Entendiendo el universo country de Beyoncé: quién es quién en 'Cowboy Carter'

Cowboy Carter de Beyoncé ha sido el mejor debut de un disco en plataformas digitales de lo que llevamos de año, con más de 76 millones de reproducciones en un día. La diva de Houston estrenó ayer 29 de marzo el segundo acto de su trilogía, el cual continúa la estela de Renaissance y supone una reivindicación sobre el segundo plano al que han estado relegados los artistas afroamericanos (y, prácticamente, la ausencia) dentro de un género tan arraigado como el country.

Para la creación de este octavo álbum de estudio, Queen B ha contado con jóvenes estrellas, como Miley Cyrus o Post Malone; pero también con grandes exponentes de la música sureña, como son: Dolly Parton, Willie Nelson o Linda Martell.

De momento, lejos quedan las teorías sobre la continuación de Telephone o el featuring de Rosalía. Sin embargo, aparecen colaboraciones de primer nivel con las que Beyoncé quiere aumentando su gran palmarés, como el hito conseguido hace una semana con Texas Hold 'Em, sencillo con el que se convirtió en la primera mujer negra en coronar la lista de Billboard (US) 100 Hot Country Songs.

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Ahora bien, ¿por qué ha decidido unirse a estos once cantantes y no a otros? ¿Quién es quién en el tracklist de Cowboy Carter?

BLACKBIIRD o JUST FOR FUN: una forma de dar a conocer voces emergentes

Entre los artistas que han formado parte de Cowboy Carter, encontramos cuatro nombres en BLACKBIIRD: Tanner Adell, Brittney Spencer, Tiera Kennedy y Reyna Roberts. Estas cuatro jóvenes procedentes de diferentes estados de Estados Unidos (Kentucky, Maryland, Alabama y Alaska, respectivamente) hacen country y han publicado su primer disco entre este año y el anterior.

Adell, cuyo álbum debut se titula Buckle Bunny en honor al grupo de admiradoras de los cowboys dedicados al rodeo, destaca por fusionar referencias del universo de vaqueros con coros pop y ritmos de hip-hop. Spencer, que estrenó su disco My Stupid Life en enero, cuenta con gran variedad de influencias, desde pop hasta góspel, R&B y blues; todas ellas integradas en el country. Kennedy mostrará su autenticidad a través del género, por su parte, con su primer trabajo discográfico a lo largo de 2024, con I Ain't a Cowgirl como sencillo el 26 de abril. Por último, Roberts publicó Bad Girl Bible, Vol. 1 en septiembre, donde juega con outlaw country, un sonido diferente al característico folclore típico de Nashville (cuna del género).

En Just For Fun hallamos a Willie Jones, considerado un "iconoclasta del trap-country" y llamado a ser el futuro de la música country por la revista Rolling Stones, capaz de unir lo mejor de las fiestas de barrio (Block parties) con los bailes de granero (Barn dances). Y, en Spaghetti y Sweet Bucking Honey, está Shaboozey, artista emergente a caballo entre el country folk y el hip-hop.

PROTECTOR: Todo queda en casa junto a la pequeña Rumi

En Protector, Beyoncé colabora con una 'personita' muy especial: Rumi, la hermana melliza de Sir. La pequeña del clan Carter apenas balbucea "Mom, can I hear the lullaby? Please? (Mamá, ¿puedo escuchar la nana? Por favor)". Una frase que recuerda a la breve participación de Blue Ivy en Blue (Beyoncé, 2013); o al final de Daddy Lessons (Lemonade, 2016), cuando también la hija mayor dice: "Good job, Bey (Buen trabajo, Bey)".

Este tema es una oda a la maternidad, en la que la artista expresa el amor inconmensurable que siente por sus hijos, a los que promete guiar y proteger hasta el día que abandonen el nido y vuelen para brillar por sí mismos.

SMOKE HOUR, con Willie Nelson

Para Smoke Hour, Beyoncé emplea la voz de Willie Nelson como presentador de radio. Es considerado uno de los representantes del movimiento Outlaw Country, junto a Johnny Cash, Waylon Jennings, Johnny Paycheck, David Allan Coe y Eli Radish Band, Kris Kristofferson, Hank Williams Jr. o Billy Joe Shaver.

Esta tendencia que surgió a finales de los 60 hasta principios de la década de los 80, se desmarcaba totalmente del sonido Nashville, la cuna del country, donde Chet Atkins desarrolló un estilo de música tranquilizadora, suave y cercana al pop, que hacía desaparecer el estilo honky tonk (llamado así por el bar con acompañamiento musical -tonk hace referencia a la marca de un piano-) típico del sur de Estados Unidos.

De este modo, estos dos breves interludios sirven para presentar e introducir la incursión de Beyoncé al country, un género predominantemente blanco (honky, término peyorativo empleado para referirse a las personas de raza blanca, especialmente a inmigrantes de Bohenia, Hungría y Polonia a principios de siglo XX), especialmente después de las críticas que recibió en 2016 tras su actuación en los Premios de la Asociación de la Música Country (CMAs).

El homenaje a DOLLY P y su Jolene

En esta renovada versión de Jolene, Queen B da la vuelta a la tortilla para afianzar la confianza y valor de la protagonista de la canción. Si Dolly Parton no solo llama a la cantante y recuerda a "Becky with the good hair" en Sorry y habla del ruego desesperado que hace una mujer a la amante de su marido para que no volver con él; la de Texas advierte a Jolene que el vínculo entre ella y su hombre "es demasiado fuerte para romperse".

Linda Martell, pionera del country afroamericano

En los créditos de The Linda Martell show y Spaghettii aparece, precisamente, Linda Martell. ¿Y quién es esta señora? Ni más ni menos que la primera artista femenina negra que logró éxito comercial dentro del género, en los años 70.

Asimismo, fue la primera artista afroamericana en cantar en el emblemático show radiofónico Grand Ole Opry, fundado en 1925 y retransmitido en directo desde un teatro de Nashville, más tarde desde el parque temático Opryland USA.

Con Cowboy Carter, Beyoncé hace un repaso por la historia del country desde el prisma de la cultura afroamericana y abarca pasado, presente y futuro del género, sirviendo, a su vez, de escaparate para visibilizar a más artistas negrxs en la industria mainstream.