Especial
España está a la cabeza de Europa en muertes por culpa del calor, que afecta más a las mujeres
El estudio The Lancet Countdown 2024 revela que, en 20 años, las muertes relacionadas con el calor han aumentado un 9%.
Son días de un calor inusual para estar en plena primavera. El temor a un verano insoportable se ha convertido en un tema de conversación habitual. Pero para algunos sectores de la población se trata de una amenaza de primer nivel.
The Lancet Countdown es un estudio anual que monitorea la evolución del cambio climático, con especial atención a sus consecuencias para la salud. Y acaba de hacer público su último informe, en el que se centra en las olas de calor, cada vez más frecuentes en toda Europa.
Entre sus principales conclusiones, algo que todo el mundo puede apreciar: cada vez hace más calor. De hecho, el número de días de ola de calor ha crecido un significativo 41%. Y eso tiene un efecto directo sobre las personas. En concreto, en sólo 20 años las muertes relacionadas con el calor han aumentado un 9% en Europa, con España a la cabeza. Además, las mujeres se llevan la peor parte: en su caso, el incremento de la mortalidad multiplica por 1,5 al de los hombres.
A lo largo de las citadas dos décadas, la situación ha ido empeorando de manera progresiva. El estudio ha comparado dos periodos: entre 2003 y 2012 y entre 2013 y 2022, y se han encontrado claras diferencias. Las muertes asociadas al calentamiento en Europa repuntaron en 17,2 por cada 100.000 habitantes, pasando de 50,8 en el primero de los periodos, a 68 en el segundo. La situación es peor en el sur de Europa, donde el incremento de muertes ha sido del 11% frente al 9% del resto del continente.
Las horas de riesgo para la actividad física por estrés térmico también han aumentado
Cuando el mercurio se dispara, una de las recomendaciones habituales es evitar el ejercicio al aire libre en las horas centrales del día. Quienes lo hacen se enfrentan a consecuencias impredecibles. Según el estudio, las horas de riesgo para la actividad física por estrés térmico también han aumentado entre 1990-2022 tanto para actividades medias (ciclismo o fútbol) como extenuantes (rugby o ciclismo de montaña), "lo que posiblemente se traduzca en una reducción de la actividad física y, por tanto, en un aumento del riesgo de enfermedades no transmisibles”, explican sus autores.
El precio a pagar
El cambio climático es un problema medioambiental y de salud pública, pero también está directamente relacionado con la economía. En 2022, por ejemplo, las pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos extremos relacionados directamente con la crisis climática se cifraron en 18.700 millones de euros, cifra que equivale al 0,08% del PIB europeo. Casi la mitad de esos daños, el 44,2% (8.200 millones de euros) no estaban asegurados.
Como ocurre con todas las catástrofes, no todos pagan el precio del cambio climático por igual: los hogares con bajos ingresos tienen una probabilidad sustancialmente mayor de sufrir consecuencias derivadas de sus efectos. Así, problemas como la inseguridad alimentaria, las muertes atribuibles a una dieta desequilibrada o la exposición al humo de los incendios forestales fue mayor en las zonas más desfavorecidas.