La emotiva carta de Francis Bean Cobain a su padre en el 30 aniversario de su muerte: "Ojalá lo hubiera podido conocer"

El 5 de abril de 1994, el vocalista y líder de Nirvana era encontrado muerto en su casa de Seattle tras quitarse la vida de un disparo en la cabeza

Kurt Cobain, su mujer Courtney Love y la hija de ambos, Frances Bean Cobain / Terry McGinnis

El 8 de abril de 1994, el mundo de la música y el planeta quedaron conmocionados por el suicidio del vocalista y líder de Nirvana, Kurt Cobain, a los 27 años, muerto tres días antes, el 5 de abril. La estrella del grunge era encontrado muerto en su casa de Seattle tras quitarse la vida de un disparo en la cabeza.

Su adicción a las drogas, los problemas de salud o en su matrimonio con Courtney Love y la presión de la fama pudieron con Cobain, que nunca había llegado a superar el divorcio de sus padres. Junto al cuerpo de la estrella del grunge se encontró una carta que la policía catalogó como su nota de suicidio.

Ahora, en el 30 aniversario de su muerte, su hija Francis Bean Cobain ha publicado en redes una profunda reflexión sobre la pérdida de su padre, acompañada por una serie de fotografías. La compartió el pasado 5 de abril en su perfil de Instagram.

Frances Bean Cobain en 2018.

Frances Bean Cobain en 2018. / WWD

“Hace 30 años terminó la vida de mi padre”, escribió, compartiendo una imagen de las manos del músico, tomada por Michael Stipe, el líder de R.E.M. (Stipe es su padrino y la actriz Drew Barrymore su madrina), seguida de un par de fotos de ellos juntos. “La segunda y tercera foto capturan la última vez que estuvimos juntos mientras él aún estaba vivo. Su madre, Wendy, a menudo presionaba mis manos contra sus mejillas y decía, con una tristeza adormecedora: 'Tienes sus manos'. Ella las olía como si fuera su única oportunidad de abrazarlo un poco más, congelado en el tiempo. Espero que ella esté sosteniendo sus manos dondequiera que estén. En los últimos 30 años, mis ideas sobre la pérdida han estado en un estado continuo de metamorfosis. La mayor lección que he aprendido a través del duelo durante casi todo el tiempo que he estado consciente es que tiene un propósito. La dualidad de vida y muerte, dolor y alegría, yin y el yang, deben existir uno al lado del otro o nada de esto tendría significado alguno. Es la naturaleza misma de la existencia humana la que nos arroja a las profundidades de nuestras vidas más auténticas. Resulta que no hay mayor motivación para inclinarse hacia la conciencia amorosa que saber que todo termina”, escribió Francis.

“Ojalá hubiera podido conocer a mi padre. Ojalá hubiera conocido la cadencia de su voz, cómo le gustaba su café o cómo se sentía al arroparse después de un cuento antes de dormir. Siempre me he preguntado si habría atrapado renacuajos conmigo durante los calurosos veranos de Washington, o si olía a Camel Lights y Nesquik de fresa (sus favoritos, me han dicho). Pero también hay una profunda sabiduría en un camino acelerado para entender lo preciosa que es la vida. Me regaló una lección de muerte que solo puede llegar a través de la experiencia VIVIDA de perder a alguien. Es el don de saber con certeza, cuando nos amamos a nosotros mismos y a los que nos rodean con compasión, con apertura, con gracia, más significativo se vuelve nuestro tiempo aquí”, cuenta Bean Cobain.

“Kurt me escribió una carta antes de que yo naciera. La última línea dice, "donde quiera que vayas o donde quiera que vaya, siempre estaré contigo. Mantuvo esta promesa porque está presente de muchas maneras. Ya sea escuchando una canción o a través de las manos que compartimos, en esos momentos puedo pasar un ratito con mi papá y él se siente trascendente”, continúa la hija de uno de los músicos más influyentes del siglo XX.

“Para cualquiera que se haya preguntado cómo habría parecido vivir junto a las personas que han perdido, hoy te tengo en mis pensamientos. El significado de nuestro dolor es el mismo”, termina diciendo Francis.

Frances Bean Cobain, Courtney Love y Kurt Cobain, en una imagen de archivo.

Frances Bean Cobain, Courtney Love y Kurt Cobain, en una imagen de archivo. / Barry King

La hija de Kurt Cobain y Courtney Love nació 18 de agosto de 1992, veinte antes después de la muerte de su padre. Fue la única hija que tuvo el tormentoso matrimonio, quienes llegaron a perder su custodia, aunque meses después la recuperaron. La última vez que padre e hija se vieron fue el 1 de abril de 1994 en un centro de rehabilitación en Los Ángeles en el que el cantante estaba ingresado. Esa noche, Kurt se escapó de allí y fue encontrado ochos días más tarde muerto con una herida provocada con una escopeta.

Ana de la Morena

Periodista y redactora de LOS40 Classic.