Noche de secretos desvelados en ‘Supervivientes: Tierra de Nadie’ con reacciones para todos los gustos

Este martes noche hemos vivido una noche llena de sorpresas en Supervivientes: Tierra de Nadie. Por un lado, Carlos Sobera ha anunciado repesca que devolverá, este jueves, un expulsado de nuevo al concurso. Además, hemos asistido a la investigación sobre si Marieta desveló a sus compañeros el secreto de la existencia de Playa Limbo. Y, por si fuera poco, Kiko Jiménez, Blanca Manchón y Arantxa del Sol han llegado a palapa para saludar a sus compañeros.

El presentador ya avisaba que había tres secretos que iban a descubrir y el primero de ellos era Kiko Jiménez que entraba dejando a unos como si nada (porque ya conocían su existencia) y a otros con la boca abierta.

Kiko contaba que llevaba en Honduras desde el primer día y que había sido el culpable de los robos en Playa Olimpo. Además, les dejaba claro que es concursante de pleno derecho y, por tanto, compañero y rival de todos ellos.

Eso sí, a medida que iban hablando, iba creciendo la tensión porque, como él mismo aseguraba, tenía información de todos ellos. Cuando Sobera la preguntaba si había alguno con el que pensase que no se iba a llevar bien, suspiraba, “es que, menudo repertorio”. Y acababa confesando que tiene algún prejuicio con Gorka y con Miri. “Y con Ángel también, en verdad, con todos”, aseguraba dejando claro que de ellos tres la información que había recibido era más negativa que positiva.

Segundo secreto

El segundo secreto era Arantxa del Sol que entraba sonriente y daba un cariño beso a Arkano, el compañero con el que más complicidad ha sentido. “Estoy feliz y muchas gracias por esa nominación, me ha dado la vida”, les decía a sus compañeros.

Además, dejaba claro que Kiko Jiménez, o Kiko de Linares, como lo llama ella, le ha hecho muy feliz estas dos semanas y se lleva un gran amigo.

El que todos pensábamos que también lo era es Ángel Cristo que fue su apoyo en el primer equipo que tuvieron en el que Carmen Borrego y Kike Calleja no le pusieron las cosas fáciles. Por eso, muchos se quedaron de piedra al escuchar que “a Ángel Cristo no lo quiero ni ver, no quiero ni hablar de este señor, para mí no existe”.

Por más que insistía el presentador, Arantxa se negaba a hablar de Ángel que, por su parte, se quedaba a cuadros y sin entender nada. “Yo ya estoy acostumbrado a ser el malo de la edición y asumo el papel”, aseguraba.

Tercer secreto

Y todavía quedaba por entrar Blanca Manchón, la última compañera de la que se habían despedido. Muchos de ellos coincidían en señalar que los concursantes de Playa Limbo estaban resplandecientes y muy guapos.

“Es surrealista, no me esperaba volver, aunque me lo he currado bastante para volver, quería estar aquí, creo que me fui injustamente. Me encanta volver a verles las caras a todos. Quiero empezar de cero, pero es verdad que en Limbo se han movido muchas las cosas y nos hemos dado cuenta de muchísimas cosas que nos hacen volver con otras energías y otra forma de ver el grupo”, explicaba la deportista.

Dejó clara que ella tenía la conciencia tranquila y que se le volvió en contra intentar ser buena compañera con todos, “aquí tienes que tener aliados, yo llegué tarde a esas alianzas y por eso salí fuera, así que, vuelvo ahora siendo cien por cien yo, pero con cierta información que me va a ayudar a no quedar como una tonta”. Y añadía que “ahora sabría en quién confiar y en quién no”.

Reparto de equipos

Con los tres nuevos concursantes, había que reubicarlos en los dos equipos existentes. Cada uno de los habitantes de Playa Olimpo puso el nombre del concursante que querían que se sumase a su equipo y todos, salvo Arkano que votó por Blanca, escogieron a Kiko. En Playa Condena recibió todos los votos y fue allí donde se fue el concursante.

Blanca se fue a Playa Olimpo, gracias al voto de Arkano. Y Arantxa, la única que no recibió votos, se fue a Condena porque en ese equipo había uno menos. Allí coincide de nuevo con Ángel Cristo, pero permanece junto a Kiko Jiménez. Aun así, se venía abajo con la situación y acababa llorando.

Veremos cómo resulta la convivencia a partir de ahora. Y eso que ellos no saben todavía que hay repesca.