Andrea Bueno y Álvaro Álvarez, la sorpresa en el debate final de ‘La isla de las tentaciones’
La pareja se reencuentra con la tentadora que puso su relación en jaque: Mónica
Andrea Bueno y Álvaro Álvarez, en 'El debate final de las tentaciones'. / Mediaset
Andrea Bueno era la benjamina de la séptima edición de La isla de las tentaciones y no pasó desapercibida pese a que no estuvo demasiado tiempo. Ya desde el primer día dejó claro que tenía problemas para controlar su carácter y los celos le jugaron una mala pasada.
Había llegado a la isla con su novio, Álvaro Álvarez que estaba dispuesto a demostrarla que podía confiar en él después de haberla decepcionado en alguna ocasión durante su relación.
Pero una tentadora hizo explotar todo. Mónica aseguró que se había fijado en él y le puso su collar. Luego él le dio una cita y eso hizo estallar a Andrea que nos regaló varios de esos momentos que nos llegan a hacer sentir vergüenza ajena con patadas y gritos incluidos.
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En la primera hoguera, tras ver a su chico bailando con la tentación, no pudo aguantar más e hizo la maleta para irse. El programa la convenció para tener una hoguera de confrontación y solucionar las cosas, pero no parecía muy dispuesta a darle más oportunidades a Álvaro y acabaron yéndose cada uno por su lado.
Ocho meses después
Les vimos en el reencuentro ocho meses después. “Centrada en mi negocio y mi familia, pero esto me ha pasado factura, porque yo venía buscando respuestas y me he ido más perdida todavía”, le contaba Andrea a Sandra Barneda en aquel momento.
Se reía repasando las imágenes de su paso por el reality y es que la otra opción era echarse llorar, cosa que acabó haciendo. Contó que tras la hoguera ella y Álvaro decidieron darse otra oportunidad, pero la cosa no funcionó y acabaron rompiendo.
Tres meses después
Ahora, volvíamos a verles en el debate final. Primero hablaba Andrea. "El programa es el que es y a mí eso me vino grande. Soy de mecha corta y a mí el pensar que mi novio está en la villa con 10 tías, pues me imagino ya sacando cabezas como gambas", aseguraba mientras volvía a salir a relucir el baile que lo dinamitó todo.
"Un baile no es una situación extrema. Creo que hay que estar preparados en esta vida para que haya situaciones con nuestra pareja de cenas con amigos, bailes o diversión en las que no pase nada. Hay que aprender y no se trata de mecha corta sino de aprender de confiar en ti y en la pareja, porque si no mejor que no estés en pareja", le decía Sandra Barneda.
No podía faltar Álvaro que entraba en plató y le pantaba un beso en la boca a Andrea, nos dejó claro que seguían juntos. “Tenía ganas de besarla y que lo supiera todo el mundo”, aseguraba él.
En estos tres meses entre un programa y otro, reconocían que habían tenido una montaña rusa de idas y venidas en su relación. Pero finalmente, han logrado permanecer unidos y superar su problema de celos.
"Ya no hay esos celos, ella, desde el primer momento de la relación se ha podido ir donde ha querido y yo, ahora, por ejemplo, creo que también. Creo que me está dando mi espacio. Ella ya ha aprendido a controlarse y a controlar ese temperamento", aseguraba Álvaro que reconocía que esta experiencia le ha ayudado a “valorarme a mí mismo y muchas cosas más, pero no repetiría la experiencia por mí porque los últimos días me quería ir". Esta última afirmación non convencía a todos los colaboradores que piensan que era más bien lo contrario, se le veía con ganas de vivir la experiencia.
Reencuentro con Mónica
En este debate final tenían que enfrentarse nuevamente a Mónica que llegaba para decir que, a ella, el que realmente le gustó desde un primer momento fue Álvaro.
Andrea ha demostrado que ahora sabe controlarse mejor, pero eso no evitó que volviera a asegurar que la soltera era una mosquita muerta. Y la mosquita muerta encendió la mecha al asegurar que, pese a haberse acostado con Adrián, el que le gustaba era Álvaro.
Los colaboradores, en general, opinaban que Álvaro estaba cohibido por la presencia de su novia y le cayó una buena por esta actitud. La que no se quedó callada fue Mónica que insistía en que a ella quien le gustaba era Álvaro que, sin embargo, quedó claro que él prefería, hablando de solteras a Eva, algo que también confirmó Borja.
Unas palabras que llevaron a Mónica a asegurar que el mosquito muerto, en realidad, era Álvaro que lo que buscaba era fama. Pero ahí salía en defensa su chica que aseguraba que no creía que se hubiera liado con ella de haber continuado. Algo con lo que Mónica no parecía estar de acuerdo.
Al margen de lo que cada uno piense, lo cierto es que Andrea y Álvaro están juntos y son ellos los que tienen que vivir su relación como crean más conveniente. No estaría mal vivir otro reencuentro dentro de un año.
