Especial
Fui a Corea del Sur y descubrí que el K-Pop no es como imaginaba
Un viaje de experiencias, emociones y nuevos descubrimientos
Cuando hace unos años mi hermana me introdujo en esto del K-Pop, mi sueño por viajar a Corea del Sur se disparó. Esta es precisamente una de las razones por las que los idols se han convertido en un buen motivo de orgullo para los surcoreanos, ya que allá donde van consiguen atraer a un público cada vez más amplio y con ganas de conocer su cultura. Ellos presumen de contar con este enriquecimiento cultural que triunfa en todo el mundo.
Hace unos días cumplí ese sueño. Viajé a Seúl, la capital de Corea del Sur, de la mano de Coca-Cola. La marca presentaba su nuevo sabor K-Wave Zero Azúcar, y para introducirnos de lleno en este lanzamiento, nos sumergieron en una experiencia que cualquier amante del K-Pop quisiera vivir en primera persona. Seúl me ha enseñado que este género (o estilo musical) no es como imaginaba. No, no son solo unos sonidos pop, electrónicos y con toques de hip-hop. No solo son sus coreografías hipnotizantes. El K-Pop es un estilo de vida.
Sí, el K-Pop va más allá. Y es que si en otros países se vive con intensidad, solo aquellos que han visitado Corea del Sur han podido confirmar que esta pasión por lo que hacen y esos ritmos imparables son uno de los elementos más importantes de su cultura moderna. En mi paso por este país asiático comprobé que sus artistas son un gran motor de su economía. Vas al supermercado (también conocidos como las convenience stores) y descubres que los rostros de los artistas de K-Pop se encuentran en cartones de leche, paquetes de galletas, zumos e, incluso, barritas energéticas. Y es que, ¿quién no compraría un producto -que ni siquiera les gusta- solo porque aparece su cantante favorito en primer plano? Y si no eres de esos, al menos conseguiría llamar tu atención.
El pop surcoreano va muy ligado a Corea del Sur. De hecho, el nuevo sabor de Coca-Cola nace en colaboración con JYP Entertainment, una de las mayores agencias de artistas del país, con quienes han trabajado para mantener la esencia más pura del K-Pop. Tanto es así que la lata, además de mostrar el logo de la marca en su idioma internacional, lo hace también en coreano para respetar esta hermandad entre la música y el país.
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Pero el K-Pop en Seúl va aún más allá. Verás las marquesinas de los autobuses con un cartel gigante felicitando el cumpleaños de un idol, igual que en las paradas de metro, completamente adornadas con imágenes del artista favorito de millones de personas que celebra su día especial del año. ¿Te imaginas entrar en la boca de metro de Gran Vía y encontrarte con el rostro de Aitana por todas partes y un gigantesco "Feliz Día Nacional de Aitana" en cada esquina? Parece surrealista, ¿verdad? Pues allí es una realidad.
También descubrí lo que son los Birthday Cafés, unas cafeterías alquiladas por fans de los idols que empapelan sus paredes de imágenes de algún artista para celebrar su cumpleaños. Cualquiera puede visitar estos locales y formar parte de dicha celebración, que se mantendrá durante unos días para que pocas personas se queden sin visitarlo. Además, una vez pidas tu bebida, te entregarán alguna fotografía del artista para que te vayas con un buen recuerdo.
Deambulando por las calles de esta ciudad me di cuenta de que Seúl es el parque temático favorito de los amantes del K-Pop. Y es que aunque viajes a Seúl sin conocer un solo detalle de este estilo de música, te irás completamente abrumado por el amor que tienen hacia él.
En España, el K-Pop se vive de manera diferente. Con una visión arcaica, muchos lo consideran un género musical escuchado por "frikis", cayendo en comentarios racistas y poco convivientes con la sociedad moderna que se está cultivando en otros lugares. En España, presumir de artistas de nuestro propio país es una práctica que, de momento, no se lleva. Primero nos tienta la crítica y, si dicho artista parece triunfar en otros territorios, sacamos pecho de compartir nacionalidad con ellos.
En Corea del Sur, gritar a los cuatro vientos que eres fan de una boyband o girlband de K-Pop te hace formar parte de una comunidad popular, de la sociedad misma y, en definitiva, de una cultura. Te abren los brazos y te reciben como uno más. Te sonríen porque aprecias lo suyo y les das un motivo para enorgullecerse.
En definitiva, viajar a Seúl se ha sentido como viajar al futuro. Y es que en España aún nos quedan muchas cosas por hacer.
Laura Coca
Redactora de LOS40 y LOS40 Urban. Probablemente cuando leas esto estaré viendo vídeos de gatitos, escuchando...