Beatriz Luengo sobre el supuesto declive del reguetón: “Me cuesta mucho ponerle una etiqueta de que es una m**rda”
Reflexiona sobre un género que, según ella, está evolucionando y se ha convertido en el nuevo pop
Beatriz Luengo acaba de publicar su primera novela, Hasta que se acaben las canciones. Una historia de amor con mucha conciencia social donde hay reflejado mucha de su propia vida. En su banda sonora encontramos mucho pop mainstream con figuras femeninas como Karol G, Shakira, Doja Cat o Taylor Swift.
Y hay mención al reguetón, un mundo que ella conoce porque ha compuesto muchos temas para artistas del género. “El reguetón es poesía de la calle”, llega a decir en su novela. Algo con lo que posiblemente muchos no estén de acuerdo, sobre todo, aquellos que tanto critican sus letras.
“Lo que está pasando con el reguetón pasó anteriormente con la salsa. Lo he pensado y profundizado con gente que sabe mucho más. Pasó con Ray Charles y el góspel y todo ese movimiento Rhyth & Blues. Cuando un género que sale de las calles se vuelve tan mainstream, empiezan a salir un millón de gentes que lo hacen sin entender siquiera de dónde viene y lo que significa”, señala con lo que está ocurriendo con este género.
Intrusismo
“En la nube de intrusismos y gente que ni siquiera entiende y solamente está intentando subirse a una ola para ver de eso hacen un negocio sin entender lo que están haciendo, se genera una masa confusa que da un color a todo eso. Lo que ha pasado con el reguetón es que ha sido tan masivo el consumo y tanta gente saliendo que se ha generado una sensación de letras que no dicen nada, melodías que no dicen nada, canciones que no sirven”, reflexiona sobre esa imagen tan negativa que existe sobre el reguetón.
Pero ella invita a abrir la mente y conocer bien la escena. “Cuando vas al género y estudias las joyas del propio género, como todo, te das cuenta de que hay grandes letras, grandes poesías, grandes melodías que merece la pena resaltar y que son parte del género. ¿Qué hacemos? ¿Lo ponemos todo en el mismo saco?”, pregunta.
Ella ha sido especialmente crítica con unas letras que no compartía. Incluso ha lanzado versiones femeninas de algunos hits del reguetón. “He sido muy crítica y armo muchas movidas y contesto, porque también entiendo que hay una obligación social de entender dónde estamos. Tenéis esa repercusión, a ver si nos asentamos y entendemos lo que está pasando y tomamos un poco de conciencia porque si queréis estar en los medios masivos tenéis que respetar ciertas cosas porque, al final, estamos todos construyendo la sociedad, no solo la construyen los maestros y los padres, la construimos todos”, explica.
Aunque le ha dado caña al género, reconoce que también lo disfruta: “Disfruto muchas canciones que son una joya. Cuando se destruye un género por etiqueta, tampoco es eso, hay joyas, hay artistas como Tego Calderón, Atrévete de Calle 13, Pobre diabla de Don Omar, El Farsante de Ozuna, Provenza, son canciones con unas melodías y unas letras que merecen la pena que te pares a pensar”.
La canción de Provenza, de Karol G, es un ejemplo de todo este discurso: “Me parece que tiene na producción, que se queda a capella y para la música por unos compases y lo retoma y Keityn, que es un compositor que ahora es muy joven, va a quedar para la historia. Como Edgar Barrera, como compositores que marcaron la diferencia en el género. A lo mejor también por eso, porque conozco a Keityn, conozco a Edgar y les he visto con una guitarra en otros géneros y son grandes genios y tienen hits en el reguetón que me cuesta mucho ponerle una etiqueta de que es una m**rda”.
¿Declive del reguetón?
Algunos empiezan a hablar del declive del reguetón. Aseguran que el género empieza a perder la presencia que ha tenido en los últimos años. Pero Beatriz asegura que es una evolución y que ya hemos pasado por eso.
“El reguetón de los 2000 era un bombo y una caja. Llegó al 2010 cansado de tanto uso y se volvió dance. Y Pitbull era como la cabeza de eso y pasamos por una época como dance que, en realidad, era Daddy Yankee y todos los artistas tratando de evolucionar hacia ahí. De repente el reguetón se volvió más melódico, de repente el rap era más chanteo, los artistas eran más pop, ya había códigos del pop. El reguetón ha ido evolucionando”, teoriza sobre la evolución del género.
“Es que el reguetón al que hemos llamado reguetón en 2018 no tiene nada que ver. Ahora está entrando en lo que nosotros hemos conocido aquí como un sonido más pop, pero como nosotros teníamos una manera de denominar el pop como poco, es como que decimos, no es reguetón, es pop”, añade.
Asegura que el pop murió en toda Latinoamérica durante toda la etapa urbana, no existía. “Yo me acuerdo que los managers de Reik y un promotor que tengo en Argentina me decían, qué suerte que, en España, por lo menos, todavía sobrevive el pop porque no existía. Te puedo nombrar figuras del pop que se han ido manteniendo en nuestro país y no te puedo decir lo mismo en Latinoamérica. Se han mantenido los artistas como más regionales, de sonido folklor. De repente un Abel Pintos, una Natalia Lafourcade y luego el mainstream como reguetón, el sonido pop murió. Y ahora el reguetón lo trae de vuelta”.
Así que, el reguetón no es que esté en declive, es que, según ella, se está convirtiendo en el nuevo pop.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...