Saiko confiesa que estuvo a punto de cancelar su WiZink Center, pero salió para llevar al espacio a miles de seguidores entregados
Y no lo hizo solo sino con la ayuda de Omar Montes, Raúl Clyde o un Quevedo de alguna manera presente
Hace un mes, Saiko recibió los aplausos de un WiZink Center lleno cuando participó, junto a Omar Montes, en las Finales de Kings & Queens League. Pero era solo un aperitivo del baño de masas que se dio este viernes noche cuando su gira recaló en la capital para que miles de seguidores, muchos de ellos sin haber alcanzado todavía la veintena, caían rendidos a sus pies.
Ya desde primerísima hora de la mañana por los aledaños del recinto se podía ver a los fans más ansiosos con ganas de vivir el ambiente que rodea al espectáculo del granadino. Y está claro que Sakura tiene a todos en éxtasis por lo que se pudo ver horas después.
Media hora antes de salir al escenario, mientras el público iba entrando y poniéndose a tono con José de las Heras pinchando, Saiko colgaba imágenes desde su camerino donde se relajaba, cuidaba su voz y se tomaba su infusión de jengibre y miel para estar a la altura de tanta expectativa. Y ya al final de ese vídeo que colgaba escuchábamos una tos que pasaba desapercibida, pero que era bastante significativa.
No le dimos importancia, pero hacia el final del show, Saiko confesó que estuvo barajando hasta el último momento la posibilidad de no salir porque no se encontraba nada bien. Menos mal que optó por seguir adelante. Como él mismo reconoció, la entrega de sus seguidores fue la mejor medicina y su forma de cantar con él, la mejor cura.
Comienza el espectáculo
A eso de las 21.15 de la noche, mientras la masa de gente empezaba a impacientarse y la marea de camisetas rojas del Granada CF salpicaban la estampa de un WiZink ‘sold out’, apareció Quevedo en pantalla para volver loco al personal con unas palabras de bienvenida.
A continuación, una nave bajaba de las alturas con el protagonista de la noche dentro y comenzaba el concierto mientras gritaba “una mano arriba” y cantaba 3 caídas. Completamente vestido de blanco y gorra azul, arrancaba un show lleno de distracciones con constantes fogonazos de fuego, humaradas, luces led, árboles sakura o una estación espacial que nos mantuvieron volando las casi dos horas de espectáculo. “¿Estáis listos para esta noche?”, preguntaba. Y sí, el público estaba completamente preparado para compartir un momento único con Saiko.
X’Clusivo nos dejaba claro que tenía ganas de cantar, pero también de que el público lo hiciera con él y lo consiguió a lo largo de todo el concierto cuando eran sus seguidores los que tomaban el micrófono para demostrarle a su ídolo que se saben las canciones de principio a fin. Ya para Eskeleto había entrado en calor y se quitaba la chaqueta mientras se subía a una enorme roca. Y entonces llegaba el turno de canciones como Cometa Halley, Crystal, BB;( o Cómo suenan las estrellas.
Un numeroso cuerpo de baile que fue entrando y saliendo durante toda la noche para desplegar sus coreografías en cada tema, dos más en la mesa de DJ y un bajista completaron la formación que acompañaba a Saiko sobre el escenario.
Invitados
Apagón en el escenario dónde algo se estaba cociendo. Cuando se iluminó de nuevo pudimos ver a gente del público tras él coreando y gritando mientras se paseaba con el cinturón de campeón de boxeo, mientras los mariachis y Omar Montes hacían acto de presencia. “En un año pasé de ser promesa a que llenar un Wizink no sea sorpresa”, dice la canción, pero una cosa es cantarlo y otra vivirlo in situ.
Primer invitado de la noche, pero no el único. Tras Las Bratz y Badgyal, Raúl Clyed salía al escenario para cantar Tuenti.
Y si ya esa red social nos remite a tiempos pasados, lo mismo ocurría con la cabina telefónica que aparecía en su estación espacial para Número telefónico que llegaba después de Hey Bebe y antes de La Rijana.
Era entonces cuando el escenario se convertía en una especie de discoteca con tanta luz led y él salía un momento para cambiar su outfit blanco por uno negro, el ying y el yang que daba paso a la segunda parte del concierto en el que no faltaban canciones como Extasisssssss, Café Malibú o Arena y Sal, en esta ocasión sin Omar Montes, pero el público completamente en delirio con lo que estaba viviendo.
Uno más entre el público
Se relajaba un poco sentado en su nave que volvía a volar mientras cantaba Luna. Aunque el momentazo llegaría cuando decidía bajarse del escenario y mezclarse con el público mientras pedía que bajaran los móviles y cantaba Cartier mientras recogía bufandas que no dudaba en ponerse sobre la cabeza.
Volvía al escenario para seguir con Boreal, Finales de agosto, Nana del hilo rojo o Antidepresivos. Aunque la locura llegaba cuando sonaban los primeros acordes de Buenas. No estaba Quevedo como muchos esperaban, pero Saiko le dedicó la canción y las voces del público suplieron su ausencia mientras el WiZink retumbaba con todo el mundo exaltado.
Y entre ese público estaba su familia, madre y padre y demás, para los que también tuvo unas palabras de emoción y es que él lo soñó y se ha cumplido. Y todo eso antes de empezar uno de los bloques más especiales que arrancaba con Reina, su colaboración con Mora o Cosas que no te dije que encendía las linternas de los móviles para crear un momento de intimidad entre artista y seguidores.
Ódiame, Ángel de la guarda y el broche final con Polaris y las luces de color verde en la parte que canta Feid, la confesión de lo mal que se encontraba antes de salir y la emoción de haber tenido al público de Madrid sin parar de cantar junto a él. “Os he escuchado cantar y se me han venido todas las fuerzas”, aseguraba antes de Supernova, uno de sus emblemas que confirmaba que el granadino no se equivoca cuando canta eso de “esto no es soberbia, es que sé que soy grande”.
No había más que escuchar cómo muchos de sus seguidores contaban después del concierto a sus padres, que estaban en la puerta esperando para recogerles y llevarles a casa, cómo habían vivido una noche de locos.
“Aunque nos despedimos de Sakura, llevamos con nosotros el recuerdo imborrable de esta extraordinaria aventura. En cada estrella que brilla en el firmamento, en cada constelación que adorna el cielo encontramos la promesa de nuevos horizontes y nuevos descubrimientos. Siempre que nos sintamos perdidos en la vastedad del cosmos recordaremos mirar hacia el infinito, hacia la estrella que marcó el inicio de nuestro viaje”, decía una voz en off durante el concierto. Y en ese viaje espacial, compartido con miles de fans, las miradas estaban puestas en Saiko, un artista respetado por sus colegas urbanos y por su público que le ha convertido en su estrella.