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Dani Martín, Leiva, Arde Bogotá o Izal podrían ser los protagonistas de ‘Mara, 22 canciones y un verano’
Amor, amistad y mucho, mucho amor y deseo
Ponte en la piel de una mujer de 44 años, harta de su marido al que siente cada vez más lejano y de sus hijas adolescentes que solo recurren a ella como criada. Muchas se podrían sentir identificadas. No tantas harían lo que Mara, escapar sin avisar un fin de semana y alargarlo a todo un verano para irte de gira con un grupo indie junto a tu mejor amiga. Es el argumento de Mara, 22 canciones y un verano, la última novela de Edurne Cadelo.
Sí, el argumento nos recuerda a la peli que protagonizan Nicholas Galitzine y Anne Hatheway, pero hay diferencias sustanciales. Aunque si hay algo que tienen en común ambos proyectos es que le dan a la música mucho protagonismo.
No es difícil pensar en Dani Martín, Leiva o Izal leyendo esta historia, pero para saber si son referentes reales, mejor hablar con la autora y es lo que hemos hecho. Ella ha sumado más referentes que le han ayudado a crear a Bastián, el músico con fantasmas del pasado que abre su corazón de manera inesperada cuando conoce a Mara.
Mara, 22 canciones y un verano. Así se titula tu última novela que deja claro que la música va a tener protagonismo, ¿qué papel juega en tu vida?
Creo que es como una función vital para mí, como respirar casi. Tampoco sé en qué momento concreto, más o menos desde que tengo uso de razón siempre he asociado determinados momentos de mi vida a escuchar canciones o grupos que me han marcado. En mi día a día, si puedo, siempre estoy con música. Y en esta etapa creativa que es la escritura, me acompaña desde el momento uno. Antes de escribir la historia ya me creo una playlist de canciones que me van a inspirar, aparte de que luego ya haga la playlist de la novela.
En esta novela te metes en la piel de un músico, ¿tienes relación con alguno?
No, no tengo relación con ninguno, pero para el proceso de documentación de esta parte musical, tenemos la suerte ahora un poco de tener las redes sociales. Creo que ahora los músicos y las bandas muestran un poquitín más de lo que supone girar en verano, de los conciertos o todo lo que rodea la actuación y he cogido un poco inspiración de varios.
Da la sensación, leyendo el libro, que habías vivido alguna gira de cerca.
No, eso me han preguntado mucho, pero no. Que si yo había ido de gira. Un sueño, pero no, no he ido. Me hubiera gustado la experiencia, yo creo que debe ser interesante acompañarles en toda esa vorágine de girar por España.
Con esta novela nos metes de lleno en la gira de un grupo indie, inevitable preguntar cuál era el que tenías en mente.
Unos cuantos, tampoco para centrarnos en uno, pero quizás Izal, Arde Bogotá o Leiva y Sidecars. Tengo muchas referencias musicales que me gustan y sigo y he cogido un poco la dinámica para mezclar un poco de cada uno.
A mí, mientras leía la novela, me venían retazos de Leiva, que has mencionado, y Dani Martín, que, además, metes por ahí Avioncito de papel y Zahara de los atunes.
Le he tenido en la cabeza también y hay otros detalles como la parte del concurso de tortillas que lo he cogido de Rulo y la Contrabanda. Pinceladas hay de unos cuantos.
Nos metes en la gira de un grupo indie, ¿es la música que más te gusta?
Yo escucho de todo, la verdad es que la banda sonora de la novela se puede ver que es muy variada, también hay pop. Puede salir Calle 13, como puede salir Madonna o Vetusta Morla. El indie siempre me acompaña a la hora de escribir porque las letras me inspiran, me dan pie a crear mejor, pero tengo un gusto musical bastante diverso.
Hablando de referentes, otra de las imágenes que se me venían a la cabeza era la de A pesar de ti, la nueva película de Nicholas Galiztine y Anne Hathaway, ¿la has visto?
La he visto, ha sido un poco como la comidilla con mis lectoras. Sacaron la película unas semanitas antes y era como, ya verás ahora que van a decir que la película y el libro… sí que es verdad que hay pinceladas que se pueden asemejar como que la protagonista es mayor, ronda los 40, pero el grupo y el cantante le saca muchísima diferencia de edad, en mi caso es menos. En la peli el grupo es como una boyband y tiene un grupo de fans más grande y más juvenil del que puede tener mi grupo indie.
A mí lo que me llama la atención es que coincida en tiempo una peli y una novela en la que la protagonista ya no es la jovencita de turno, sino una mujer en la cuarentena y puede ser la mayor de la relación y vivir aventuras que normalmente se asocian con gente joven.
Con la historia de Mara sí pretendía que la protagonista que, en romántica, parece que siempre lleva una horquilla de edad desde los 25 a los 35, me apetecía que tuviera más de 40, que fuera más mayor porque parece que en el género romántico no estamos acostumbrados a pasar de los 30 años y las lectoras también cumplimos años, pero siempre nos presentan a la típica protagonista que nunca cumple años porque siempre se queda ahí. 35 es como la barrera. No es una reivindicación porque lo que pretendo es entretener, pero sí un poco, mostrar que hay algo más allá de vida después de los 35.
En la novela se menciona que las giras se viven con la misma intensidad que un reality… ¿Un Gran Hermano en la carretera
Era por ajustar un poco esos tiempos porque al convivir tantas horas en la furgoneta, en los hoteles, en el backstage, en el escenario, es como que pasan las cosas muy rápidas y era una manera de salvaguardar que la historia fuera a esa velocidad. Tantas horas de convivencia te hacen conocer mejor a las personas que si quedas solo media hora para tomar un café.
Sonorama, festival de festivales, supongo que esto es porque tienes algún buen recuerdo de este festival, ¿no?
Es mi subconsciente pendiente de que nunca he ido al Sonorama y es algo que tengo ahí pendiente y me da mucha rabia porque voy cumpliendo años y este año tampoco. A veces lo pienso, ¿cuándo voy a ir? Las dimensiones que ha cogido como festival hay que planificarlo muy pronto porque las entradas salen en diciembre y en agosto, ¿voy a poder ir?
Pero eso es la norma ahora en los conciertos, mira Dani Martín que hemos comprado entradas para diciembre de 2025.
Ya tengo esa entrada para Dani Martín. Como puso una fecha, allá fuimos y no conseguimos. Segunda fecha, y al final, con 7 WiZink, hemos entrado. Hemos hecho un chat de las que vamos a ir poniendo, ‘Virgencita, danos salud, para poder ir al concierto de Dani Martín’ porque claro, quién nos dice a nosotras cómo o dónde vamos a estar en 2025. Y en Sonorama tenía que haber hecho lo mismo, haberlas comprado el día que salieron a la venta.
Tu prota, que es un músico un poco gruñón en sus inicios, dice que odia la hipocresía que se genera alrededor de los artistas cuando nos bajamos del escenario, ¿crees que es habitual?
Más que nada prejuicios o etiquetas que te haces de los artistas cuando en realidad son más humanos de lo que pueden aparentar, sobre todo, cuando son fenómenos muy grandes. Es verdad que los tiene como una figura que está ahí por encima de los demás, pero en el fondo son personas y sientes y padecen como el resto de los mortales.
Siempre se ha asociado giras con drogas y parece que no estás dispuesta a desmentir esa idea.
Quería salirme un poco del estereotipo del músico con drogas, sexo y rock & roll todo el rato en bucle de adicción. Hay muchas historias en las que se pone al músico atormentado que encima está cargado de adicciones. Quería salirme de ahí, pero no dejar el tema sin tocar y hay una pequeña alusión a lo que se genera detrás, que no quiere decir que todos los músicos estén metidos en esa dinámica, pero es un mundo que existe y que tampoco hay que obviar.
Mara es una mujer que a sus 44 años se siente mal en su propia casa con un marido al que cada vez soporta menos y unas hijas que no le dan su lugar, ¿crees que habrá muchas que se sientan identificadas?
Era una de las premias que pretendía haciendo un personaje así, incluso que muchas mujeres, aunque no hayan sido madres se van a sentir identificadas con Mara en algún momento de la trama, sobre todo, si están metidas en una relación tan larga como la de Mara. Parejas que llevan mucho tiempo juntas, aunque no estén casados, y que sufren ese desgaste. Y las que son madres y sus hijos han crecido y están en esa etapa tan ‘precios’ y tan mal de sobrellevar dentro de casa, donde más desgaste en el hogar se produce. Cualquier mujer se va a sentir identificada con Mara. Y en el caso de que no tengan ninguna obligación o carga, se pueden sentir identificadas con Jimena que es justo lo contrapuesto a Mara. También quise reflejar eso: Dos mujeres de la misma generación, con estudios universitarios, que han salido del mismo sitio, pero cada una ha tomado un camino completamente diferente.
Está sobre la mesa esa circunstancia que tanto se da en las parejas que se vuelcan en sus hijos y se pierden, ¿qué les dirías a los que van a empezar a formar familias a ese respecto?
Tengo hijos, uno a punto de cumplir 18 años y el otro 15. No estoy tan mal con ellos como Mara, pero tienen días buenos y malos, como todos, pero a ellos, con esa revolución de las hormonas se les incrementa. Y tengo marido con una relación larga porque llevo muchísimos años con él, pero les invitaría a no perderse por el camino. Yo tenía claro que quería ser madre como Mara, pero Mara tenía esa idea de que cuando sus hijas crecieran y sus hijas les dieran un poco más de libertad, recuperar ese tiempo de pareja que es lo que le falla a Mara y animo a la gente a que si quiere seguir en su relación que no descuide esa parte.
Estamos en la era de la sobreprotección con los hijos, ¿deberíamos cambiar?
Creo que sí porque estamos creando a una generación que al mínimo problema no van a saber cómo reaccionar. Les protegemos para que no sufran a veces en exceso y eso lleva a que la más mínima caída o traspiés no sepan levantarse o cómo reaccionar porque hay que seguir hacia delante. Y también quería poner de relieve que en esto de la maternidad tampoco tenemos una guía ni sabemos cómo llevarlo y las preguntas sobre si lo estamos haciendo bien son constantes. Yo creo que nuestras madres jamás se preguntaron si lo estaban haciendo bien con nosotras o no, han tirado hacia delante y este es el resultado, pero nosotras tenemos una presión sobre si lo estamos haciendo bien.
Muchos dirían que irte de gira siguiendo a un grupo es una locura muy juvenil, ¿a los 44 años también es factible o es una fantasía?
Está en la delgada línea entre fantasía, realidad o sueño. El planteamiento de la novela es que Mara se va de su casa para pasar un fin de semana con su amiga. Hasta ahí puede parecer normal. Estás harta, ha llegado la gota que ha colmado el vaso y me voy, meto cuatro cosas en la maleta y no aviso a nadie. Luego está la parte de que su amiga la ficha para enrolarse en ese road trip y ahí está la línea y no sé si todas darían el salto.
Está presente esa dicotomía entre el deber y el querer, ¿tú lo tendrías claro?
No, sería imposible. Es como hacer un balance de tu vida y estar todo el día sopesando entre el debo y quiero y también depende de hasta dónde llega tu infelicidad y si quieres dar ese salto hacia otro lugar o no.
También se plantea el debate de cuándo se puede empezar a hablar de infidelidad, ¿dónde está el límite?
Yo creo que los límites los marca cada pareja. Igual sales una noche de fiesta y te das un beso con alguien y se lo comentas a tu pareja y no le parece mal, y otros ya consideren que solo el hecho de haber besado a otro lo consideren una infidelidad, yo creo que cada pareja marca la línea. También es como ese límite del acto sexual y que si no llega no hay infidelidad y es un poco lo que planteo ahí. Pero igual antes de que llegue ese acto ya estás siendo infiel porque estás ya acumulando mucha tensión y estás haciendo cosas que no hubieras hecho nunca porque tienes una pareja. He querido dejar esa línea difusa para que cada uno vea dónde pone la línea.
Al final, estamos ante una historia de amor o como tú dirías, de amor del bueno. ¿Por qué insistir en esta idea?
Es un concepto que me quedé desde el primer protagonista masculino de la primera historia que escribí que hizo una definición así de amor del bueno, a ratos suave, a ratos salvaje, amor que llega sin avisar que es un poco tsunami y arrasa con todo, pero que luego se asienta, sana y aumenta y, sobre todo, que nunca pierde esa chispa y esa intensidad. Él hico esa descripción, me gustó y la he ido como ampliando a lo largo de las novelas y ya se ha quedado como mi lema de amor del bueno, historias que te harán sentir.
Hablando de la amiga, eso sí que es una historia de amor.
De amor, amistad y música, la amistad como salvación es lo que he querido reflejar a través de esa amiga que ahora llaman vitamina que da igual los kilómetros que te separen de ella o no la veas a diario, que cuando la necesitas sabes que está ahí y no pierdes la conexión a pesar de los años y necesitas estar enfrente de ella diez minutos para que sepa lo que te pasa, lo que necesitas y que esa conexión vuelva a fluir como en su caso. Y me ha gustado también incluir esa amistad de la banda, sobre todo, con algunos miembros.
¿En algún momento te ha dado pena Bastián?
Sí, me ha dado pena, pero me ha encantado que me diera pena porque me ha parecido más real. Es verdad que, en romántica, a los protas masculinos se les idealiza y se les hace como príncipes azules y muchas lectoras me dicen que eso claramente no lo van a encontrar, que ellas salen a buscar, pero no lo encuentran. A mí me gusta ese Bastián que la caga.
En cuanto al papel que le das a la prensa musical… no la dejas en muy buen lugar. Hablas de los periodistas musicales como buitres.
Más que a la prensa musical era a la prensa en general de ese episodio que tiene Bastián y esa inquina que arrastra porque se hacen eco de rumores o cosas sin contrarrestar. En cuanto a la prensa musical, con la figura de Jimena se salvaguarda un poco la profesión.
Introduces a Jimena, becaria de LOS40 cubriendo la gira de Duncan Dhu, ¿este guiño?
LOS40, la escucho desde que tengo uso de razón. Los sábados con Tony Aguilar, Del 40 al 1, toda la vida. Y me gustaba que fuera Dunca Dhu porque son de San Sebastián como Bastián y se me ocurrió que Jimena podría haber empezado su carrera ahí.
¿Qué canción dirías que define a Mara?
No lo sé porque son muchísimas porque es difícil de escoger. Yo creo que la que escoge para una escena muy chula, la de Sade.
De hecho, hay una playlist para mojar, hay canciones para mantener relaciones sexuales con The Weeknd, Sade, Arctic Monkeys, ¿con cuál te quedarías?
La de Sade y la de Arctic Monkeys que elige Bastián porque la elige para ese momento y es ideal.
Liam Gallagher, el único crush, ¿el subconsciente trabajando?
Ahí el problema es que a la hora de hacer todo esto pensaba que habría gente que ahora no tenga ni idea de quién es Liam Gallagher, depende de quién me lea, se preguntará quién estoy poniendo. Soy consciente de que estoy poniendo ahí lo que me gustaba a mí hace 25 años. Pero tengo lectoras más jóvenes que seguramente estén descubriendo música gracias a mí. Me ha pasado con muchas lectoras.
¿Tú has descubierto alguno para esta novela?
Yo creo que en esta ocasión eran todos referentes. En otras sí surge porque cuando estoy atascada suele bucear en Spotify porque quiero escribir una escena y no encuentro la canción y me pongo a explorar y suele encontrar artistas nuevos.
Entre bailar con Madonna o Manu Chao, ¿lo tienes claro?
Yo bailo con los dos, jajajaja… A mí Manu Chao me gusta y me gustó hacer ese guiño cuando le pregunta Mara, ¿cómo bailas tú? Ella te está dando a la reina del pop y el otro te mete a Manu Chao, pero yo bailo con los dos y canto fatal, pero canto todo lo que puedo.
¿Hay alguna canción que te haya hecho especial ilusión meter en esta novela?
Hay canciones geniales como la banda sonora de Thelma & Louise que abre la playlist me gusta mucho porque es como el arranque. Pero si tuviera que quedarme con una, yo creo que por el momento que representa y por la escena, sería Caballos salvajes de Sidecars. Y la que cierra la playlist, que es In my place, de Coldplay, también, muy redonda.
Si alguien pudiera hacerte un tema para la banda sonora de la película, ¿quién te gustaría que fuera?
Si solo pudiera elegir a uno sería Mikel Izal.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...