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Altri, la macrocelulosa que ha puesto a Galicia en pie de guerra
La localidad de Palas de Rei (Lugo) acogió ayer una gran manifestación vecinal contra un proyecto que utilizará 46.000 m3 al día de agua del río Ulla.
“Dende a Ulloa ata a ría, auga e aire son vida! Altri Non!”. O, lo que es lo mismo, “Desde Ulloa hasta la ría, el agua y el aire son vida! ¡Altri no!”. Con ese lema, unas 20.000 personas se manifestaron este domingo en la localidad lucense de Palas de Rei, de sólo 3.400 habitantes. Se trata del lugar en el que la empresa portuguesa Altri planea construir una gran fábrica de fibras textiles de la mano de la gallega Greenalia.
"No queremos este proyecto extractivista que va en contra de nuestro modelo de vida"
Según los organizadores, el proyecto supone una grave amenaza para la biodiversidad de la zona, en lo que consideran un nuevo atentado ambiental. “Estamos aquí para decirles que no queremos este proyecto extractivista que va en contra de nuestro modelo de vida”, declaró a los medios de comunicación Marta Gontá, portavoz de Ulloa Viva, una de las plataformas que más se han movilizado contra la instalación de la planta.
Entre otras cosas, los manifestantes denuncian que la fábrica consumirá 46.000 m3 al día de agua procedentes del río Ulla. Una huella ecológica que ya fue denunciada por organizaciones como Greenpeace y que despertó todo tipo de suspicacias entre los vecinos, que mostraron sus objeciones en toda una serie de charlas informativas organizadas por la empresa y dirigidas a los vecinos de la localidad.
Una amenaza para el entorno
Los vecinos no se basan en estimaciones, sino en los propios datos que ha publicado el Diario Oficial de Galicia (DOG). Nitra producirá 400.000 toneladas/año de celulosa y otras 200.000 toneladas al año de lyocell, una fibra similar al algodón que se obtiene de la pulpa de madera de diferentes árboles como el eucalipto. Este árbol, que ha proliferado en Galicia durante las últimas décadas por su rápido crecimiento y sus posibilidades de explotación, es otra de las principales patas del proyecto: se estima que harán falta 1,2 millones de M3 de eucaliptos al año para alimentar la fábrica.
La chimenea, de 75 metros, expulsará 8.754 kilos de gases contaminantes al día
Además, desde Ulloa Viva aseguran que la fábrica cambiará sustancialmente la fisionomía del entorno. Calculan que casi 2.000 vehículos circularán habitualmente por la zona, a escasos dos kilómetros del Camino De Santiago. Asimismo, aseguran que la chimenea, de 75 metros, expulsará 8.754 kilos de gases contaminantes al día.
Todos esos números formaron parte de los argumentos que los opositores al proyecto presentaron durante el proceso de alegaciones. En total, fueron unos 25.000 escritos contrarios a la llegada de la planta. No se trata sólo de daños medioambientales, sino también económicos: para los participantes en la manifestación, están en riesgo sectores como el agroganadero o la hostelería, dado que sufrirán de manera directa el impacto de la planta.
El futuro de Palas de Rei está en el aire. Y la resolución del conflicto pasará, sí o sí, por la clase política y su voluntad de escuchar a los afectados. En ese sentido, el optimismo no parece ser la tónica predominante. Ecologistas y vecinos consideran que la Xunta de Galicia ha puesto todas las facilidades para que la empresa portuguesa se instale en la zona. Y por si fuera poco, Greenalia tiene en su consejo de administración a Beatriz Mato, del Partido Popular, quien desde 2015 y hasta 2018 fuera conselleira de Medio Ambiente