran encajar todas esas piezas y yo como artista independiente, muy pequeño, tengo mucho con lo que fascinarme y de lo que aprender.
Sales de ahí (Operación Triunfo) firmado por una multinacional, con una gira de estadios, pero a lo mejor al año siguiente nadie se acuerda de ti.
¿Y fenómenos como OT y Benidorm Fest?
Ya el propio nombre de Operación Triunfo chirría un poco. Entran unos 16 concursantes por año y de las últimas tres ediciones, te acuerdas de dos, ¿no? Creo que hay mucho humo. La exposición que tienen es mucho mayor a nivel personal. Siento que es más invasivo todo con un artista salido de Operación Triunfo que con un artista que puede ser igual de mediático, pero ha creado su imagen de artista desde cero. Me da como miedo. Sales de ahí firmado por una multinacional, con una gira de estadios, pero a lo mejor al año siguiente nadie se acuerda de ti. Es como la burbuja de 2008, da miedo.
¿Y te da miedo a ti, como artista, la llegada de 16 nuevos artistas de golpe a la escena?
No porque es así constantemente. Entiendo que cada uno hace su historia y creo que no tienen mucho que ver conmigo en cuanto a estilo, público.
¿Y en un Benidorm Fest te verías?
La edición de este año la he seguido muy vagamente. Si mañana tuviese una canción que encajase en ese formato, creo que no tendría ningún problema. Si tengo que entrar en ese molde y cambiar mucho lo que soy, no. Si puedo aportar haciendo las cosas como las hago, sí, podría.
Ya para acabar. Has tardado diez años en escribir este poemario, ¿vamos a tener que esperar otros diez años para el siguiente?
en principio, no. No quiero que la gente espere otro libro. Tengo cosa que estoy boceteando desde hace tiempo. Pero no quiero hacer un anuncio. Anuncié este libro hace seis años y mi público no se merece estar seis años preguntando, prefiero que no esperen nada. Puede que saque algo más formato ensayo. Tengo una idea, pero hasta que no lo desarrolle…
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...