Especial
El debut en el cine de David Bowie: “Estuve completamente colocado, de principio a fin”
Aceptó protagonizar el filme sin leer el guion, sin prepararse el papel y sin saber “realmente lo que se estaba haciendo"
David Bowie viajó de Nueva York a Nuevo México con sus 400 libros. Le aterraba que los traficantes, la “gente chunga” con la que se relacionaba, se los robaran. Consumía entonces 10 gramos de cocaína al día. Nicolas Roeg le había elegido para ser el protagonista de su filme de ciencia ficción ‘The man who fell to earth’. Y jamás se arrepintió. No le importaron sus desaires. Tampoco que durante el rodaje estuviera “completamente colocado de principio a fin”. El 18 de Marzo 1976, se estrenó en Londres el debut cinematográfico del icono londinense.
La historia es simple. Un extraterrestre humanoide, llamado Thomas Jerome Newton, aterriza en un pueblo perdido de Nuevo México con la intención de conseguir agua para su planeta que sufre una catastrófica sequía. Mientras está en la Tierra, patenta la tecnología avanzada alienígena y se hace muy rico. Su objetivo es construir un vehículo espacial para transportar el agua. Y conoce a la joven Mary-Lou (Candy Clark) quien le introduce en los placeres terrenales de la televisión, el alcohol o el sexo. Esta sencilla trama, basada en la novela ‘The man who fell to earth’ (1963) de Walter Tevis, es la que Nicolas Roeg quiso llevar a la gran pantalla.
Para el papel protagonista, además de a Peter O’Toole, Roeg consideró contratar al novelista de ‘Jurassic Park’, Michael Crichton. Su estatura, de más de 2 metros, encajaba en la descripción del ‘alien’ de la obra de Tevis. Sin embargo, el 26 de Enero de 1975, cambió rápidamente de opinión. Ese día, el cineasta inglés estaba en su casa londinense viendo la televisión cuando se quedó paralizado. Ese joven pálido, enjuto, de piel translúcida y ojos hundidos, hizo que, al instante, tuviera la certeza de que había encontrado a su hombre. Lo que la BBC emitía en ese momento era el documental sobre David Bowie ‘Cracked actor’, en el que, de forma notable, mostraba el declive del estado mental del artista por las escalofriantes cantidades de cocaína que consumía. "No quería un actor”, decía Roeg. “Quería a alguien que tuviera la posibilidad de ser único". Con esa convicción, le envió el guion a Bowie.
Y Bowie, que estaba en plena fase de metamorfosis de un ‘alter ego’ a otro - de Ziggy Stardust a Thin White Duke – todavía no había obtenido un papel importante en el cine. Algo que verdaderamente deseaba. Como explicaba en la famosa entrevista que le hizo Cameron Crowe para Playboy en Septiembre de 1976: "Me enviaron el guion e inmediatamente me intrigó el personaje de Newton que tenía un montón de cosas en común conmigo. Temía a los coches, pero le encantaba la velocidad. Físicamente era escuálido. Solo había un problema: odiaba el guion".
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"Nicolas Roeg vino a mi casa varias semanas después de enviarme el guion", seguía contándole Bowie a Crowe. "Yo no estaba. Recordé nuestra cita ocho horas después. Cuando llegué a casa, nueve horas después de la hora, pensaba que, por supuesto, él ya se habría ido. Estaba sentado en la cocina. Había permanecido ahí horas y horas…”. Bowie aseguraba que se “sentía muy avergonzado” y que cuando Nicolas le preguntó su opinión sobre el guion, él respondió, “Es un poco cursi ¿no?”. Y “su cara se desencajó".
No obstante, el autor de ‘Space oddity’ cambió esta versión años después. Tal y como publica 'Bowie Golden Years', el londinense explicó en 1993: "Lo que no le dije ese día es que realmente no había leído el guion. Quería acabar la conversación tan pronto como fuera posible, para que no se diera cuenta. Me preguntaba cosas y yo respondía, 'Si, claro’, ‘oh, por supuesto’”. Roeg lo corroboraba: "Hablamos cinco minutos. Él me dijo 'estoy cansado... no te preocupes, voy a hacerla’, y me mostró la puerta. Obviamente, yo estaba alucinado, ¡había esperado pacientemente desde las 9'30 hasta las 5'30 de la mañana!'. A Bowie le convenció "conocer personalmente a Nic… ese hombre era un genio" y haber viso 'Walkabout' (trabajo anterior del director). Y concluye, “Pero fue probablemente la mejor decisión, basada en absolutamente nada, que jamás he tomado".
El rodaje empezó en Julio de 1975, en Nuevo México, y se prolongó más de once semanas. David apareció en el set con su biblioteca personal: "Me llevé 400 libros para ese rodaje. Me aterraba dejarlos en Nueva York. Yo entonces me relacionaba con gente bastante chunga y no quería que me los robaran. Demasiados traficantes entrando y saliendo de mi casa". Nicolas Roeg revelaba en The Telegraph: "Llegué a creer que Bowie había llegado de otra galaxia. Su comportamiento social era extraordinario. Se trajo un tráiler lleno de libros y cosas; apenas se relacionaba con nadie. Parecía estar solo, como Newton en el filme, aislado y solo. No puedo imaginar ahora que nadie más pudiera hacer ese papel. David Bowie es Thomas Newton".
La co-protagonista del filme, Candy Clark, recuerda que David había jurado a Nic que no iba a consumir drogas. Pero el propio Bowie reconoce que esnifaba 10 gramos de cocaína al día y "no sabía realmente lo que se estaba haciendo". Lo único que recuerda es que no tuvo que actuar. Se limitó a “ser él”. En el libro 'Bowie at the bijou' de Virginia Campbell, cuenta: "Era la primera cosa que había hecho jamás...así que me deje guiar por el instinto. Solo me aprendía las frases del día y las decía como las sentía. La verdad es que me sentía tan alienado como el personaje. Fue una buena exhibición de alguien que literalmente se siente apartado de todo… totalmente inseguro con diez gramos diarios dentro de mí. Estuve completamente colocado de principio a fin".
Cuando Roeg envió la película a Paramount, el estudio rechazó pagar por ella diciendo que no era lo que habían acordado. Finalmente la distribuyó British Lion Films. El 18 de Marzo de 1976 se estrenó en Londres el debut cinematográfico de Davi Bowie, 'The man who fell to eart' ('El hombre que vino de las estrellas', como se llamó en España). “Mi primera película. No hubiera podido trabajar con alguien a quien yo considerara inferior a mí mismo, y yo tenía muy alta opinión de mis propias habilidades. Ya en la primera hora de rodaje, sabía que había elegido a la persona correcta".
Con opiniones divididas, el filme de ciencia ficción alcanzó el estatus de culto. Para el New York Times, “Mr. Bowie ofrece una extraordinaria interpretación. Los detalles, la química que desprende su alta figura pálida, con los ojos pintados de rímel negro, claramente no es humana”. Su legión de seguidores no ha parado de crecer hasta el punto de estar hoy considerado uno de los mejores trabajos de Roeg y de Bowie.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop