Especial
Así es 'Everything I Thought It Was' el nuevo disco de Justin Timberlake que incluye una colaboración con *NSYNC
El artista busca reconciliarse con su público con canciones cargadas de confesiones, disculpas, pero también sensualidad
Ya lo contábamos hace unos días: el 2014 ha vuelto este 2024. El pop ha regresado para arrebatar el protagonismo al género urbano, que venía comiendo terreno en el panorama musical en todo el mundo. Vuelve el pop en su más pura esencia gracias a las grandes divas como Ariana Grande o Taylor Swift, pero también lo hacen los chicos como Troye Sivan o Justin Timberlake, quien acaba de publicar Everything I Thought It Was, su sexto álbum de estudio, uno que llega cargado de confesiones y sorpresa.
"Este disco es la culminación de dónde he estado y hacia dónde voy, y estoy muy agradecido, nervioso y emocionado" son las palabras con las que el artista define el lanzamiento de este LP, que llega tras más de un lustro sin publicar ningún proyecto discográfico. En esta entrega, el estadounidense ha conseguido reconciliarse con su esencia artística y nos regala un trabajo que dista mucho de las corrientes musicales de hoy en día.
Esto último queda reflejado en la duración de las 17 canciones, puesto que, sorprendentemente todas duran entre 4 y 5 minutos, haciendo que el álbum nos atrape durante casi una hora y veinte en total. Pero, ¿tantas cosas tiene que contarnos Justin Timberlake? Pues sí, aunque más que contarnos, sería más bien confesarnos.
El artista abre y cierra con Memphis y Conditions, respectivamente, dos temas en los que parece que el cantante se deja el alma. Primero al rememorar sus orígenes en la industria musical, su vulnerabilidad al llegarle la fama a una temprana edad y la presión a la que le sometieron las altas esferas. Para el cierre del disco, habla justo de lo que vino después de todo ello: malas decisiones y deudas, sobre todo con el público que le acompañaba.
Justin Timberlake, el reflejo del pop de ayer, pero también el de hoy
A pesar de ser un álbum en el que escuchamos los más sinceros testimonios, Justin Timberlake nos deja entrever su lado más sensual, que nos recuerda inevitablemente a su obra maestra The 20/20 Experience, donde el funk, el R&B y el pop se mezclan para hablar de sus romances más fugaces y sus tropiezos en el amor. Si ese disco te gustó, Liar o Play son los temas que irán directos a tu playlist.
Aunque si tu fanatismo viene de lejos, su colaboración con *NSYNC, el grupo que le hizo saltar a la fama, se convierte en la pieza clave de este trabajo tan cuidado. Paradise es una balada que hace aflorar nuestro lado más nostálgico, presentando el lado más honesto del cantante. Aquí no escuchamos al sensual artista, sino al Justin Timberlake más personal y a los amigos que formaron parte de una de las etapas más bonitas de su carrera musical.
Pero no todo es un viaje al pasado. Los sonidos más vanguardistas del pop también quedan plasmados a la perfección en No Angels o Imagination, canciones que encajan de manera satisfactoria en las pistas de baile que crea el artista sobre los escenarios de sus conciertos, convirtiendo estas en melodías que no podrían faltar en el tour que ya prepara para esta primavera y que se extenderá, de momento, hasta finales de año.
En resumen, quizá Justin Timberlake haya querido mostrar su madurez, tanto artística como personal al regalarnos un álbum que está hecho para todos los públicos posibles. Para los fans con los que ha querido reconciliarse, para los que siempre han estado aquí y para todos los que quieran adentrarse por primera vez en la propuesta musical del que un día fue un ídolo del pop y que parece que vuelve a resurgir de sus cenizas.
Andrea Romero
Periodista audiovisual y fan a tiempo completo. Baso mi personalidad en la última serie que he visto,...