Así fue el paso por Eurovisión de Soraya, la encargada de dar los votos de España en Eurovisión 2024: “No me esperaba quedar penúltima”
Hablamos con ella de cómo vivió aquella experiencia y qué supuso para ella en su carrera profesional
Soraya es una de esas artistas en la que siempre pensamos cuando hablamos de Eurovisión. Y no solo porque fuera la representante de España en 2009 con La noche es para mí, sino porque desde entonces, de una u otra manera, ha estado relacionada con el festival. Es una de esas concursantes de Operación Triunfo que ha representado a nuestro país. De haber mandado este año a uno de los concursantes, tiene claro que le hubiera gustado que fuera Paul Thin. Pero no, este año Nebulossa ha sido elegida por el público, en Benidorm Fest, para asumir ese papel.
En los últimos años hemos visto a Soraya colaborando en los programas que analizaban cada una de las semifinales. En este 2024 asume un nuevo papel. Tomará el relevo de Ruth Lorenzo en eso de ser portavoz del jurado y ya ha hablado con ella para pedir algún consejo. Ella será la encargada de dar los votos de España en la final de Mälmo el próximo 11 de mayo.
Tal vez se acentúen sus recuerdos del año en el que ella vivió Eurovisión en primera persona y quedó en penúltimo lugar. Hemos querido compartir con ella todos aquellos recuerdos que lejos de alejarla del festival, la acercan más a él. Porque si hay algo que se siente Soraya es eurofan. Y guarda recuerdos no solo mentales, sino también físicos de aquella aventura.
Algunas hablan de que es tu reconciliación con Eurovisión, ¿lo sientes así?
Para nada. Si es que yo, todos los años estoy en el programa. Creo que de alguna manera lo dicen por toda la polémica que se montó por mi participación y mi candidatura, pero no es así. Llevo cuatro años participando como colaboradora en el programa que se hace posterior a las semifinales. Estoy conciliada todos los años con Eurovisión. Todos los años tengo algo que ver con Eurovisión de una manera u otra. Y no lo estoy más porque no quiero. No sabes la cantidad de medios, cada año que me proponen cosas en torno a Eurovisión en medios digitales, podcast, entrevistas… Yo lo centro solo en lo que realmente me hace ilusión, lo más cercano y lo que es más fiel al festival, es decir, en TVE y en algunos medios como vosotros que me parecen importantes.
Tú representaste a España en 2009 con La noche es para mí. ¿Cuál es el recuerdo que te queda 15 años después?
El recuerdo al final, con la perspectiva del tiempo y la distancia, es que me siento muy orgullosa de forma parte de la historia de la música de este país y de formar parte de la historia de ese listado de personas que han representado a España en el Festival de Eurovisión. Muchos lo ansían, pero no todos son capaces de hacerlo, entonces, es un privilegio para mí. Mi candidatura la defendí muy honradamente, con mucho esfuerzo, mucha implicación, con mucho foco, mucha profesionalidad, muchas ganas, mucha fuerza. Todo lo que tenía dentro de mí lo dejé dentro del escenario en esos tres minutos que duraba la canción. Fueron muchos ensayos y mucha concentración. También muchos nervios, muchas emociones. El que representa a España, al final, tiene momentos de mucha adrenalina. Los nervios del directo, por muchos escenarios que te hayas hecho en tu vida, este escenario no es cualquier escenario y la cantidad de personas que te están viendo ese día no es la que te puede ver en tu país. Estamos hablando de más de 300 millones de personas, ¡Dios mío! Cada año se unen más y más países. Hay un respeto y un aplomo importante.
Tanto esfuerzo y tanta implicación, como nunca se sabe cómo va a resultar en un festival como este, en tu caso te llevó al penúltimo puesto, ¿cómo te afectó?
No me esperaba quedar penúltima, pero sí que es verdad que, ahora que lo veo con distancia, creo que es lo mejor que me pudo pasar. Yo volví a España con muchas ganas de salir trabajando. Mis palabras fueron: ¡A mí no me tumba nadie, yo tiro para arriba! Y fue lo que hice. Llegué, me puse a trabajar en la gira y desde entonces no he vuelto a parar y llevo 20 años de mi vida empalmando gira tras gira, álbumes, singles, videoclips. Aquello me dio mucho empuje, pero, sobre todo, me vino muy bien porque me hizo recapacitar sobre muchas cosas que habían pasado y ordenar muy bien mis preferencias profesionales. Decir, esto ya no va a volver a pasar, esto sí, a partir de ahora esto… fue un brain storming importante.
Te quejaste mucho de la coreografía. Supongo que a Mary no la van a hacer bailar tanto.
Yo creo que el tema tampoco necesita mucha coreografía, tiene ahí unos bailarines estupendos que están haciendo sus movimientos por detrás. Ella en el escenario tiene un papel de mucha elegancia. Hace unos movimientos, se desplaza, pero es todo como muy elegante y creo que va muy acorde con el mensaje, con la canción, a pesar de que tiene esos toques electropop… ¡Ella es la zorra mayor!
De momento, en las apuestas no está entre las favoritas, ¿se puede hacer algo?
Todo depende del enfoque que quiera España. Una gran mayoría, a pesar de que quedemos o no quedemos bien, eso ya no depende de nosotros, pero están contentos con la propuesta de Nebulossa porque han elegido. Ha elegido el público y lo que quería el público es que fuera Nebulossa. Hay una sensación en la boca de, por lo menos llevamos lo que queríamos. Siempre hay gente que no le gusta la propuesta, pero como no les gustó la mía, la de Pastora, la de Ruth, es el punto de Eurovisión, que todo es como muy dramático y muy loco. Pero por el contacto que tengo con los eurovisivos, tengo la sensación de que sabemos que no vamos a ganar, pero tenemos la sensación de que llevamos lo que nosotros queríamos. Y eso al final es lo importante, que el público apoye la candidatura a pesar de ese final que no sabemos cuál va a ser todavía.
¿Conoces ya las candidaturas?
Te voy a decir la verdad. Conozco algunas porque inevitablemente todo se filtra y todo se ve, pero a mí me gusta que hasta que no estén terminados todos los ensayos, no me gusta ver las propuestas hasta las semifinales porque hay muchos cambios. Te lo digo porque lo sé en primera persona. Hay veces que se cambian las cosas, se cambia la escenografía, se cambian los fondos o, de repente, la estructura que llevamos la cambiamos porque no entra bien. al final, Eurovisión, ha derivado en una propuesta 360 donde importa el look, el baile, la escenografía, los audiovisuales, un sonido, muchas cosas, no nos podemos quedar solo con la canción. Y luego hay puestas en escenas, como la mía, que están hechas para televisión y entonces se filtran unos ensayos por internet y ves una cosa que luego es otra cuando lo ves en cámara. Yo soy de las que prefiero esperar, aunque he visto cosas por encima, pero prefiero verlo en la semifinal.
¿Guardas algún souvenir de aquel Eurovisión 2009?
Sí, por supuesto, lo más importante es el vestido, que lo tengo con los zapatos. Y luego tengo las acreditaciones para entrar en el Arena, lo tengo guardado y el que era mi pareja en aquel momento que me acompañó. También tengo el vestido para la preparty, de Dolce&Gabbana que me costó una pasta, pero me lo compré. Era de seda natural, de leopardo. Tengo también las pestañas que me puse de color azul esa noche, las tengo guardadas en una cajita. Y tengo el boceto del traje que me lo dibujó el diseñador Juan Pedro López.
¿Has vuelto a Rusia?
Sí, he trabajado muchas veces tanto en San Petersburgo como en Moscú con mi proyecto personal electrónico. Me han contratado muchos rusos en fiestas privadas. Hemos abierto puertas, por eso digo que, Eurovisión, si se hace bien, al final te ayuda. A mí me han pedido para actuaciones privadas en Rusia, que fuera con el traje de Eurovisión, en el cumpleaños de un magnate ruso. Los rusos son muy exquisitos.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...