Madison Beer se convierte en Megan Fox en el videoclip de 'Make You Mine'

Si alguien podía reencarnar a Megan Fox, no podía ser otra que Madison Beer en el videoclip de Make You Mine. A pesar de que este tema no es nuevo, puesto que lo conocemos desde hace ya casi tres meses, la artista apareció hace un par de días anunciando que en breves sus fans podrían descubrir algo muy interesante, y no se trataba de otra cosa que de la película que ha montado para acompañar a esta canción.

La espera duró tan solo 24 horas, pero fue suficiente para atraer las miradas de millones de personas que ya han disfrutado del homenaje que ha montado la cantante hacia la actriz Megan Fox, y más concretamente hacia su papel en el icónico largometraje Jennifer's Body. En este videoclip, Madison Beer ha recreado algunas de las escenas más destacables de esta película en la que veíamos hace ya 15 años otra historia típica de instituto estadounidense.

La peculiaridad de esta trama es que la protagonista está poseída por un diablo, que la hace matar a sus compañeros de clase, aunque su mejor amiga se esfuerza en impedir que eso ocurra. No hace falta ser muy avispado para ver este espejismo en los visuales que presenta la cantante, puesto que lo hace sin ningún tapujo. Además, no es solo que la historia de Madison Beer esté inspirada en el título dirigido por Karyn Kusama, sino que ha tomado como referencia muchos planos y los ha calcado, aunque a su manera y con un estilo más actual, que acompañan a la perfección este tema tan pegadizo.

Madison Beer juega con la sensualidad y el terror en Make You Mine

Desde los andares de la protagonista por los pasillos del instituto hasta la conversación con su amiga junto a las taquillas, pasando por el momento en el que aparece nadando sola en la piscina. Sin lugar a dudas Madison Beer ha utilizado una de sus películas favoritas para captar la atención no solo de los seguidores de su música, sino también de los grandes cinéfilos que no querrán perderse cómo la cantante ha captado la esencia de este guion de una manera única.

Eso sí, la cantante también ha dejado espacio para su imaginación y la historia que hay tras la canción que ha compuesto. Jugando con la fantasía y la realidad al mismo tiempo, nos canta cómo es la lucha interna entre la idealización de una persona y el deseo de hacer realidad todo aquello que te imaginas haciendo con ella. La insistencia y la intensidad de sus versos reflejan estupendamente el deseo de propiedad y exclusividad, que acaba con una tensión entre Madison y su mejor amiga que te hace querer ver cómo se resuelve la historia en ese mismo instante.

Y es que esa es precisamente la magia y el magnetismo que tan especial hace Make You Mine y la pieza audiovisual que trae consigo. Un cortometraje de poco más de cuatro minutos que te hace no querer despegar los ojos ni un solo segundo, porque desde el principio quedas atrapado en esta sensual y terrorífica historia con toques de pop contemporáneo y muchas influencias R&B.