Especial
El compromiso del G7: eliminar el carbón
Las siete democracias más poderosas del planeta se fijan como objetivo el año 2035 para acabar con este combustible fósil.
La quema de carbón es uno de los grandes problemas medioambientales del planeta. De hecho, se trata del combustible fósil que más contribuye al cambio climático a nivel global. Y aunque en muchos países, como España, su aportación al llamado mix energético apenas llega al 2%, en muchos otros sigue muy presente.
Por todo ello, acabar con esta forma de producir energía es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las principales economías del planeta. Según grupos ecologistas como Greenpeace, el uso de carbón a nivel mundial debería descender un 75% en 2030, de cara a evitar los peores impactos del cambio climático que traería un aumento de temperatura global por encima de 1,5 ºC.
Ese objetivo está hoy un poco más cerca. Desde el pasado sábado, la ciudad italiana de Turín acoge la reunión del G7, en la que participan los siete países más poderosos de occidente: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos. Y allí se ha llegado, este martes, a un compromiso clave en materia medioambiental: "eliminar gradualmente la generación de energía de carbón existente en nuestros sistemas energéticos durante la primera mitad de la década de 2030", tal y como se recoge en la declaración final firmada por los ministros de Clima, Medio Ambiente y Energía de los citados países.
Aunque se trata de un paso muy significativo en esta materia, el acuerdo deja cierto margen de maniobra a los países, que podrán podrán seguir "una cronología” ajustada a sus particularidades. Todo, con la vista puesta en limitar el citado aumento de temperatura de 1,5 °C" que fijó el Acuerdo de París de 2015.
El acuerdo ha contado con la resistencia de Alemania y Japón
El acuerdo no ha sido fácil, dado que ha contado con una importante resistencia de algunos países, especialmente de Alemania y Japón, que se han mostrado muy críticos. En el lado contrario se sitúan otros como Francia, que han pedido un calendario aún más estricto para el abandono definitivo del carbón. Otros, como Italia, recuerdan que ya han hecho los deberes, y que incluso liberarse totalmente del carbón podría ser cuestión de meses. “Podríamos cerrar las centrales eléctricas de Civitavecchia y Brindisi en 2024”, ha declarado el ministro transalpino, Gilberto Pichetto Fratin.
Los mandatarios de algunos países han mostrado su satisfacción, Algunos, como el del Reino Unido, se han mostrado especialmente entusiastas: “Este es un acuerdo histórico, teniendo en cuenta que no logramos alcanzar el objetivo en la COP28 en Dubai el año pasado”, ha declarado el ministro de Energía del Reino Unido, Andrew Bowie, “Poder tener a los países del G7 alrededor de la mesa, enviando una señal al mundo de que las economías avanzadas están listas para abandonar el carbón, es increíble”.
Agua y plásticos, grandes retos
En la reunión del G7 no se ha hablado sólo de energía. Por primera vez, los países que forman parte de este selecto club han reconocido que la contaminación por plástico es “insostenible”, por lo que se marcan como prioridad reducir la producción de polímeros.
Además, durante la reunión de ministros de Clima, Medio Ambiente y Energía también se puso en marcha una llamada “Coalición del Agua del G7“, que “pretende identificar objetivos y estrategias comunes, catalizar ambiciones y prioridades compartidas para hacer frente a la crisis mundial del agua e integrar su relevancia de manera eficaz y coherente en los foros y procesos existentes”.