El consumo de la música, cada vez más acelerado y selectivo: "Es más difícil mantenerse en la cima que llegar a ella"

Si alguna vez te has parado a observar tu alrededor, te habrás dado cuenta de que la gran mayoría de personas en el transporte público están consumiendo contenido a través de una pantalla. Esto, por desgracia, también podría trasladarse a una reunión familiar, en la que algunos de los más jóvenes y los no tan jóvenes se disocian de la realidad para prestar toda su atención a lo que su vista alcanza a través de sus teléfonos móviles.

Hoy en día, estamos cada vez más acostumbrados a la inmediatez. Y es que antes, para ver tu serie favorita debías estar muy atento a la programación televisiva. Ahora, accediendo a las plataformas digitales puedes reanudarla, empezarla e incluso, llegar a tu escena favorita sin otros factores influyentes. Lo mismo ocurre con la música. El streaming ha conseguido que cualquier persona de cualquier lugar del mundo escuche cualquier canción en cualquier momento teniendo acceso a Internet.

Hace unos días tuvo lugar el I Encuentro de la Música en Español organizado por Billboard. El WiZink Center de Madrid recibió a algunos profesionales de la industria, que debatieron acerca del consumo de la música en la actualidad, llegando todos a la misma conclusión: es cada vez más acelerado y selectivo. Alex Gallardo, presidente de Sony Music US Latin; Fede Lauria, fundador de Dale Play; Jorge Ferradas, fundador de FPM Entertainment; Rosa Lagarrigue, fundadora de RLM; y Walter Kolm, fundador de WK Entertainment fueron los protagonistas del encuentro y trataron determinados puntos que vamos a destacar en las siguientes líneas.

Centrándose en la música urbana, una de las más consumidas a nivel global, señalan el hecho de que su expansión por todo el mundo se debe gracias a la unión entre los propios artistas. "La música urbana hizo algo muy inteligente que era colaborar múltiples artistas, se sumaban millones de seguidores y yo creo que sumado a streaming, seguidores, múltiples artistas y todos los fans, hizo que ese movimiento fuera a entrar en España y en el resto de Latinoamérica", explica Alex.

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Gracias al streaming y las redes sociales, la hermandad entre artistas de España y Latinoamérica se ha fortalecido. De hecho, Fede Lauria asegura que gracias a las sesiones de Bizarrap, conoció la música de referentes como Bejo. Dicha retroalimentación ha ayudado a que esta unión se asentase.

"No hay barreras"

¿Quién controla realmente qué escuchar y a quién? Los usuarios, los fans, los melómanos. A otro tema al que han llegado estos expertos de la industria es que antes, un artista dependía de una compañía discográfica para ser expuesto ante el público. Ahora, con abrirse una cuenta en las redes sociales, accede a un mundo abierto de posibilidades. Como Alex, Fede, Rosa, Jorge y Walter señalan: "No hay barreras".

La pandemia ayudó a que esto se potenciase, ya que vivíamos pegados a una pantalla y consumíamos a una velocidad aún mayor. Consumir contenidos a través de los dispositivos tecnológicos se convirtió en nuestro día a día, así como el uso de plataformas como TikTok, que en varias ocasiones ha convertido canciones en éxitos internacionales. Esto ocurrió con Darell. Tal y como explica Alex Gallardo, estudiaron qué sencillos iban a lanzar como focus tracks de su nuevo proyecto, y el que no incluyeron en la lista fue el que triunfó: Lollipop. La canción se viralizó en TikTok y no tardó en arrasar en las plataformas.

Esto supone un reto para las compañías y para todas las empresas relacionadas con la industria, ya que actualmente la dinámica del fenómeno fan ha cambiado. Los usuarios se enganchan a una canción, no a un artista, por lo que mantenerlos en la cima se complica. "Es más difícil mantenerse en la cima que llegar ahí. Hay artistas que suben rápido y al año siguiente no se vuelve a hablar de ellos. Dar continuidad a las carreras se pone más complicado", declara Gallardo. "Hace años, un artista sacaba disco cada dos años y se iban de gira. Hoy los artistas sacan música todo el tiempo y viven girando", explica Walter.

Otro reto a tener en cuenta para las compañías, conociendo la velocidad a la que se consume la música y a la que un artista puede llegar a lo más alto hoy en día, es el de la salud mental. "Es un tema que siempre me gusta hablar. Que entendamos que, sobre todo, a esta nueva generación de artistas no hay que juzgarles. Hay que entender que son muy jóvenes, transitan cosas muy difíciles de vivir", explica Fede, poniendo como ejemplo el caso de éxito de Milo J que, con tan solo 17 años, acumula millones de escuchas. "Se debería hablar más de la salud mental de los artistas", concluye.

En definitiva, el consumo de la música es cada vez más acelerado, atropellado y selectivo. Ahora, tanto los artistas como las compañías deberán hacer frente a los retos de una nueva realidad que no dejará de sorprendernos.