Especial
Lourdes Hernández (WWF): “Los incendios forestales nos afectan a todos”
La portavoz de la organización ecologista visitó El Eco de LOS40 para concienciar sobre la importancia de la lucha contra el fuego.
En El Eco de LOS40 estamos dedicando este mes de marzo a hablar de los bosques. En concreto, de la prevención contra los incendios forestales. Y es que, aunque aún quedan varios meses para que llegue el verano, cuando el fuego protagoniza los informativos, es ahora cuando toca poner el foco en la prevención.
Para ello, hemos entrevistado a Lourdes Hernández, especialista en incendios forestales de WWF y una de las personas que más y mejor conoce la problemática. Su labor, como ella misma dice, consiste no sólo en explicar la importancia de este reto sino también a “poner el foco en la necesidad de reparar las heridas de la naturaleza y restaurar esos hábitats prioritarios”.
El Día Mundial de los Bosques es este 21 de marzo. ¿Por qué es importante hablar ahora de incendios, aunque sea en pleno arranque de la primavera?
Fundamentalmente, porque el cambio climático está alterando una barbaridad la distribución de los incendios extremos a lo largo del año. Antes veíamos incendios muy peligrosos en julio o en agosto, pero cada vez con más frecuencia los estamos viendo en abril o marzo. De hecho, el año pasado el incendio que azotó a Teruel y Castellón, uno de los más graves de la temporada, sucedió a finales de marzo. Es fundamental que la sociedad empiece a hablar de los incendios no sólo en verano sino a lo largo de todo el año”.
¿Qué parte tiene que ver con la prevención y cuál con la falta de medios?
Hablamos de un problema muy complejo: abordar una solución necesita muchos prismas. Pero fundamentalmente lo que está fallando en España, y en todo el contexto mediterráneo, es la prevención. Tenemos sistemas de extinción altamente cualificados y muy profesionales. Pero lo que hace falta es adaptar el territorio a las nuevas condiciones que tenemos. Seguimos enfrentándonos a los incendios como hace 40 años, cuando nos ha cambiado el clima y nos ha cambiado el territorio, porque ya no se usa del mismo modo. Por eso lo que necesitamos es adaptar esas masas forestales para que, en caso de que haya incendios, no supongan los gravísimos daños ecológicos, económicos y sociales que estamos viendo en los últimos años.
Pensemos en alguien que vive en un entorno urbano y esté leyendo esta entrevista. ¿Cómo le afecta este problema?
Los incendios forestales y en general la pérdida de superficie forestal es algo que nos afecta a todos, porque disponer de bosques de calidad es lo que hace que luego podamos tener agua para beber, que podamos respirar aire de calidad, que haya biodiversidad y que podamos extraer recursos de los que nos beneficiamos todos. Siempre decimos que el desarrollo va acompañado de la naturaleza: no puede haber desarrollo si no hay recursos. Necesitamos proteger la naturaleza para que siga habiendo recursos pero también para que podamos beber agua y respirar aire de calidad.
"De media al año se producen 11.000 siniestros, de los cuales el 95% tienen causa humana"
¿Cómo podríamos concienciar sobre esta materia y dar varios consejos para el día a día de quien esté leyendo esta entrevista?
Es fundamental que la sociedad en su conjunto se implique en la prevención de incendios. Me voy a enfocar en tres puntos principales: el primero sería la cautela cuando uno está en un entorno forestal. Estamos viendo cómo de media al año se producen 11.000 siniestros, de los cuales el 95% tienen causa humana. Todos nos debemos concienciar del peligro de hacer fuego en en el medio rural, o de usar maquinaria que pueda derivar en una chispa. El segundo: si uno habita en el medio rural, o incluso en una urbanización que está rodeada de monte, es clave que asuma el riesgo que conlleva vivir ahí, y que adopte medidas de autoprotección para su vivienda. Porque no siempre los dispositivos de protección pueden salvar una vivienda o a las personas que están dentro. Y por último, tenemos que tomar conciencia. Ser una sociedad mucho más responsable que entienda que cómo consumimos depende de cómo conservamos el entorno natural que nos rodea. Esto es tan fácil como, cuando uno va al lineal del supermercado, elija producto local. Que frente a los espárragos de Perú o de China, elija los que están protegiendo nuestro territorio frente a los grandes incendios forestales.
¿Cuál ha de ser el papel de las administraciones, ya sean locales, autonómicas o de ámbito estatal?
Es fundamental que tomen conciencia de que el paradigma de los incendios ha cambiado radicalmente. Si no asumen una política a largo plazo que ponga el foco en prevenir estos incendios puede haber una catástrofe que ponga en riesgo la vida de las personas como ha sucedido en tantísimos países de nuestro entorno: en Portugal, en Grecia, en Argelia… Y hasta en Hawai. Estamos viendo cómo en países muy desarrollados los incendios amenazan la vida de las personas. Esto es algo que las administraciones deben entender y asumir, de cara a poner la prevención en primer plano. Demandamos una estrategia estatal en ese sentido.
"Estamos perdiendo un porcentaje importante de superficie forestal todos los años"
Por último, ¿cómo se presenta este verano de 2024? El año pasado fue ligeramente mejor que el anterior, pero parece que la sequía actual plantea un escenario altamente arriesgado.
Es muy difícil hacer un pronóstico, pero lo cierto es que tenemos grandes regiones del territorio que acumulan sequías persistentes desde hace tres años, y en las que se están juntando todos los problemas. Estamos viendo temperaturas cada vez más altas y olas de calor que llegan antes y son más intensas. Tenemos masas forestales en muchas regiones que están enormemente estresadas y debilitadas: en caso de que la chispa salte aquello es un auténtico polvorín. Es verdad que todo depende, en gran medida, de lo que pase esta primavera en cuanto a lluvias y humedad, pero no nos cansamos de decir que si seguimos en esta tendencia quizá no sea este verano, pero será el próximo. Y si no, el siguiente. Tenemos que tomar conciencia de que ya no es tan importante qué va a pasar en un año concreto, sino que estamos perdiendo un porcentaje importante de superficie forestal todos los años, y eso tiene graves consecuencias para todos.