Henar Álvarez: “Ojalá el placer femenino deje de ser un arma arrojadiza para acabar con la vida o el prestigio de una mujer”
Es uno de los temas centrales de ‘Ansia’, su disparatado thriller sin tabúes
Henar Álvarez es una guionista, directora y cómica española, que se ha convertido en una habitual de los medios de comunicación de nuestro país. Su personalidad arrolladora, sin complejos ni tabúes, la han llevado a convertirse en colaboradora del podcast Estirando el chicle y del programa de radio Buenismo bien de la Cadena SER. Ha llamado la atención, incluso de Jordi Évole que la ha invitado a su programa.
Le gustan los retos y tocar varios palos y eso le ha llevado también al mundo editorial en el que debutó con una novela gráfica, La mala leche. Ahora, se adentra de lleno en la novela con Ansia, una historia que tiene a Natalia como protagonista con una vida llevad al límite.
Insatisfechamente casada, abandonada por su amante y con problemas varios se lanza a escribir la novela que lleva por título el mismo que esta novela en una editorial donde comparte tiempo con un consagrado escritor que la hace de menos.
Hay sexo, asesinato, control de poder, insatisfacción amorosa y muchos otros temas con los que muchas mujeres van a poder sentirse identificadas. Y de todo eso hemos hablado con la autora.
La mala leche era una novela gráfica, esta es otra cosa, ¿cuál has disfrutado más haciendo?
La verdad es que disfruto de cada cosa que hago. No te sabría decir si he disfrutado más una que otra. Me gustó mucho hacer La mala leche y me ha gustado mucho hacer Ansia. En general, tengo la suerte de hacer y sacar adelante proyectos que son míos, que no son encargos y entonces, los hago porque quiero y en ese momento me nace y lo que me apetece hacer. Los he disfrutado exactamente igual.
Lo que tengo claro es que cuando hable de tu novela no puedo decir que es necesaria.
No, por favor, qué horror.
¿Por qué te molesta tanto?
Un poco por lo que pongo en boca de Natalia en el libro. Son términos que solamente se utilizan para las obras de las mujeres. Creo que siempre se nos están exigiendo cosas. Antes de que fuera toda esta explosión del feminismo, que estuvieran escritas bajo los parámetros y sobre las temáticas que les interesasen a los hombres para que las considerasen relevantes. Y ahora, da igual que sea una canción, que un libro, que una película, todo el mundo, que si es feminista. ¡Déjame!, ¿sabes? Estamos haciendo obras culturales, no sé por qué las mujeres siempre tienen que hacer lo que se espera de ellas. No, no es necesario, esa palabra, ¿qué cojones es? ¿Cuándo se ha dicho de la obra de un hombre que es necesaria? Es absurdo.
Ansia, dónde la colocarías en una librería: ¿Sección feminista, erótica, thriller o humor?
En thriller, es un thriller.
Una novela en la que no siempre queda muy definida la línea que separa la ficción de la realidad, ¿una forma de protegerse?
Yo no soy la de libro, ni va absolutamente de nada sobre mí. Lo de que se mezcle ficción con realidad es porque hay un metajuego de que el libro es el libro que escribe la protagonista porque la protagonista es una escritora que está escribiendo un libro que se llama Ansia y luego, porque creo que las escenas de las tres mujeres protas son muy reconocibles para cualquiera, son cosas que nos han pasado a todas y que están completamente metidas en el imaginario, pero no me estoy protegiendo de nada. Yo no soy ella.
Omnipresente en el mundo del podcast… para aquel que te escuche no se sorprenderá mucho al leer esta novela, eres tú en tu salsa, ¿no?
Soy yo escribiendo, pero no sé qué contestarte. Creo que eso habría que preguntárselo a los lectores porque a lo mejor sí que es esperan otra cosa. Creo que es muy reconocible mi estilo, pero a lo mejor no se esperarían que contase una historia así o que fuese un thriller.
Puede que lo de thriller sí que sorprenda porque a lo mejor no es lo que se esperaba, pero lo lees y es fácil decir, ‘es Henar hablando’.
Pues muchas gracias. Supongo que al final uno tiene un estilo y que si uno escribe como habla, se ve la persona que está tecleando. Me parece bonito, me parece que es como un piropo, es como decir que tengo personalidad, así que me gusta.
Humor y feminismo son inherentes a ti en cada cosa que hagas, ¿podrías desprenderte de esas premisas?
Soy una persona feminista y tengo conciencia feminista, pero cuando la gente lea el libro no sé si pensará que es una obra feminista, pero es que me da igual. Creo que no se puede juzgar a los personajes, son personajes de ficción. Si queremos hablar de cómo funciona el mundo o intentar retratar partes del ser humano, creo que hay que intentar no juzgar o pensar que no son personajes modélicos porque si no, no vamos a llegar a la verdad, nos vamos a quedar en la teoría.
Tu personaje defiende que el feminismo hable desde el rencor. Partir de ahí callará la boca de muchos hombres que lo utilizan como un ataque, ¿no?
Eso es algo que se lo puse en el pensamiento a la protagonista, pero sí que es verdad que me sorprende que haya cosas que a las mujeres se nos nieguen, como cuando nos dicen eso de que es que has buscado venganza, ¡hombre, la has violado!, ¿cómo no se va a querer vengar? Claro que busca venganza, pero eso no significa que no sea justo. Creo que al final es una manera de que vaya calando en parte de la sociedad que ellos pueden hacer lo que quieran, joderle la vida a la gente, sin que haya consecuencias para ellos.
Pocas mujeres hablan con tanta libertad y falta de tabúes del sexo como tú, ¿cuántas veces has escuchado o leído eso de ‘choni y vulgar’ o eso de ‘va de moderna y se pasa de frenada’?
Lo he leído un montón de veces, pero a una le acaba dando igual porque he leído muchas veces cosas buenas y al final tiene que pesar más eso. Y no lo digo solo por mí, lo digo por cualquiera en su trabajo. Si una persona en su trabajo, a todo el mundo le encanta, pero un día hay alguien que dice que no le gusta y se va a flagelar por eso… es que no me importa.
¿Se puede acabar con los tabúes del placer femenino?
No lo sé, me gustaría saberlo, ojalá se pueda acabar con esos tabúes y deje de ser un arma arrojadiza para acabar con la vida o el prestigio de una mujer, que al final es un poco de lo que va el libro. Hemos avanzado en muchas cosas, pero luego hay veces que eso se puede utilizar en cualquier momento para destrozarte.
La gran revolución sexual no fue La casa azul, sino el satisfyer, ¿no?
De cara a las mujeres yo creo que sí, fue la primera vez que surgió algo para hablar de la sexualidad femenina. Antes las revoluciones sexuales eran para ellos, para avanzar en lo suyo. No recuerdo que haya habido ningún movimiento que tenga que ver con la sexualidad en el que una mujer hiciese alarde de tenerla y no la llamase puta. Creo que por primera vez con el satisfayer se habló de la masturbación femenina de una manera bastante abierta.
Ya que he introducido un guiño musical, vamos a hablar de música. Hablas de la actitud de las divas del pop como fuente de inspiración, ¿en qué sentido?
A mí siempre me ha parecido que cuando veía a Madonna de pequeña, cómo se movía, cómo hablaba, cómo andaba, cómo estaba en un escenario, pensaba que cómo me gustaría que la gente pensase de mí cuando me ven, lo mismo que yo pienso de Madonna cuando la veo. Es una actitud ante la vida que a mí siempre me ha llamado mucho.
Las mujeres facturan, ¿es ya una realidad o sigue siendo una aspiración?
Es una realidad, hay muchas mujeres que trabajan y facturas y muchísimas mujeres poderosas. Pero hay que terminar de romper con el suelo de pegajoso que los cuidados deberían estar remunerados, que hay que mejorar un montón las condiciones laborales, eso desde luego, pero ahora las mujeres afortunadamente pueden trabajar fuera de casa con nómina.
En tu novela la prota perrea al ritmo de Karol G o Tokischa, ¿ejemplo de esa vuelta en el control de poder cuando se habla de sexo?
A las mujeres se nos exige que nuestras obras respondan a unos parámetros, ¿qué más da si son referentes o no son referentes? Son cantantes. Lo que yo le pido a una cantante es que cuando me vaya a una discoteca me apetezca bailar con sus canciones porque si no, al final, si estoy pensando en que tiene que ser un referente, estoy cohibiendo su libertad de creación. No me parece relevante eso, es como que, si además lanza un mensaje feminista que me hace pensar en más cosas o me mueve hacia otros lugares y eso me da fuerza para tomar otras decisiones en mi vida, genial, pero no hay que estar siempre buscando eso. Es como si en cada obra de hombres, a cada cantante le dijéramos, ¿es este un himno comunista? o ¿crees que con esta canción conseguiremos que los hombres se manifiesten para tener más vacaciones? No se puede estar con esa presión sobre las mujeres que crean.
¿Cómo ves el momento femenino que estamos viviendo en la música?
Yo creo que está en un momento genial, la verdad. Karol G ganando los Grammy al mejor álbum urbano y al mejor álbum del año. Yo creo que está siendo un año bastante bueno. La cosa avanza en muchos aspectos.
En algún momento por tu mente ha pasado la imagen de “Najwa Nimri jodiendo con Juan Echanove”.
Me reí muchísimo escribiendo esa escena, me lo pasé muy bien. Estaba haciendo como un ejercicio de pensar si hubiese una película del libro quiénes protagonizarían a cada uno de los personajes y me pareció simpático, creo que acerté.
Además de sexo, hay mucha insatisfacción amorosa que cada mujer gestiona a su manera, ¿quién nos enseña a encontrar la mejor forma?
Es verdad que eso es un proceso personal de cada uno y con las mujeres en particular es bastante complicado porque cada gesto de la sexualidad femenina se juzga bastante y cuesta hablar de ciertas cosas en público o en grupo con tus amigas, es difícil. La insatisfacción en las relaciones es un tema complejo, a mí me interesa bastante, pero también depende de lo que le gusta a cada uno. El otro día estaba escuchando un podcast de Beatriz de Vicente que se llama Bestias, que tenía un capítulo sobre los fetiches y cómo se generaban y a dónde podía llegar la insatisfacción y no poder cumplir con esas fantasías y es un temazo. En el tema de la mujer es lo básico, simplemente me gustaría follar y ya, sin que nadie me dijera nada o nadie me juzgase por ello. Creo que es un proceso personal.
También hay un pequeño toque de atención a las mujeres, o por lo menos, a las que con 30 se sienten viejas.
No sé si yo lo llamaría toque de atención, peor la protagonista está relatando cómo siente injusto que siempre a las mujeres se nos juzgue por la edad y por la belleza y cómo normalmente esos son miedos cuando afloran cuando tenemos la autoestima un poco rota. Pero en realidad, cuando estamos fuertes, no deja de ser una cosa que entra por un oído y sale por otro.
“He aprendido que en esta vida todo el mundo es infiel, todo el mundo se droga y todas las mujeres antes o después se pinchan”, ¿encajas en todo?
No, y de hecho no pienso en eso. Es una frase de la protagonista que está enfadada con el mundo y está intentando justificar sus actos, pero yo no pienso eso ni de lejos.
No nos lo ponen fácil, todavía sigue siendo noticia una mujer en una alfombra roja sin sujetador marcando pezones.
Se juzga bastante el cuerpo de la mujer. Se juzga que se le marquen pezones, que lleven pelos en los sobacos, se juzgan un montón de cosas. Imagino que hasta que no se normalice el tema no va a parar.
Hay mucho de crítica a autores consagrados que os miran a las recién llegadas por encima del hombro, ¿tenías a alguien presente cuando creaste a Juan Sobreviela?
No, la verdad, ya creo que ese personaje es un arquetipo, es una amalgama de nombres y situaciones. Creo que ahora mismo hay un montón de gente que podría encajar en ese patrón de cosas que he visto en la feria del libro, en columnas… es un patrón de personaje bastante reconocible.
Hay algo en lo que muchos padres te darán la razón: Las reuniones de padres son desquiciantes.
Sí, sí que lo son. También te digo que es una cosa que he escrito por cosa que me han contado porque yo no he ido a ninguna.
Sergio es un infiel pervertido. Juan es un escritor misógino que abusa de su poder. Israel es un chantajista acosador. Luis, un jefe marioneta. ¿Hay hombres buenos?
Sí hombre, de hecho, el único personaje bueno de la novela es Sergio, el único que es tierno, entrañable, que perdona a su ex pareja. Claro que hay hombres buenos.
¿Isabel Coixet va a hacer la adaptación o estás manifestando?
Eso es una especie de guiño a Isabel Coixet cuando compró los derechos de Un amor de Sara Mesa que es una escritora que a mí me gusta mucho.
Lo tuyo ha sido mucho trabajo, ¿y suerte? y pregunto tras leer lo que dice la novela.
La protagonista lo que hace es tirando balones fuera de lo que ella hace mal y todo eso de la suerte y todo el juego que hace ella con el karma, de que hay una mano sosteniéndola es una manera de quitarse culpa de las cosas que hace para conseguir su objetivo. Yo he trabajado muchísimo y siempre viene bien estar en el lugar adecuado, pero el trabajo ha sido lo más importante.
La novela acaba de salir, pero ¿qué es lo que más te ha gustado escuchar sobre ella?
Lo que más me ha gustado es cuando dicen que casi es un anime, que no pueden parar, que cuando empiezan a leer se lo acaban en dos o tres día porque lo devoran. Es una especie de homenaje a esa ansia y ese deseo y ganas incontrolables del libro. Me parece muy poético.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento....