Especial
La estremecedora confesión de Eric Clapton: maltrató a su mujer, Pattie Boyd
En su autobiografía, el músico inglés intentó "asumir la responsabilidad de cada una de las fases de mi vida"
Hace 25 años, por primera vez, Eric Clapton manifestó abiertamente que había maltratado física y psicológicamente a su primera mujer, Pattie Boyd. Admitía que la había pegado y violado: “cuando tenía sexo con mi mujer a la fuerza, pensaba que estaba en mi derecho”. Adicto al alcohol y a las drogas, durante su matrimonio tuvo muchas aventuras extramatrimoniales. Boyd siempre le perdonó. “Estaba locamente enamorada de él”. 20 años después del divorcio, la popular modelo y fotógrafa rompió su silencio. En su biografía detallaba escalofriantes episodios: "Por las noches... lloraba esperando caer dormida antes de que él apareciera. Rezaba para que perdiera el conocimiento... para que no intentara tocarme".
Resulta impactante leer el titular: ERIC CLAPTON: “HE PEGADO A MI MUJER”. Lo publicó el New York Post en Junio de 1999. También en BBC News se hicieron eco de la información con este encabezamiento: "Eric Clapton admite que abusó de su mujer". El texto de la noticia, que citaba como fuente una entrevista del músico al londinense Sunday Times, decía: La superestrella del rock ha admitido por primera vez que era tan adicto a las drogas y al alcohol que pegó su primera mujer, Pattie Boyd. Ponerse tan ‘ciego’ de alcohol tuvo un efecto devastador en sus nueve años de matrimonio con Boyd en los 80: “Había veces, cuando tenía sexo con mi mujer a la fuerza y pensaba que estaba en mi derecho. No me importaba en absoluto el resto de la gente. Pienso que lo que ocurre en una familia es que todo el mundo empieza a aprender sus propios papes para que sea soportable vivir así".
En 1969, Clapton se bebía dos botellas de vodka al día y cinco años después su adicción a la heroína le costaba 1.500 libras semanales. Aseguraba en la entrevista: “Sé que cuando estaba hasta arriba de alcohol, la gente con la que trataba se acercaba a mí con los huevos por corbata. No sabían si iba a estar enfadado o cómo iba a estar. Cuando volvía del pub, podía estar feliz o podía destrozarlo todo”.
Pattie Boyd fue el centro del triángulo amoroso más famoso de la historia de la música. Dejó a su marido, George Harrison, en 1974, se casó con Eric Clapton en 1979 y se divorció en 1988. Esta ruptura tuvo un enorme efecto en su propia identidad. Había vivido anulada. “Bueno, ya no era más la Señora del Famoso George o la Señora del Famoso Eric. Entonces, ¿quién soy yo? No soy nadie”, declaraba en una entrevista con The Telegraph. “Nadie me conoce. Ni siquiera yo me conozco”. Y reconocía: “Había olvidado que incluso sabía hacer fotografías. Me encantaba utilizar mi cámara”. Terminó acudiendo a terapia y “gradualmente aprendí a creer en mí misma”. Hacer fotos otra vez, “me ayudó a salir de la depresión”.
20 años después del divorcio, Pattie rompió su autoimpuesto silencio y publicó una autobiografía en la que desvelaba su vida con las dos grandes estrellas del siglo XX. El título ‘Wonderful Tonight: George Harrison, Eric Clapton, and Me’ hacía referencia a la famosa balada que Clapton había escrito pensando en ella (también le dedicó ‘Layla’). En su libro, habló con franqueza de su matrimonio con el músico inglés, de sus adicciones, de sus abusos y su violencia, o de sus numerosos engaños con otras mujeres, que ella perdonaba siempre. Durante el tiempo que estuvieron casados, Clapton tuvo una hija con Yvonne Kelly en 1985, Ruth Kelly Clapton (que mantuvo en secreto hasta que lo descubrieron los medios) y de su ‘affair’ con la modelo italiana Lory Del Santo, nació su hijo Conor en 1986 (lamentablemente falleció en 1991). Eric y Pattie, aunque lo intentaron, no tuvieron hijos.
Es estremecedor leer algunos de los extractos de la biografía de Patricia Anne Boyd: "Eric necesitaba alcohol cada cinco horas. Llegaba a la cama cada noche con un vaso de pinta lleno de brandy y limón, cuando encontraba el camino para subir al dormitorio. Cuando se despertaba por la mañana, terminaba lo que se había dejado, y se servía otro vaso. Bebía en torno a dos botellas de brandy al día, además de muchas pintas de cerveza en el pub por la noche. Estaba locamente enamorada de él".
En otro momento, confiesa su miedo: "Por las noches, cuando iba a la cama antes que él, lloraba esperando caer dormida antes de que él apareciera. Rezaba para que perdiera el conocimiento cuando se metía en la cama y para que no intentara tocarme. Había veces que era más como un animal que el esposo cariñoso que había conocido. Estaba aterrada. Pensaba que terminaría matando a uno de los dos. Un día vi una fotografía que me había hecho mi hermana y no me reconocí. Mi cara estaba hinchada, había subido de peso y mi pelo estaba flácido y desaliñado".
Simultáneamente, llegó a las librerías 'Clapton: The Autobiography'. Según lo publicado por el New York Times, en su descripción sobre su relación Boyd, ofrece pocas excusas sobre sus vaivenes emocionales, su abuso de sustancias o las aventuras extramatrimoniales que definieron gran parte de la década de convivencia. Según reveló al rotativo neoyorkino: "Recientemente, alguien que ha leído el libro y me dicho que he sido realmente duro conmigo mismo. Creo que se ha malentendido. Solo he intentado asumir la responsabilidad de cada una de las fases de mi vida".
A sus 80 años, Patricia Anne Boyd, que está harta de que la llamen ‘musa’. En 2022 publicó el libro de fotografía ‘My life in pictures’ y concedió una entrevista a la edición inglesa del diario El País. Resumía así la lección que aprendió de su tumultuosa vida: "Es esencial tener fe en ti misma, no traicionarte a ti misma, ser honesta y dejar que la gente te conozca por quien tú eres realmente. No creo que exista nada tan importante".
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop