¿Por qué los libros tienen capítulos? Una pregunta sencilla con una respuesta que no te esperas
La explicación se remonta a 2000 años
Llega la Feria del Libro de Madrid al Parque del Retiro y por ello venimos a responder a resolver el origen de una de las partes integrales de la estructura de un libro: el capítulo. Esta estructura proporciona ritmo, fluidez y coherencia a la narrativa. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde proviene la idea de dividir los libros en capítulos?
El origen de los capítulos se remonta a las antiguas civilizaciones de Grecia y Roma, donde se utilizaban trozos de caña para marcar divisiones en los rollos de papiro. Estas divisiones, conocidas como “capita”, se utilizaban para ayudar a los oradores a dividir sus discursos en secciones más manejables.
Antes de esto, los libros por lo general tomaban la forma de rollos de papiro o pergamino, que contenían aproximadamente la misma cantidad de texto que el de un capítulo de un libro moderno. Esta es la razón por la cual en reproducciones y traducciones recientes de obras de estos períodos los capítulos son identificados como “Libro 1”, “Libro 2”, etc.
Por otro lado, el uso de sistema de capítulos en las Biblias, según los historiadores, fue creado por Steven Langdon (1150-1228), arzobispo de Canterbury, a comienzos del siglo XIII mientras enseñaba en la Universidad de París. La división en versículos ocurrió luego, en el siglo XVI.
El uso de capítulos en la actualidad
Hoy en día, los capítulos son una herramienta esencial para los escritores y los lectores. Para los escritores, los capítulos ayudan a organizar sus pensamientos y a planificar la progresión de la trama.
Para los lectores, los capítulos proporcionan puntos de pausa naturales, permitiendo al lector tomar un respiro, reflexionar sobre lo que ha leído y anticipar lo que vendrá. Los capítulos también pueden aumentar la tensión y el suspense. Un capítulo que termina en un cliffhanger puede hacer que el lector esté ansioso por continuar leyendo.
Además, los capítulos pueden ayudar a establecer el ritmo de la historia. Un libro con capítulos cortos puede sentirse rápido y emocionante, mientras que un libro con capítulos más largos puede tener un ritmo más lento y reflexivo.
Los capítulos son mucho más que simples divisiones en un libro; son la columna vertebral de la narrativa que nos mantiene enganchados página tras página. Así que la próxima vez que abras un libro, tómate un momento para apreciar la magia de los capítulos y su rica historia.
Yaiza Derbyshire Vieira
Periodista, 50% española 50% inglesa, especializada...