Especial
Habla una psicóloga: ¿Por qué todos saben lo que pasa en ‘Supervivientes’, pero pocos admiten que lo siguen? ¿Por qué engancha tanto?
Analizamos la visión de una profesional que tiene claro qué interesa e un reality de estas características y lo que implica
El pasado jueves comenzó la nueva edición de Supervivientes con Jorge Javier Vázquez al frente. Conocimos a los 17 concursantes y nos enteramos que el domingo se sumaban dos más en Conexión Honduras.
El programa de Sandra Barneda, también tuvo muy buena acogida por parte de la audiencia. Y es que parece que había ganas de una nueva dosis de este reality de supervivencia. Va todo a un ritmo vertiginoso. No había más que ver Tierra de nadie para ver la reacción inesperada de Ángel Cristo ante la carta de su madre que provocó el enfado de Carlos Sobera o la evacuación de Zayra Gutiérrez.
Un año más estamos enganchados a los conflictos y emociones de unos concursantes que están aislados en un entorno natural y salvaje, en condiciones extremas y sin comunicación con el exterior. Y son muchos los que, además de verlo, comentan lo que pasa en cada gala o programa.
Es el poder de formatos como este que generan tanta curiosidad y enganche, aunque no todos se atrevan a confesarlo. María Padilla, psicóloga y fundadora de Capital Psicólogos, ha analizado con nosotros este programa desde el punto de vista de su especialidad y eso nos ha dejado algunas curiosidades, cómo quiénes se postulan como ganadores.
Empieza Supervivientes y eso hará que muchos se enganchen al formato a partir de ahora, ¿puede llegar a producir adicción?
No considero que el programa sea adictivo, pero sí puede ser que algunas personas dejen de hacer sus responsabilidades o las posterguen. Eso depende absolutamente de la susceptibilidad individual del espectador y su capacidad de controlar su propio comportamiento… está claro que a esa persona le tiene “enganchada” pero cuando se acabe Supervivientes saldrá otra cosa.
Este reality genera contenido prácticamente a diario, ¿eso crea más dependencia?
Ese es el objetivo, que cree dependencias en el sentido NO CLÍNICO. El fácil acceso a las vidas ajenas con tramas y desafíos que se han de resolver ‘tiene gancho’ de ahí a llamarlo dependencia, es muy clínico para un psicólogo. Si no enganchase… no tendría éxito. Es el propósito del programa. Sería muy guay decir que crea dependencia, pero si fuese así estamos hablando de una ‘sustancia dañina’ y no tiene el perfil… quedemos con que tiene ‘gancho’. Pero si el programa no consigue ese gancho diario es posible que el generar contenido diario podría llegar a saturar.
¿Por qué todo el mundo sabe lo que pasa en Supervivientes, pero luego nadie admite que sigue el reality?
Absolutamente por el miedo a la crítica, ya sea ajena o a su propia crítica de que no es una persona digna porque ve esos programas. Los programas de reality han sido muy criticados, de ahí la reticencia a admitir su seguimiento que se entiende dentro de un contexto de estigmatización cultural y juicio social. En nuestra sociedad, existe una tendencia arraigada a categorizar a las personas en función de sus preferencias de entretenimiento, creando una dicotomía artificial entre aquellos que consumen ciertos contenidos y aquellos que los desprecian.
Si yo en mi entorno expresase. ‘Yo veo Supervivientes en un público aleatorio de 100 personas, tendría tres tipos de respuestas:
1) ¿Tú? No me lo esperaba. Me está diciendo que me creía más digna e inteligente… en base a su criterio, claro.
2) Si tú lo ves… yo me quedo más tranquilo porque tú eres una persona de referencia y eso quiere decir que ‘yo no soy lo peor’.
3) ¿Y qué te atrae del programa? ¡Ah! Claro, tú lo ves porque eres psicóloga. Mi respuesta: yo lo veo porque es un programa entretenido y haciendo zapping me quedo un rato, pero también he de confesar que a veces me aburre un poco el programa y lo quito, pero no porque yo no sea digna… si no porque lo veo predecible y mi cerebro automáticamente identifica perfiles y quiero algo todavía más fácil.
Y estas personas realmente tienen poder justo sobre las que no reconocen verlo por miedo a ser criticadas, su propio criterio lo desvalijan. Ambas son un porcentaje de la población. Hay otro porcentaje que sí la ven y no les importa decirlo porque la crítica la toman como una opinión y no los afecta a la autoestima. Hay otro porcentaje que no se les ocurre pensar que, aunque ese programa no sea de su agrado, las personas que lo ven sean de una manera u otra.
Lo que sí puede ser es que las personas que lo ven, tienen un perfil de personalidad más afectivo o emocional. No es causa - efecto… pero sí puede haber cierta correlación. Es importante recordar que la diversidad de personalidades y motivaciones es vasta. Es una relación más acertada que los que manejan: “Mi verdad es la que vale”.
¿Por qué enganchan tanto estos formatos?
Primero, porque no son personajes. Son personas reales. Se viven en directo. Son desafíos que añaden autenticidad. Segundo, se les mete en un contexto que genera conflicto. Esta razón está arraigada a la naturaleza humana. Genera sentimientos y despierta empatía, miedo, odio, sentimientos de rechazo, crítica, en general… emociones.
En tercer lugar, como consecuencia del anterior, nos involucrarnos emocionalmente en sus vidas y nos produce un enganche de: ‘Qué pasará’. Cuarto, las consecuencias de sus actos no van conectados a uno mismo, si no a otras personas que yo además las voy a ver y son reales. Al no ser yo el objeto de mira, cobra más atención y juicio con valor afectivo.
Y, en quinto lugar, nos da tema de conversación común, una sensación de comunidad alrededor del evento.
¿Qué importancia tiene el casting en el éxito de la edición?
Los participantes son seleccionados cuidadosamente para garantizar una combinación de personalidades que genere acción, reacción y conflicto en la isla. Se someten a pruebas psicométricas y de perfil de caracteres para evaluar aspectos de su personalidad que sean predecibles y que promuevan la dinámica del programa.
Es crucial encontrar una mezcla de personalidades extrovertidas con una alta tolerancia a la frustración, la crítica y habilidades de afrontamiento adaptativas. Esto asegura que las interacciones entre los concursantes sean diversas y emocionantes. Si todos los participantes tuvieran habilidades de afrontamiento similares y una alta capacidad empática, el programa carecería de la tensión y el drama que lo hacen tan atractivo para la audiencia.
Se podría decir que el casting estratégico de participantes con perfiles de personalidad complementarios es clave para el éxito continuo del programa.
¿Por qué nos gusta tanto ver sufrir a estos concursantes?
Un poco como he dicho antes, las consecuencias no recaen sobre uno mismo. Es un nivel de sufrimiento que entra dentro de un intervalo que los mismos participantes han elegido por tanto se puede disfrutar de su sufrimiento porque por una parte es real y por otra parte me puedo permitir libremente disfrutar porque ellos lo han elegido.
Es una identificación y la vez una enajenación con el sufrimiento propio. Despierta emociones, en base a cómo me caiga ese participante para ponerme de su parte o en contra… una cosa u otra me despertará emociones.
El sufrimiento de los participantes de un reality show visto desde la comodidad de nuestras casas, desde la elección del concursante conecta con el entretenimiento, el cómo lo manifiestan. El primer día, en la edición 2024, cuando los concursantes sentían miedo a tirarse al agua, el espectador está en la seguridad de su casa, el concursante probablemente tenga un miedo que no tiene escapatoria, pero su manifestación es lo que aclama el público y se observa en el alboroto de ánimo del público y la alegría de no ser ellos los que están en esa situación.
¿El hecho de que sean famosos hace que nos identifiquemos más o menos con ellos?
El hecho de que sean famosos nos aleja más de ellos, pero el hecho de verles sufrir es lo que nos acerca y les baja del endiosamiento de ser famoso y toda la fábula entorno a la fama que hay detrás.
Lo que sí puede ser es que su fama puede generar una mayor conexión inicial, ya que conocemos algo de sus vidas y personalidades antes de entrar al programa. Considero que la identificación dependerá de factores individuales y de cómo cada espectador perciba a los concursantes en relación con su propia vida y experiencias.
¿Por qué a los que pasan más desapercibidos y protagonizan menos conflictos se les denomina despectivamente: muebles?
La única emoción que generan es rabia por no generar emoción. Si el programa es para entretener y a un participante le meten y no genera movimiento emocional, se le tacha de mueble: su presencia es tan insignificante que podrían ser fácilmente reemplazados por objetos inanimados, como muebles, sin afectar significativamente la dinámica del programa. Es una forma de menospreciar su participación y subrayar su falta de impacto o relevancia en la narrativa del reality show.
Los amores en estos realities enganchan mucho, pero se habla de carpetas cuando no nos los creemos, ¿por qué cada vez desconfiamos más del enamoramiento de los concursantes?
Los espectadores ya tienen historia en los realities, tienen acceso a muchísima información del famoseo y las noticas llegan en décimas de segundos. Esto quiere decir que ya tienen cultura que en ocasiones se ha descubierto estrategias entre ellos para generar interés y ‘ganar audiencia’. Serían parejas que se muestran en fotos de portadas o ‘carpetas’ de los adolescentes.
¿Cuál es el perfil de concursante que más engancha?
El mueble no. Aquellos que tienen habilidades sociales para crear alianzas estratégicas o para generar tensiones y enfrentamientos dentro del grupo suelen ser particularmente cautivadores para la audiencia.
El tipo de concursante que más llama la atención suele ser aquel que muestra vulnerabilidad emocional, conectando así con los sentimientos de los espectadores, pero sin caer en el dramatismo. Quienes parecen desconectados de los sentimientos de los demás pueden parecer más fuertes superficialmente, pero no suelen ser tan valorados por el público. Aquellos que expresan su opinión de forma contundente sin titubear tampoco suelen caer bien, aunque pueden tener sus seguidores. Los concursantes más conflictivos, auténticos y afectivos son los que generan más opiniones divididas entre los espectadores, lo cual es precisamente lo que buscan los programas: la controversia. Incluso quienes no ven el programa acaban hablando sobre ello, ya sea para criticar a quienes lo ven.
La vulnerabilidad de un concursante se ve amplificada en una isla bajo control, lo que hace que su participación sea más intensa y sea predictivo de éxito. Por lo tanto, es crucial elegir un concursante con la capacidad de manejar esta presión sin romperse emocionalmente o sin recurrir a la agresividad, alguien que sea fuerte emocionalmente dentro de su vulnerabilidad o sus defensas.
¿Se puede llegar a conocer realmente a estos concursantes en una experiencia tan extrema, o nos muestran una versión de sí mismos que no es al real?
Se puede conocer una parte de ellos que forma parte de la persona evidentemente, pero habrá facetas de él que no salgan por las condiciones de la situación. Los concursantes pueden mostrar una versión de sí mismos que no es completamente real, ya sea debido a la necesidad de adaptarse a las demandas del juego, la influencia de la edición del programa para crear ciertas narrativas o simplemente porque están actuando de manera estratégica para ganar el favor del público o de sus compañeros.
Por lo tanto, mientras que podemos obtener cierta comprensión de quiénes son los concursantes a través de su participación en el reality show, siempre existe la posibilidad de que parte de lo que vemos sea una representación calculada o selectiva de su verdadera personalidad.
Es muy difícil tener el control en todo momento de que se está grabando, pero no olvidemos que son personas famosas y están entrenadas. ¿Hasta qué punto se muestran cómo son? O en ese momento realmente serán ellos mismos. Ni los psicólogos podemos llegar a saberlo con esa muestra. Una persona puede fluctuar en diferentes situaciones, tiempos y espacios. Esta situación está bajo un control y unas condiciones. Aunque las situaciones extremas pueden revelar aspectos interesantes de su personalidad y comportamientos que ni ellos mismos sabían. Algunos pueden llegar a romperse o ver una fortaleza que no pensaban que tenían.
Los fandoms de este tipo de programa se vuelven muy activos y poco tolerantes, ¿qué genera tanta implicación con personas que no forman parte de sus vidas?
1º. La naturaleza competitiva y dramática de estos programas genera una fuerte conexión emocional entre los espectadores y los concursantes.
2ª. Despierta emociones intensas que experimentan al ver el programa, como empatía, tristeza, compasión, alegría, rabia… pueden llevarlos a formar vínculos emocionales fuertes con los concursantes, a pesar de no conocerlos personalmente.
3º. La identificación con ciertos concursantes puede actuar como una forma de escapismo o de búsqueda de identidad para los espectadores.
4º. Al seguir las historias y los conflictos de los concursantes, pueden proyectar sus propias experiencias, valores y deseos en ellos, lo que les permite explorar aspectos de sí mismos de manera indirecta.
5º. La pertenencia a un fandom también puede proporcionar una sensación de comunidad y de pertenencia, especialmente cuando comparten intereses y emociones con otros miembros del grupo. Esto puede generar un sentido de solidaridad y apoyo mutuo entre los miembros del fandom, lo que refuerza su implicación y compromiso con el programa y sus participantes.
6º. La disponibilidad inmediata de la conexión en redes sociales y foros en línea proporciona un espacio para que los fans se expresen, interactúen y discutan el programa con otros seguidores. Esto facilita la formación de comunidades virtuales sólidas y el intercambio constante de opiniones, teorías y emociones relacionadas con el programa, lo que contribuye aún más a la intensidad y la actividad del fandom.
Los debates que se emiten en torno a lo que va sucediendo, ¿dirigen la opinión de la audiencia?
Mi criterio es que sí, pero también creo que hay un factor que no se puede predecir que es aprovechado por los organizadores que explotan la experiencia para que los espectadores tengan lo que desean: movimiento de emociones.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los debates también pueden ser polarizados y sesgados, con diferentes grupos expresando opiniones fuertes y defendiendo sus puntos de vista. En este sentido, la dirección de la opinión de la audiencia puede depender en gran medida de la persuasión y la habilidad de los participantes en los debates, así como de la disposición de los espectadores a considerar diferentes perspectivas y mantener una mente abierta.
El equipo de Supervivientes cuenta con psicólogos para atender a los concursantes en cualquier momento, ¿qué es lo que más les puede llegar a afectar?
El no sostener las condiciones de demanda que exige la propia naturaleza del programa. Las relaciones con los demás, que te veas aislados y no puedas sostener esa soledad. Que se sufra un miedo intenso por las condiciones de supervivencia en un entorno desconocido y con riesgo, con su propia climatología. Incluso puede generar ansiedad y desafíos emocionales. La exposición mediática 24:7 es fácil que cause estrés por privación de la intimidad y autonomía personal.
La competencia propia del concurso puede que esté por encima de su ventana de tolerancia. Son pruebas en condiciones extremas. Evidentemente están protegidos, pero ya desde que los tiran desde el helicóptero es un subidón de adrenalina que se queda registrada en el cuerpo.
Uno se puede preparar físicamente para la aventura, pero, ¿se puede preparar psicológicamente?
Sí, realmente no sé si hay preparación y no sé si les conviene a los organizadores que vayan prácticamente desnudos, psicológicamente hablando. A nivel de defensas o protecciones psicológicas se ha de estar en un intervalo que no se vaya al extremo de romperse porque lo que siente es tan abrumador que no puede sostenerlo y con el otro extremo que sea impasible y que no le afecte nada en absoluto.
En mi opinión se podría preparar unos meses antes y deberían, pero al final todo entra dentro de un espectáculo y dentro de una situación de control.
Supervivientes lo hace la misma productora de La isla de las tentaciones, ¿es el mismo perfil de espectador?
Aunque ambos programas son producidos por la misma empresa, y comparten ciertas similitudes en cuanto a la estructura del reality show y la dinámica de los concursantes, es posible que atraigan a audiencias con perfiles ligeramente diferentes.
La Isla de las Tentaciones se centra en las relaciones de pareja y en el drama emocional que surge de las tentaciones y las pruebas a las que son sometidas. A menudo, este programa atrae a un público interesado en los conflictos y las dinámicas interpersonales dentro de las relaciones románticas, así como a aquellos que disfrutan de la intriga y el suspense.
Por otro lado, Supervivientes se desarrolla en un entorno completamente diferente, con concursantes que deben enfrentarse a desafíos físicos y mentales en una isla desierta. Este programa puede atraer a un público interesado en la supervivencia, la competencia y las relaciones interpersonales bajo presión extrema.
Si bien puede haber cierto solapamiento entre las audiencias de ambos programas, es probable que haya diferencias en los perfiles de espectadores en función de sus preferencias temáticas y de entretenimiento. Por ejemplo, alguien que disfrute más de los conflictos de pareja y los juegos emocionales podría preferir La Isla de las Tentaciones, mientras que aquellos que busquen desafíos físicos y emocionales podrían inclinarse más hacia Supervivientes.
¿Hay un perfil común de ganadores que nos ayude a hacer quinielas respecto a esta edición?
Características claves del ganador: auténtico, vulnerable emocional, confiable en su criterio propio, dado a la reflexión y al cambio de opinión si lo considera, competitivo, pasional y que le pasen cosas que los espectadores se identifiquen con esas personas, es decir, no demasiado ‘perfecto’. Esta edición promete…
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...