Una pelea entre dos concursantes de 'Supervivientes' nos deja un intento de abandono

Las semanas pasan en Supervivientes y los concursantes cada vez están más irascibles. El hambre, las condiciones meteorológicas y las pésimas circunstancias en las que están viviendo empiezan a hacer mella entre ellos y cualquier drama parece el fin del mundo. Los últimos dos participantes de esta edición del reality de Telecinco en unirse, Laura Matamoros y Kiko Jiménez han sido los protagonistas del último conflicto en Playa Olimpo.

Mientras muchos veían un posible acercamiento entre ellos, dejando así un claro mensaje de Sofía Suescun hacia la hija de Kiko Matamoros, adelantándole que era mejor que no calentará "a la fiera", los dos concursantes parece que están más alejados que nunca. La convivencia estos dos últimos días casi que ha brillado por su ausencia, pero lo que se ha vivido esta noche ha sido, sin duda, LA BRONCA, en mayúsculas.

Todo comenzaba cuando horas previas a que la bomba estallase, Kiko Jiménez se quejaba porque un recipiente estaba sucio. Poco a poco ha comenzado a echarse cosas en cara con Laura Matamoros hasta el punto de que le ha juzgado su concurso por no estar haciendo. Estos rifirrafes han hecho que desembocase en una gran bronca entre ambos cuando estaban haciendo una prueba de conocimiento junto a Lorena. "Hay situaciones que no voy a permitir", pronunciaba Laura al llegar junto a Laura Madrueño. "Yo ayudo en lo que puedo y como puedo", continuaba quejándose. "No es normal decir 40 veces que hay algo sucio, se lava y ya está", decía por su parte Jiménez.

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Según Laura, la cosa iba más allá de "una cazuela sucia". "Me la está jugando por detrás con temas de los que no puedo hablar y con personas así no quiero convivir", decía. Unas palabras con las que, por una vez, estuvo de acuerdo Kiko: "Con esta señora no quiero convivir", decía rotundo. "Me ha llamado 'hijo de la gran pu**', y no voy a permitir que se me falte al respeto", explicó.

Finalmente y ante tantos reproches, Matamoros ha asegurado que no podía más: "Me quiero ir ya, es que encima le da la vuelta a la tortilla" pronunciaba, mientras se quitaba el micrófono del programa. No obstante, Carlos Sobera ha invitado a ambos a que hablen y si no se soluciona, se irían los dos a casa.