Especial
Beyoncé, una gigantesca mina de demandas
Solo hay que poner en Google, ‘Beyoncé + demandada’, y el resultado es asombroso
Por practicar “brujería extrema” y “magia negra”, por causar molestias a un vecino, por robar un ‘sampler’, por tener una web que discrimina a las personas ciegas o por plagiar canciones. También por hacer 'copy-paste' de unos leggins con tachuelas, de ‘calcar’ una coreografía o de ‘fusilar’ las imágenes de tres submarinistas canarios en un videoclip. Aunque no todo se resuelve judicialmente, lo cierto es que el bufete de abogados de Beyoncé es asiduo a los tribunales. No da abasto. Quizá, una de las primeras demandas que recibió la diva se produjo poco antes de debutar en solitario. El 15 de Abril de 2003, la agencia que la representaba reclamó judicialmente su 10% de comisiones que la cantante se había negado a pagar.
Estaba a punto de debutar en solitario con 'Dangerously in Love', cuando recibió la noticia. La prestigiosa agencia de modelos Wilhelmina, pretendía llevarla a los tribunales. La cantante había firmado un acuerdo con la empresa neoyorkina - en Marzo de 2001 - para que la representara en exclusiva en todos los asuntos comerciales, excluyendo su trabajo en la música y en el cine. Pero Beyoncé, que se había convertido en la imagen de L’Oreal (por alrededor de un millón de dólares) poco después, decidió que “no tenía intención de pagar”. El 15 de Abril de 2003, la agencia reclamó por vía judicial el 10% que le correspondía, según lo acordado, además de futuras comisiones de los dos años que aun quedaban de contrato con la firma de cosméticos. Dos años después, Wilhelmina ganó la batalla judicial. El Tribunal Supremo de Nueva York dictaminó que la cantante debía pagar más de un millón de dólares a los demandantes.
Boquiabierta se debió quedar Queen Bey cuando, en 2018, la tres veces ganadora del Grammy, además de destacada batería y vocalista, Kimberly Thompson, se ‘ensañó’ con ella. Después de trabajar en su equipo durante 7 años, decidió denunciar a la cantante. Y lo que reclamaba era de lo más disparatado. Acusaba a Beyoncé de practicar “magia negra” y “brujería extrema” y aseguraba haber sufrido sus “hechizos mágicos de abuso sexual”. Además, alegaba que la artista había “asesinado a mi gatito”, que controlaba sus finanzas y había intervenido su teléfono Pedía una orden temporal de alejamiento. La demanda terminó prosperando. Pero al final, la batería no se presentó en el juzgado y fue desestimada.
En 2019, Mary Conner, una fan invidente de la estrella de Texas, demandó a su compañía, Parkwood Entertainment LLC. Alegaba que Beyonce.com discriminaba a las personas ciegas y que la ‘interface’ era inaccesible para usuarios con incapacidad visual. Según lo descrito, tenía “numerosas barreras que limitaban su acceso a los productos y servicios ofrecidos en el sitio web". La querella aducía que la web oficial de Beyoncé violaba la Ley de Americanos con Discapacidades. Pretendía forzar a Parkwood a rediseñarla, además de una compensación por daños para cualquier individuo ciego en Estados Unidos que hubiera intentado y no podido acceder al sitio.
Phillip Markowitz, un vecino de Hollywood Hills, demandó a Beyoncé en 2020. La cantante y su equipo habían ‘invadido’ el vecindario durante el rodaje de su vídeo ‘Why don’t you love me?’, causando molestias en su tranquilo barrio. Al hombre le habían despertado bruscamente a las 07:00 am del 26 de marzo, y aseguraba que le impidieron salir de su casa porque tenían bloqueada la entrada. Además de ruidos e intrusión en su intimidad, Markowitz aseguraba que se acumuló una cantidad innecesaria de gente en los alrededores de su vivienda. El rodaje se prolongó hasta las 23:00 pm. Solicitaba 25.000 dólares en concepto de daños. El caso se resolvió extrajudicialmente, si bien el Tribunal Superior de Los Ángeles había desestimado el caso. Según el abogado del demandante, recibió “un pago modesto, pero apropiado… nadie se hizo rico, nadie se hizo pobre”.
Un caso muy sonado de ‘sustracción indebida’ de un ‘sampler’ se produjo en 2017. Los herederos del rapero y ‘youtuber’ de Nueva Orleans Anthony Barré, también conocido como Messy Mia, demandaron a Beyoncé, reclamándole 20 millones de dólares en concepto de ‘royalties’, por haber utilizado la voz del artista en su canción ‘Formation’ sin pedir permiso. La voz de Barré, que fue asesinado a tiros a los 22 años en 2010, se puede escuchar durante 10 segundos al principio del tema, ‘What happened at the New Orleans. Bitch, I'm back by popular demand’.
Knowles ha sido acusada de plagio más de una vez y no siempre el caso ha pasado por los tribunales. En 2010, la firma islandesa E-label saltó a la prensa cuando alegó que la nueva colección de otoño presentada por Beyoncé, Déreon, les había robado su diseño de leggins con tachuelas. Según declaró el co-propietario de la firma al Mail, la cantante había comprado un par de sus leggins en la tienda londinense Topshop y cuando vio los de su colección… “Pensé que llevaba nuestros leggins. Prácticamente eran un 'copia-pega'”. Por otra parte, y supuestamente, Beyoncé también copió la coreografía que hizo en los premios Billboard 2011 cuando interpretó ‘Run the world (girls)’. La artista italiana Lorella Cuccarini hizo una actuación exactamente igual un año antes, en Sanremo. Pero no la demandó. Le halagaba que una diva tan poderosa como Bey se ‘inspirara’ en su trabajo.
Por último, se podrían añadir las amenazas de denuncia de tres submarinistas de la Isla de Hierro. Los jóvenes consiguen imágenes espectaculares en el mar: caminando o corriendo sobre el agua, volando bajo el mar, haciendo malabarismos imposibles… Sus trucos gustaron tanto a Beyoncé que se interesó por ellos y sus productores contactaron con los canarios en 2015. Después de intercambiar emails e ideas, el equipo de la diva no volvió a dar señales de vida. Pocos meses después, salió el vídeo de ‘Runnin (Lose It All)’ de Naughty Boy en colaboración con Beyoncé y Arrow Benjamin. Era idéntico al de los submarinistas.
Por incumplimiento de contrato con una empresa de videojuegos, por el nombre de su fragancia, por utilizar un logo de forma indebida, por plagiar canciones. Es un hecho que, a lo largo de los años, a Beyoncé no han parado de crecerle las demandas o las amenazas de demanda. Habitualmente, ni ella ni sus abogados se pronuncian públicamente sobre estos asuntos. Pero solo basta poner en Google, ‘Beyonce + demandada’, y el resultado que aparece es asombroso.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop