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‘Nadie más’, la canción que empodera a Natalia Rodríguez a lo Dita Von Teese: “Pensé que me iba a morir y de amor nadie se muere”
Nos cuenta todos los detalles de esta nueva canción y su videoclip
Natalia Rodríguez fue la benjamina de OT1 y muchos han pensado en ella cuando este año asumían ese papel Ruslana y Martin. Claro que hay mucha diferencia entre cómo era ella cuando entró en la academia y cómo son ellos. Ha tenido la oportunidad de hablar con algunos de los chicos y les ha dejado claro que tienen que evitar a toda costa compararse.
Ella lo ha aprendido en sus más de 20 años dedicada a la música en la que ha sido pionera en muchos aspectos y ha cogido las riendas de su carrera tomando todas las decisiones que concernían a su proyecto.
Ha tenido un gran año profesional y todo apunta a que va a continuar así y, buena prueba es Nadie más, su más reciente single en el que nos muestra su lado más empoderado.
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Ha pasado un año desde su última canción, en la que lloraba desolada por una ruptura. Pero en estos meses ha sanado y afronta la vida de otra manera, el amor también y lo ha volcado en un tema muy de su estilo del que hemos podido hablar con ella.
Vamos a repasar algunos versos y lo que significan para ti: “Mi corazón se congeló, dejó de palpitar”. No te veo a ti tan fría con lo sentimental que eres.
Llegó un momento en el que mi corazón se congeló literalmente y tuvo tanto dolor que dejé hasta de sentir. He pasado por eso y las personas somos tontas porque pensamos que nos vamos a morir de amor y, -esta frase ahora sí puedo decirla, pero yo pensé que me iba a morir- y de amor nadie muere.
“Me olvido de los dramas con el champán”… con la vida tan sana que tú llevas.
Cuando estás en tu peor momento que lo ves todo muy dramático y super oscuro…
No te pega salir a beber.
No, yo no soy muy de beber alcohol, no soy de borrachera. Soy más de acudir al gimnasio. Lo que he hecho para sanar y estar bien es coger mis zapatillas de deporte e ir a correr por la naturaleza. Tengo una dehesa al lado de casa y me voy ahí a caminar, lo de emborracharme no va conmigo, pero es ese toquecito de glamour.
“Él me cantaba La Bachata de Turizo en el coche”, ¿no le habrás cogido manía al colombiano?
No, no le cogido manía, me encanta la canción, pero sí que cuando la escucho, la quito de la radio y amo a Turizo, pero esta canción me trae recuerdos e intento pasarla.
Esta semana mostrabas los moratones que te habías hecho rodando el videoclip, ¿qué has hecho?
Algo que no había hecho nadie aquí. Como soy una loca y me gusta probar cosas… bailando dentro de una copa. El metacrilato cortaba, arañaba, resbalaba y yo haciendo poses como si fuera una gogó super elástica y yo no tengo nada de flexibilidad, pues acabé muerta. El resto del día me quería pegar un tiro. Como la canción dice eso de “me olvidé de los dramas con el champán”, pues dentro de la copa, las cosas que se me ocurren. Me creía una diva de los años 50, como Dita Von Teese, me sentía como ella, dándolo todo dentro de la copa y quería dar esa imagen de glamour. Pero me duele todo el cuerpo. Tengo moratones en las piernas, en la espalda, en los brazos, arañazos, estoy magullada entera. Ha sido muy duro de grabar. También he rodado en una piscina que hicimos en el estudio con el agua helada, haciendo coreografías que resbalaba. Y haciendo un guiño a Vas a volverme loca. Y tiene también un guiño a mi disco Nada es lo que crees. Hay una parte de la canción que digo, “yo me río de los chicos del ayer, no lo ves, no sé qué piensas, pero nada es lo que crees”. Quería nombrar uno de los discos que más le gusta a mi club de fans.
Un videoclip en el que se te ve tan empoderada como transmite la canción.
Creo que cuando mayor me hago, menos miedo tengo a mostrarme más sexy, más guerrera, creo que, por fin, me siento más segura de mí misma. Me he cohibido mucho más. En este videoclip salgo con cadenas porque hay una parte que digo “yo soy la fiera, no pido permiso para atacar”. Salgo bailando con cadenas, con bailarines, he mostrado mi lado más guerrero, más sexy. Sé que esto tiene una fecha de caducidad.
¿El qué?
La música tiene fecha de caducidad, el mostrar una imagen más guerrera o sexy de lo normal. Por naturaleza y por ley, tiene una fecha de caducidad, así que, que me critiquen lo que quieran, pero lo voy a potenciar hasta que yo quiera y el cuerpo me deje.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...