Especial
Met Gala 2024: Zendaya deslumbra no con uno sino con dos vestidos en los que pasa de ser un colibrí a un ramo de rosas
Era una de las anfitrionas de la noche
Law Roach, la estilista de Zendaya que ha conseguido que sea una de las mujeres más deseadas en una alfombra roja (en este caso verde) por sus impresionantes elecciones de outfit, dejó caer hace tan solo tres días que la actriz no tenía un vestido definitivo para la MET Gala y no era broma ya que finalmente, ha lucido dos diseños distintos, a cada cual más espectacular.
El tema elegido para el dress code era ‘el jardín del tiempo’, con el juego que da para la ensoñación y los seres de fantasía. Y de todo eso ha habido en su apuesta para la noche en la que ejercía como una de las anfitrionas, cinco años después de su última aparición en este evento.
Uno de ellos era un diseño custom de John Galliano para Maison Margiela inspirado en un look de alta costura de Christian Dior de la temporada de primavera de 1999 con un rollo muy bucólico. Un vestido al bies de organza y el lamé con un corsé de satén turquesa que incluía bandas de crinolina metalizada pintada a mano, un drapeado y un lazo de aluminio. Había que observarlo bien para ser consciente de cada detalle.
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Un diseño escultórico de acabado metalizado e iridiscente donde destacaba el ramillete de uvas en su cintura que, a modo de enredadera, trepaba por su cuerpo hasta el brazo de la actriz. Y los colibríes que, como bien sabe Jennifer Lopez, tienen un significado muy espiritual.
Al igual que Rosalía, llevaba un tocado con pluma y velo obra de Stephen Jones para Maison Margiela. También han sido muy comentados los icónicos zapatos Tabi de la firma, confeccionados en esta ocasión por Christian Louboutin para Margiela.
El dramatismo tan característico de Galliano lo veíamos en la beauty glass skin con efecto piel de porcelana, con cejas finas estilo años 90, mirada marcada en tonos burdeos y labios de muñeca en color vino.
Segundo vestido
Un vestido no era suficiente y para cerrar la alfombra decidió posar por segunda vez con un look completamente diferente al primero. Las rosas le daban color a un vestido negro de alta costura de Givenchy de la temporada de primavera de 1996 diseñado también por John Galliano.
Tenía el mismo dramatismo que el primero con ese velo dramático, faldón acampanado y escote de hombros al descubierto, adornado con sutiles volantes que daba al diseño una imagen muy victoriana.
Aunque sin duda, las miradas se dirigían al tocado floral de Alexander McQueen de su colección Primavera-Verano 2007 de la colección con Philip Treacy, que aportaba ese guiño a la naturaleza exigido por la etiqueta del evento.
Está claro que sigue siendo la reina.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...