Las abuelas por el clima que han conseguido condenar a Suiza por inacción ambiental

La histórica sentencia es la respuesta a una demanda de un grupo de mujeres mayores que ya se han convertido en heroínas en la lucha contra el cambio climático.

Foto: KlimaSeniorinnen.

Ha sido una de las noticias medioambientales de la semana. Y, probablemente, de lo que va de 2024. Este martes, el Tribunal de Derechos Humanos Estrasburgo dictaminaba que la inacción climática atenta contra los derechos humanos, por lo que condenaba al gobierno de un país concreto, Suiza, por incumplir sus obligaciones en esta materia.

La sentencia era la respuesta a la demanda de un grupo de ancianas, de las que más de la mitad tienen más de 75 años, y que se han convertido en una inspiración para todas aquellas personas que luchan contra el cambio climático. Al fin y al cabo, se trata de una sentencia histórica: nunca antes el Tribunal se había pronunciado por primera vez sobre la responsabilidad de los Estados en la lucha contra el cambio climático.

Suiza ha "incumplido sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el cambio climático", según la sentencia

En su argumentación de la sentencia, el tribunal establece que Suiza ha "incumplido sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el cambio climático" y que había violado el derecho al respeto de la vida privada y familiar. Se trata, además, de fallo vinculante, por lo que puede influir en la normativa de 46 países y territorios de Europa.

Pero, ¿cuándo y cómo surgió la idea de demandar a un país? Para entender la indignación de este grupo de mujeres es necesario viajar hasta 2016. Concretamente al verano de aquel año, cuando el país helvético sufrió una severa ola de calor. Durante una de sus reuniones habituales, este grupo de mujeres empezó a hablar sobre las consecuencias para su salud que suponían estas temperaturas de récord, y decidieron fundar una asociación: Ancianas por el clima en Suiza (KlimaSeniorinnen). Seis años después, en el verano de 2022, la ola de calor fue aún peor, y provocó 474 muertes en todo el país. Todos los fallecidos tenían más de 75 años y el 60% eran mujeres. Una situación que animó a más y más mujeres a unirse al colectivo. Si en la primera asamblea fueron 40, hoy son más de 2.000.

“Lo hacemos por nuestros hijos”

“No estamos hechas para sentarnos en una mecedora y tejer”, declaró Elisabeth Stern, de 76 años, a la cadena británica BBC. "Sabemos estadísticamente que en 10 años desapareceremos. Así que hagamos lo que hagamos ahora, no lo haremos por nosotras mismas, sino por el bien de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos", añadió.

Al movimiento se han ido sumando mujeres de todas las edades e incluso procedencias. Una de las últimas en hacerlo ha sido la conocida activista sueca Greta Thunberg, que celebró la sentencia junto a las mujeres de KlimaSeniorinnen en la propia ciudad de Estrasburgo.

Pese a que la noticia ha sido recibida con entusiasmo por activistas de todo el mundo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha tumbado otras dos demandas similares, una presentada por por seis jóvenes portugueses contra Portugal y contra otros 31 países europeos, y que había obtenido mucha más repercusión en los medios de comunicación, y otra tras la que está Damien Carême, exalcalde de la ciudad francesa de Grande-Synthe.