She Sounds 2024: Suu, Sabela Maneiro (Tanxugueiras), Maren y Verde Prato analizan las ventajas y desventajas de cantar en su idioma natal
Las lenguas regionales se están volviendo tendencia
En Cataluña, Galicia o País Vasco hay una industria local que promueve la música cantada en sus lenguas regionales y que cada día coge más auge. Es cierto que todavía, en el resto de España cuesta escuchar canciones en catalán, gallego o euskera, pero poco a poco se van perdiendo esos prejuicios. Como diría Suu, compositora y cantante catalana,
She Sounds ha acogido una charla sobre la música en lenguas regionales y ha contado con Maren, cantante y compositora con canciones en euskera y catalán; Sabela Maneiro, de Tanxungueiras que ha popularizado el gallego; Suu que también canta en catalán y Verde Prato que reivindica el euskera.
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Es cierto que las lenguas definen nuestro territorio y nuestra cultura y las concebimos como manera de expresarnos, pero no todo el mundo lo entiende así. Suu asegura que canta indistintamente en ambas lenguas porque “soy bilingüe en mi día a día y a la hora de escribir me nace hacerlo en mis dos lenguas”.
Sabela, sin embargo, asegura que recurrió al gallego porque “se estaba perdiendo, los niños no hablan el gallego, las abuelas les hablan a los nietos en castellano porque lo ven más culto. Decidimos hacer música en galego y tradicional para mostrar a todo el mundo, sobre todo en Galicia, que tenemos una riqueza brutal y que la estamos perdiendo”.
En el caso de Verde explica que le cuesta más escribir en castellano “porque parece más fácil caer en lugares comunes y el euskera me parece una lengua versátil y misteriosa todavía, y me da ese margen dentro de lo estandarizado. Siento que tengo más libertad creativa”.
Maren explica que “las primeras canciones que escribí fueron en euskera porque era el idioma que más utilizaba. Como idioma es una herramienta muy guay, tiene un sonido y una forma de decir las cosas como en metáfora y nos lleva a un lugar muy de misterio”.
Las lenguas regionales, ¿una cuestión política?
Muchos se plantean si cantar en una lengua regional es una cuestión política y estas mujeres lo tienen claro. “Política siempre haces, desde que te levantas hasta que te acuestas. Nosotras hacemos música en galego, tradicional, es imposible huir de la política porque hay una política lingüística, están muy denostadas las lenguas regionales que se las hace de menos y aunque no quieras reivindicas tu tierra, no porque sea mejor, sino porque la quieres defender”, explica Sabela.
No es el mismo caso de Suu que lo entiende de otra manera, quiere huir de esa politización y cantar en catalán las mismas canciones que cantaría en castellano: “Cuando escuchaba música en catalán estaba muy atada a un discurso muy politizado y quería hacer música que fuera pop, canciones de amor en catalán como yo no había podido escuchar. Acercar la música de una manera más mundana”.
“Es una forma de comunicarse y no de reivindicación solo, pese a que lo esté, pero dentro de eso, ¿por qué tiene que ser político si el castellano no lo es? Hay una parte que se da por hecho, pero no tiene por qué ser así siempre”, añadía Maren.
El recurrir al término política intimida, aunque Sabela asegura que hacer política no es malo, “es vivir. Hablar de amor es hacer política. Hablar de derechos LGTB es hacer política, no es militancia”.
Cancelación por el idioma
Antes lo importante era reivindicar el idioma al margen de lo artístico, ahora, esa lucha ya está interiorizada y se busca algo más en la calidad y la propuesta musical como tal. Aun así, hay comunidades que están cancelando artistas por usar su propio idioma.
Suu recuerda un festival en Mallorca que tenía como hilo conductor el catalán y que se canceló a última hora por un cambio de gobierno balear. “No sabía que eso seguía pasando, porque non estamos hablando del franquismo”, admite.
“Es la ley del miedo, no voy a hablar de esto porque me van a cancelar, no voy a cantar en esta lengua porque no va a gustar, una rueda que no puede ganar, hay que reivindicarse”, decía Sabela al respecto.
De todas formas, igual que antes el público que se acercaba a las lenguas regionales era más adulto y había vivido una historia determinada en el país, ahora el público es otro, es gente joven a la que le gusta que le hablen es su lengua y no tiene tantos prejuicios.
Antes era un público adulto que había vivido una historia determinada del país, pero ahora el público es distinto y conecta con la música del escenario y esa música les habla en su idioma. “Es un público que no se plantea por qué están utilizando la música en esa lengua, está normalizado. Cuando escuchamos música en inglés no nos planteamos que está escrita en inglés”, expresaba Suu.
“Se ha liberado de carga política y de miedo. Hubo un momento en el que ir a un concierto en euskera era antisistema y eso ha cambiado. Es una música liberada de carga política entendida como cierto nacionalismo. Ahora es algo más neutral”, asegura Verde.
Circuitos regionales y globales
Varias de ellas coincidían en afirmar que hoy en día se puede vivir dentro del circuito musical de sus comunidades, sobre todo, de la gallega y la catalana. Y ya no solo hablamos de música tradicional, sino en todos los estilos.
Y cada vez es más fácil salir de esas fronteras. Reconocen que es más fácil salir fuera de España que moverse en el país fuera de sus propios territorios, pero poco a poco la situación está cambiando.
“Cuando empecé a hacer conciertos fuera de Cataluña quitaba canciones en catalán del repertorio. Pero, cuando no ponía ciertas canciones en el setlist, me las pedían. Nosotras mismas tenemos prejuicios, tendemos a pensar que solo defendemos nuestro idioma en nuestra tierra y no tiene que ser así”, reivindicaba Suu.
“Nos llevamos una sorpresa enorme, en todos los sitios donde íbamos había llenazo y gente super educada. Un cariño hacia nuestra tradición y lengua brutal. Íbamos con miedo, pero se disipó en el 2022 totalmente”, valora Sabela sobre esa apertura de su música en otros territorios.
“Nunca he tenido una mala palabra al euskera y nunca hubiera imaginado una acogida tan buena”, añade Maren.
Eso sí, “es más fácil exportar en Europa porque la interpretan muy bien y les encanta. Argentina y Uruguay tenemos las puertas abiertas. En todas partes del mundo hay un festival de músicas del mundo donde entra de todo. Nos resultaba más difícil entrar en España que fuera de España”, explica Sabela.
“Hay mucha gente en Latinoamérica que está aprendiendo catalán por las series como Merlí y a raíz de eso me acaban escuchando a mí. Voy a ir a México este año por primera vez”, añade Suu.
Maren asegura que recibe mensajes de fuera con muchas inquietudes: “No he salido nunca a tocar fuera porque la gente que me escucha fuera tienen curiosidad por lo que significan las letras. Muchos mensajes van en la línea de estoy aprendiendo euskera. Fuera hay intención de aprender nuestro idioma y lo hacen a través de la música o el cine”.
Presiones externas
Muchas de ellas se sienten más vulnerables cantando en su idioma y sienten que se quitan la coraza cuando recurren a él. “Para mí escribir en catalán me hace sentir vulnerable porque es como hablo con mi madre o mi hermano. En español me siento más punki, quizás por la música que he escuchado en español”.
“Yo tiro a algo más nostálgico y letras más profundas y cuando las traduzco me dicen, qué cosa más triste. Y en español es más superficial. Hay una cosa de sinceridad que sale más en tu idioma”, intenta hacer ver Maren.
Defienden su idioma, pero son conscientes de que ha habido mucho tiempo en el que industria, medios de comunicación y managers presionaban para cantar en español. Y eso está cambiando poco a poco.
“En nuestro show metemos la música tradicional pura en el medio, pero siempre nos decían si podíamos quitarlo. No tenemos problema en cantar en castellano, pero no tiene sentido hacer música tradicional gallega en castellano”, expone Sabela.
“Yo siempre me he referido a lo que he hecho en euskera como caprichos, no quiero que nadie me anime a que haga música en euskera, pero mi vida artística tiene mucho que ver con ese idioma y lo voy a seguir utilizando, aunque no sea mainstream”, asegura Maren.
Verde ha sentido también esa presión: “A mí sí me han dicho que si hago más música en castellano, mejor, o que las redes sociales si podían ser bilingües mejor. Pero hay algo más subliminal, si has crecido y hecho proyectos en euskera es como que ya no te puedes salir de ahí y si haces algo en castellano te llaman vendido”.
Existe esa doble vertiente. Desde fuera reciben el imput de que les irá mejor cantando en castellano y, desde dentro, les piden más utilización de su lengua. “A mí se me ha dicho que si cantase más en catalán me iría mejor. Hay mucha industria musical catalana, pero yo quiero reivindicar mi bilingüismo”, expresa Suu.
Sororidad entre idiomas
En cuanto a la sororidad y colaboración entre artistas que reivindican las lenguas regionales, Sabela admite que “cuando sé que hay un artista que canta en su idioma, ya es mi hermana. Es estúpido, pero entiendes lo que está pasando y quieres tender un puente”.
Suu explica que cuando empezó no había muchas chicas que cantaran en catalán. “Ahora entre todas estamos creando ese legado y que cada vez hay más gente subiéndose al carro”, admite.
El caso del País Vasco parece algo distinto, Maren lo tiene claro, “siempre nos han dicho que hay sitio para muy pocos, y se ha creado una competencia, de ver para quién es el sitio y me da pena porque lo pagamos los artistas. A mí me ha faltado la sororidad porque tenemos miedo a no tener sitio todos”.
Sin duda, un tema apasionante que además de musical, trasciende a otros ámbitos culturales y políticos y donde la mujer, cada vez tiene más relevancia. Porque si antes el folklor se asociaba con algo viejo y pueblerino, ahora empieza a convertirse en algo moderno.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...