Especial
Los Nothing Ear (a) son sorprendetemente buenos
Nothing demuestra que no hay motivos para gastar más de 100 euros en unos auriculares
Nothing presentó ayer dos nuevos auriculares que “reseteaban” el audio portátil de su catálogo. Sus Nothing Ear (2), que hasta ahora eran el ‘buque insignia’, han sido reemplazados por los nuevos Nothing Ear (sí, se pierde la numeración) y llegan a un precio de 150 euros; en torno a lo que marca el mercado por unos auriculares in-ear premium.
Luego están los Nothing Ear (a), unos auriculares que recortan el precio hasta los 100 euros y cuya hoja de especificaciones es prácticamente idéntica a la de los Ear de 150 euros.
Hemos podido probar estos Ear (a) y, pese a que no podemos hacer una comparativa porque no hemos tenido acceso a los Ear, sí os diremos que nos cuesta mucho concebir gastar más de 100 euros en unos auriculares.
El titular habla de “sorpredentemente buenos”, pero esa sorpresa no llega porque no esperáramos un buen producto de Nothing; llevan ya algún tiempo con el audio portátil (de hecho, la marca nació con unos auriculares) y habiendo probado los Ear (2) del año pasado no cabía duda de que saben lo que hacen. La sorpresa llega porque los nuevos Ear (a) son ahora los auriculares baratos del catálogo de Nothing, tienen la misma estética y detalle que sus hermanos mayoes y salvando un cambio en el estuche y un recorte en la certificación impermeable, parecen prácticamente el mismo dispositivo.
No voy a hablaros de números; para eso está la hoja de especificaciones y la web de Nothing, donde tendréis todos los detalles. Voy a contaros mi experiencia con ellos tras un par de semanas llevándolos en el bolsillo.
Lo más importante para mí; son muy cómodos. Mis orejas estaban acostumbradas a los Ear (2) y los llevaba sin ningún tipo de molestia por largos periodos de tiempo. La buena noticia es que Nothing ha seguido la famosa regla de “si no está roto, no lo arregles” y tenemos unos auriculares con un diseño virtualmente idéntico al flagship del pasado año.
El sonido es impecable. Las frecuencias bajas tienen todavía más cuerpo y potencia de la que daba Nothing hasta ahora, los medios tienen cuerpo y los agudos son delicados y nada irritantes. Además, la aplicación de Nothing X permite configurarlos al gusto, potenciando o debilitando las frecuencias que elijamos, por lo que podemos conseguir el sonido que buscamos con mucha facilidad.
La cancelación de ruido también ha dado una vueltecita de tuerca tecnológica. Las sesiones en gimnasios 'trendy' con la música general a toda pastilla no serán un problema si quieres escuchar un podcast con tranquilidad y en el viaje en transporte público tendrás que estar atento porque no escucharás las paradas si no llevas activo el modo “transparente”.
El estuche de carga cambia el diseño. Los Ear mantienen la caja que tenían y estos Ear(a) tienen un estuche algo más bajito y alargado con forma de ‘tupperware’, como una pequeña fiambrera con tapa de plástico. Esta pequeña fiambrera es la que no alcanza el certificado de impermeabilidad que tienen los Ear, pero si somos personas sensatas y no nos tiramos a la piscina con el estuche de carga de nuestros auriculares todo debería ir como la seda.
Por lo demás, de nuevo sin daros datos específicos, cargará vuestros auriculares como por arte de magia y parecerá no perder su carga interior con el paso de los días. He aguantado dos semanas enteras utilizando los auriculares de forma ocasional (sesiones de algo más de 1 hora) y devolviéndolos al estuche de carga al acabar y no he tenido que poner el estuche a cargar todavía, por lo que entiendo que es una clara victoria para Nothing en este apartado. Parece que habrá que ser muy descuidado para quedarse sin música en los viajes.
¿Cuál es el “pero”? ¿Por qué estos auriculares cuestan 100 euros habiendo otros que Nothing vende por 150? Pues, sinceramente, no lo sabemos. De cuantos he podido probar (y han sido muchos estos últimos años), estos Nothing Ear (a) son los mejores in-ear que he llevado en las orejas hasta hoy. Son los más cómodos, tienen el mejor sonido y ese diseño de patilla transparente les da algo especial. Sobre el papel, Ear y Ear (a) tienen las mismas especificaciones (salvando las diferencias en el estuche de carga y que los Ear(a) aguantan vivos algo más) pero no podemos hablar de lo no hemos probado, así que podemos resolver esa pequeña batalla en la que todo queda en casa.
Sí podemos decir que los Ear(a) son de lo mejor que tiene el mercado ahora mismo en audio portátil y que su diseño enamora. Y que con una etiqueta de precio de 100 euros, cuesta mucho justificar un gasto mayor en unos auriculares.