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Demon Wars vuelve a fundir el Universo Marvel con el imaginario mitológico japonés
Las acuarelas de Peach Momoko vuelven a brillar en un cuento que mezcla lo mejor de dos mundos.
Tras Demon Days, Peach Momoko vuelve a la carga con sus pinceles y sus acuarelas para volver a meter a Mariko en un mundo fantástico que mezcla el folklore japonés con el glosario heroico Marvelita al que tanto cariño tenemos.
Un viaje que empieza con un tono onírico que parece bailar entre realidad y fantasía como si del arranque de “El Viaje de Chihiro” o “Alice en el País de las Maravillas” se tratase y que tarda poco en caer de lleno en un fantástico mundo habitado por extrañas interpretaciones de personajes tan queridos como Capitán América, Pantera Negra o Venom, entre muchos otros.
Mariko se verá en el centro de una batalla campal entre dos bandos y tendrá que tomar parte eligiendo uno de ellos.
Demon Wars es una lectura rápida y trepidante que no pierde demasiado tiempo en los “porqués” y que se centra en el espectáculo visual. El dibujo de Peach Momoko brilla con ese registro manga ligeramente occidentalizado y una factura totalmente artesanal que confía en el entintado tradicional y el color “apagado” de sus acuarelas.
Un libro que se vende como rareza entre las historietas que pudiéramos encontrar en Marvel, pero que funciona todavía más como libro de arte y al que volveremos una y otra vez con la intención de repasar sus viñetas en busca de inspiración.
Los más inmersos en la cultura japonesa sabrán apreciar todavía más este álbum, pero para los neófitos, cuando acaba la historia el libro rescata unas cuantas páginas para refrescar los mitos abordados en sus páginas (que siempre hace ilusión enterarse de las referencias, aunque sea a posteriori) y no olvida la galería de portadas alternativas que tuvo la serie original cuando llegó en grapa a las tiendas.
Como Demon Days, Demon Wars merece un hueco en las estanterías de aquellos que más valoren la artesanía del dibujo tradicional y que disfruten con el cómic americano y con el manga casi a partes iguales. El libro llega en su mejor edición posible; en el formato que merece, como un álbum de tamaño ‘deluxe’ impreso en papel mate que replica la absorción del color y la textura de un papel de acuarela.
Un libro que se vende de lejos, con la portada, pero que se convierte en compra obligada en cuanto lo abres para echar un ojo en tu librería de confianza.