La hormiga loca invade Barcelona

Esta especie de insecto proveniente de África amenaza con colonizar el centro de la capital catalana y pone en jaque a las autoridades. 

Paratrechina longicornis, la hormiga loca. / Riki I Gunawan

A simple vista cuesta diferenciarla de cualquier otra especie de hormiga, pero si uno se fija bien, especialmente con ayuda de una lupa, se pueden apreciar características muy singulares. Sus patas y antenas son extraordinariamente largas y, sobre todo, se mueve a gran velocidad con movimientos que parecen erráticos, lo que le ha valido el apodo de hormiga loca.

En realidad, su nombre científico es Paratrechina longicornis, y es originaria de las zonas tropicales de Asia, África y Oceanía (aunque algunos expertos consideran que su patria es Senegal). Una especie que trae de cabeza a las autoridades de Barcelona: en los últimos días se ha confirmado su presencia en las inmediaciones de la Plaza de Catalunya y en la montaña de Montjuïc, lo que supone un cambio importante frente a su anterior localización, la zona del puerto, donde se identificó por primera vez en 2020.

Lo primero, la pregunta que muchos se hacen: ¿es peligrosa para los seres humanos u otros animales como perros y gatos? La respuesta es no: la hormiga loca puede morder, como otras muchas especies de este insecto, pero eso no supone problema alguno para nuestra salud. Sin embargo, eso no implica que su presencia no suponga una amenaza, especialmente para otras especies más pequeñas.

Se trata de una especie muy adaptable, que vive tanto en ambientes secos como húmedos

Según la define el ministerio de Transición Ecológica (MITECO), la Paratrechina longicornis es una especie “omnívora oportunista, depredadora y carroñera, que consume insectos vivos o muertos, melaza, semillas, frutos, etc". Se trata de una especie “muy adaptable, que vive tanto en ambientes secos como húmedos”. Por todo ello, se sabe que es capaz de desplazar a otras especies de hormiga nativas, así como a otros invertebrados, y puede llegar a ser considerada plaga agrícola, ya que ayuda en la distribución o protege a insectos hemípteros chupadores, cochinillas o pulgones. Del mismo modo, puede suponer un problema para muchos hogares, ya que es extraordinariamente difícil de eliminar.

El puerto, la vía de entrada

Se cree que la presencia de esta especie en la capital catalana está relacionada con el tráfico marítimo, a través del cual habría conseguido llegar procedente de algún país lejano. Tras ser localizada por primera vez en 2020, los responsables del informe de actuación advirtieron de la dificultad de erradicarla de forma definitiva, por lo que era posible que volviera antes o después, especialmente en los primeros compases de la primavera.

Barcelona no es el primer lugar de la península en la que se han identificado poblaciones de la hormiga loca. Barcelona no es la primera localización de la hormiga loca. En Canarias, Baleares, Córdoba, Málaga, Murcia y Gibraltar se han combatido a lo largo de las últimas décadas.