Billie Eilish nos golpea y sumerge en su mar de intimidades a través de 'HIT ME HARD AND SOFT'
La estadounidense lanza su tercer álbum de estudio con el objetivo de escucharlo en orden, de principio a fin
Dos años, nueve meses y 18 días después del lanzamiento de Happier than ever, Billie Eilish ha vuelto con todos los honores. La estadounidense ha estrenado hoy 17 de mayo HIT ME HARD AND SOFT, un tercer álbum de estudio que ha contado con la colaboración ineludible de su mejor cómplice, socio y mano derecha: su hermano Finneas que, una vez más, ha aportado su grano de arena en la composición y en la producción, como ya hizo en sus dos trabajos anteriores.
Este disco, que nace de la idea de no ser compartido nunca ni escuchado por oídos ajenos al creador —los creadores, en este caso—, reflexiona sobre la pasión, el amor, la identidad y, por primera vez, la sexualidad. La artista nos abre la puerta de par en par para conocer, nuevamente, sus pensamientos más profundos e intrusivos en su etapa vital actual.
No obstante, también habla del paso del tiempo desde un punto de vista nostálgico, ya que la joven parece tener muy presente a su yo de 17 años, la adolescente que se enfrentó a la fama prematuramente con la publicación de when we all fall asleep, where do we go?, que escondía su cuerpo de la prensa y los comentarios voraces de Internet con ropa ancha y hablaba sobre salud mental, depresión, ansiedad, suicidio y drogas.
Sin ir más lejos, y empezando por el final, Blue —el track que cierra el proyecto— no solo hace referencia a la estética que acompaña a esta nueva era musical y a ese sentimiento de tristeza, sino que, además, su estribillo nos recuerda directamente al debut y a sus colores: "I try to livе in black and white, but I'm so blue. I'd like to mеan it when I say I'm over you, but that's still not true" (Intento vivir en blanco y negro, pero soy azul. Me gustaría decirlo en serio cuando digo que te he superado, pero todavía no es verdad).
Skinny (que nos suena a What was I made for en su fragilidad y en su voz soplada) también refleja este viaje al pasado con versos como "but the old me is still me, maybe the real me and I think she's pretty" (Pero mi antigua yo sigue siendo yo, quizá mi yo real y creo que es guapa) y se cuestiona si es ahora cuando está actuando acorde a su edad o si este es el declive de su carrera ("Am I acting my age now? Am I already on the way out?"), teniendo en cuenta que su segundo trabajo discográfico no consiguió superar ni igualar las cifras de venta que logró del primero.
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Hard and soft, una dicotomía muy presente a lo largo de todo el disco
HIT ME HARD AND SOFT incluye 10 canciones, sin embargo, podría estructurarse en muchas más si consideramos los cambios de ritmo (y, prácticamente, de géneros musicales), que experimentamos a lo largo de toda la escucha. Pasamos de una balada a un tema de hyperpop, de un rock melódico con especial énfasis en el elemento de las guitarras a la epicidiad de la música clásica con la ayuda de un conjunto de violines —que nos lleva hasta la canción para la banda sonora original de James Bond, No time to die—.
A pesar de tocar varios palos, Billie sabe interconectarlos muy bien y sabe captar la atención del oyente y guiarlo a través de picos "fuertes y suaves", lo cual provoca una escucha activa del disco en una era en la que todo va tan rápido y hacemos cosas muchas veces con el piloto automático. De ahí que no haya sencillos y que la cantante haya pedido encarecidamente que su álbum se escuche de principio a fin, sin saltos y en orden.
Hay mucha competencia este año en el que han sacado disco Beyoncé, Ariana Grande o Taylor Swift, pero HIT ME HARD AND SOFT de Billie Eilish se postula como un claro Album of the Year.
Ana Escobar Rivas
Redactora de LOS40. Tu enciclopedia de memes...