La guerra también afecta (y mucho) a los bosques

Un estudio pone datos a la devastación que han sufrido las masas forestales en países como Siria a causa de la guerra.

La guerra de SIria ha afectado gravemente a los bosques. / Olmo Couto

Lo vemos todos los días en las noticias: la guerra es una tragedia que causa un inmenso sufrimiento a los seres humanos. Gaza, Ucrania, Malí, Sudán… El mundo es un lugar extremadamente violento. Pero de lo que rara vez se habla es de las consecuencias que los conflictos bélicos tienen, también, para el medio natural o la biodiversidad. Y más concretamente, para los bosques.

Ese ha sido el objeto de estudio de un trabajo titulado ‘War and Deforestation: Using Remote Sensing and Machine Learning to Identify the War-Induced Deforestation in Syria 2010–2019’ (Guerra y deforestación: Uso de la teledetección y el aprendizaje automático para identificar la deforestación inducida por la guerra en Siria 2010-2019). Una investigación que ha analizado los efectos para la biodiversidad de ese conflicto y que ha sido publicado en la revista científica ‘Land’.

La principal conclusión es devastadora: desde que comenzó en 2011, la guerra de Siria ha arrasado el 19,3% de la masa forestal del país, lo que se traduce en 63.700 hectáreas. Esta superficie equivale, aproximadamente, a la de la ciudad de Madrid o a toda el área metropolitana de Barcelona.

De más a menos

Los años más destructivos fueron los primeros del conflicto y hasta 2015. En ese periodo, la masa forestal se redujo un 11,5% 38.000 hectáreas). Entre 2015 y 2018 también se observó una disminución, más gradual, pero constante, que se plasmó en una reducción acumulada de la superficie forestal del 7,8%.

Las causas hay que buscarlas en los bombardeos, pero también en las circunstancias vitales de los habitantes del país. Muchos de ellos se ven obligados a utilizar la madera de los árboles como combustible para calentarse o cocinar, al sufrir la zona frecuentes cortes de electricidad.

Se da la circunstancia de que, en los años inmensamente anteriores a la guerra, Siria registraba tasas anuales positivas de crecimiento forestal, según el Syrian Monitoring of Agricultural Resources. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cuantificó en 119.000 hectáreas el aumento de la masa forestal del país en la década previa a la guerra, atribuido sobre todo a campañas de recuperación forestal impulsadas por el Gobierno de Bashar al-Ásad.