¿Qué pasa después del videoclip de ‘Akureyri’, lo nuevo de Aitana y Sebastián Yatra?

Ya es 26 de abril y toca viajar a Akureyri. Aitana y Sebastián Yatra se han propuesto que el mundo se pare y llore a moco tendido con su tercera colaboración juntos. Porque Akureyri, tanto la canción como el videoclip, es especial por lo que cuenta y lo que significa. Cuando la española y el colombiano cantaban Corazón sin vida o Las dudas no había sentimientos de por medio, eran solo amigos. Sin embargo, este featuring va más allá, tira de lo que ha sido y es su relación personal y por eso han querido ofrecer al fandom de todo el mundo una escena postcréditos.

A la persona que vea el videoclip de Akureyri le sorprenderá su duración: cinco minutos y diecinueve segundos. No, la canción no es tan larga, lo que ocurre es que Aitana y Sebastián Yatra, conscientes de lo especial que es este lanzamiento, han querido dejar un regalo a sus seguidores. Para recuperarnos de esa última escena en la que cada uno coge caminos por separados – después de cantar aquello de “si estamos tú y yo, que no brille el cielo no importa; tú me alumbras mucho más y esa luz nunca se irá” – los cantantes dejan los recuerdos de su primer viaje a Islandia juntos, recuerdos que, por cierto, nunca subieron a sus redes sociales.

Al estilo de cualquier película de Marvel, Akureyri tiene una escena postcréditos en la que muestran muchos momentos vividos en junio del año pasado. Aitana, que ya fue en 2015 con su familia, quiso volver a Islandia para celebrar su 24 cumpleaños junto a Yatra – ahí todavía eran novios – e inmortalizaron su paso por el país nórdico.

“¿Tú viniste aquí hace cuanto?”, le pregunta el colombiano mientras caminan por una carretera camino a uno de esos paisajes preciosos que esconde Islandia. “Estás a nada de cumplir 24 años, ¿qué estás pensando?”, le vuelve a preguntar Yatra a Aitana cuando ella entra en un jacuzzi ubicado en una localización única. “Que tengo mucho frío y mucho calor a la vez”, contesta. Aitana y Sebastián Yatra también comparten risas, paisajes increíbles y miradas cómplices. ¡Él hasta le canta el cumpleaños feliz en pijama!

Sin embargo, esa escena postcréditos deja un sabor agridulce. Porque Akureyri es una balada bonita, pero triste. Y ver los momentos tan felices que vivió la pareja cuando todo iba bien no es bueno para los que estén pasando por una ruptura tormentosa. Eso sí, lo último que se pierde es la esperanza y, a juzgar por los últimos movimientos de Aitana y Sebastián Yatra, todo parece indicar que al final sí triunfó el amor.