Residente, orgulloso de contar con un altavoz con el que mostrar la fusión de arte y activismo

El pasado mes de febrero, Residente publicaba su segundo álbum de estudio en solitario, Las letras ya no importan, un trabajo que recoge un popurrí de estados de ánimo por los que ha pasado el artista durante el proceso de composición de los temas. Dicho esto, el disco nos daba a conocer la faceta más desconocida tanto en lo personal como en lo artístico, al mostrar su lado más sincero y emocional.

Sin mucho artificio, Residente se entrega en cuerpo y alma en las 23 pistas que se incluyen en el álbum, entre las que encontramos canciones, confesiones e incluso notas de voz en las que participan cantantes, actrices y hasta amistades. Todos ellos son algunos de los ingredientes que ayudan a construir un trabajo discográfico en el que chocan y se fusionan la dureza con la fragilidad, así como la dulzura y la aspereza.

Así se mostraba también el artista en su charla el periodista Fernando Navarro durante la grabación de su encuentro con el diario EL PAÍS, donde conversaron más acerca de este álbum y llegaron allá donde las canciones no lo han hecho. A pesar de que este era un álbum que no le convencía hasta que no se lanzó al mercado y lo escuchó al mismo tiempo que sus seguidores, se ha convertido en la imagen más real de todo lo que lleva por dentro.

Siendo este un disco tan variado, él mismo ha admitido que no se quiere encasillar solamente en el género del rap. De este modo, cuando se refieren a Residente como rapero, considera que le cortan las alas, artísticamente hablando. De hecho, aunque el rap sea el estilo que predomina en su discografía, lo cierto es que entre sus temas también encontramos a un Residente de lo más versátil y creativo.

Residente: "No me siento portavoz de nada"

En sus canciones también nos deja ver sus aspiraciones y su opinión respecto a diversos temas de rigurosa actualidad, aunque eso también lo hace públicamente cuando tiene oportunidad. Es por ello que se ha convertido en un referente para miles de personas alrededor del mundo, como por ejemplo al posicionarse en contra de la guerra en Gaza o al alzar la voz contra las injusticias políticas en Latinoamérica.

Pese a ello, al igual que no quiere que le etiqueten como rapero, tampoco quiere que lo hagan como representante de ninguna de estas causas. En esta charla, el periodista menciona que Trueno, compañero de industria de Residente, le calificó como "portavoz de Latinoamérica", y aunque esto suponga una gran responsabilidad y un orgullo, el artista prefiere no sentirse y que lo definan como tal.

En este sentido, el puertorriqueño dijo: "No me siento portavoz de nada", explicando que se debe a la presión que ejercían los medios sobre él cuando la gente empezó a conectar con él cuando era más joven por sus discursos claros y directos. Dicho esto, reconoce que esta visión es gracias a la suerte que ha tenido de poder conocer distintos rincones del continente y contar con un altavoz que pocos tienen: el de ser cantante y poder conectar con las personas gracias a sus composiciones. Sobre esto, cuenta que es todo un sueño haber conseguido dedicarse a lo que le gusta de esta manera en la que conjuga su lado artístico con su lado activista.