Bob Dylan: “Si no puedo cantar mi canción… me marcho”. Y se marchó
“No sé por qué me marché de ese show. Podría haber hecho cualquier otra cosa”, confesó años después
Mayo de 1963. Al veinteañero Bob Dylan se le presentó una oportunidad de oro: cantar en el programa de máxima audiencia de la televisión americana. Ensayó a conciencia una canción que se llamaba ‘Talking John Birch paranoid blues’ y que ridiculizaba la 'caza del rojo’. Ese mal a batir en plena Guerra Fría, que aterrorizaba a los ciudadanos porque los comunistas ‘pululaban’ en la clandestinidad y podían estar en cualquier parte (eso decía el senador MacCarthy). Pero justo antes de salir a escena, se topó con la censura. Le comunicaron que cambiara de tema. Que ese no era apropiado. Dylan se negó: “Si no puedo cantar mi canción, prefiero marcharme”.
Poco antes de cumplir los 22 años, Robert Allen Zimmerman era un prometedor aspirante a músico. Había publicado un disco con canciones folk, y el siguiente, el rompedor ‘The Freewheelin' Bob Dylan’, estaba en fábrica a punto de salir. Era un punto su carrera en el que no recibía demasiada atención, si bien contaba con un apasionado nicho de seguidores. Pero un día recibió una invitación que podría cambiar esa situación. El show de Ed Sullivan, el programa de más audiencia de la televisión estadounidense, quería que actuara. Era el escenario en el que, sin ir más lejos, Elvis Presley había compartido por primera vez su talento (además de su movimiento de caderas y su temblor de piernas) ante 60 millones de espectadores... todo un acontecimiento en 1956.
Para Dylan, igualmente, su actuación en el icónico escenario significaría su primera aparición en la televisión nacional. Una oportunidad que, sin duda, impulsaría su carrera. Para tan importante evento, decidió cantar ‘Talkin’ John Birch Paranoid Blues’ un blues satírico que ridiculizaba a la Sociedad John Birch, un grupo ultraconservador, fundado en 1958, que apoyaba políticas de la derecha radical, anticomunistas. Se les asociaba con la paranoia de la ‘caza del rojo’, ya que tendían a ver a comunistas infiltrados, conspiradores encubiertos, en todas partes.
Pocos días antes de la presentación en la CBS, Bob Dylan ensayó la canción delante del mismísimo Ed Sullivan quien, aparentemente, no encontró problema alguno en su letra. Pero el mismo día del show, el 12 de Mayo de 1963, durante el ensayo general, un ejecutivo de la cadena le escuchó. Formaba parte del departamento de ‘Standards and Practices’ y decidió que esa canción no se podría emitir dada naturaleza controvertida.
La letra que había escrito Bob era meramente humorística: "Estoy buscando Rojos en todas partes/ Estoy buscando en el fregadero y bajo la silla/ Estoy buscando en el agujero de mi chimenea/ Incluso estoy buscando dentro de la taza de mi inodoro/ ¡Se han escapado!”. Pero el servicio jurídico de la CBS temía una demanda por difamación. El productor del show, Bob Precht, informó a Dylan del contratiempo: “Expliqué la situación a Bob y le pregunté si quería hacer alguna otra cosa”, publicaba History.com. “Bob, muy educadamente, contestó: “No. Esta es la que yo quiero hacer. Si no puedo cantar mi canción, prefiero marcharme del show”.
Aunque dicen las malas lenguas que Dylan salió furioso del set y que lo hizo “protestando airadamente”, su reacción fue amable y respetuosa en todo momento. Pero poco importa la presunta rabieta porque lo ocurrido en el show tuvo una enorme difusión en los medios y fue de gran trascendencia. La reputación de Dylan subió varios puntos. Era un artista de inquebrantable integridad. Probablemente eso impulsó más su carrera que si hubiera cantado en el programa. Pocos meses después, Bob ya era conocido por millones de personas… y muchos millones más le conocerían y amarían su música décadas después.
Bob Dylan habló del incidente en el show de Ed Sullivan en 1984, durante el especial ‘Dylan on Dylan’ de Westwood One. Reconocía desconocer el motivo de esa reacción, supuestamente tan descabellada: “No sé por qué me marché de ese show. Podría haber hecho cualquier otra cosa, pero ensayé esa canción tantas veces. Todo el mundo la había escuchado y siempre había obtenido una magnífica respuesta. Yo estaba deseando cantarla y a Sullivan parecía gustarle… no sé realmente quién puso objeciones. Justo antes de que saliera a cantar ellos llegaron y hubo una gran reunión… podía ver a la gente hablando de algo y yo ya estaba preparado para cantar. Alguien entró y dijo que no podía cantar esa canción. Ellos querían que cantara una canción de Clancy Brothers… eso no tenía sentido para mí. Así que simplemente me marché”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop