David Summers y Christine Cambeiro se han casado y ahora preparan la gran fiesta de celebración

Hombres G pondrá la música entre muchas otras sorpresas

David Summers y Christine Cambeiro, en el estreno de 'Napoleón'. / Borja B. Hojas

David Summers es uno de esos artistas que sabe lo que es sentirse un sex symbol. Puede que su humildad no le permita reconocerlo, pero sobre todo en los años 90, hubo muchas chicas que le tiraban sujetadores con la intención de llamar su atención en los conciertos de Hombres G. El chico que cantaba lo de sufre mamón o voy a pasármelo bien tenía un club de fans muy nutrido y enamorado.

Pero era un hombre casado. En 1992 se casó con Marta Madruga, la que había sido su novia desde el colegio. Pero tras 26 años de matrimonio y dos hijos en común, decidieron divorciarse.

David volvió a encontrar el amor junto a Christine Cambeiro a la que conoció en el mítico club Copacabana de Nueva York. Ella había ido a su concierto animada por una amiga sin saber muy bien quiénes eran. Ese día les presentaron y cada vez que volvía a la ciudad, ella estaba entre el público.

Fueron forjando una amistad, pero no se plantearon nada más, había mucha distancia. Pero ella acabó casándose con un español y viniendo a vivir al país. Pero se separó y volvió a Nueva York donde volvieron a reunirse y su relación empezó a cambiar.

Ya se han casado

Llevan juntos 7 años y ahora han decidido dar el paso. Ya han firmado los papeles que les confirman como matrimonio ante la alcaldesa de San Sebastián de los Reyes, como han contado en la revista Hola! y están preparando una fiesta para celebrarlo con familia y amigos el próximo julio. “He cumplido 60 años, estoy loco por ella y quiero pasar el resto de mi vida a su lado”, decía David en la entrevista de la revista para explicar por qué había decidido casarse.

Hubo pedida de mano, pero nada de montarse una película romántica. Mientras ella, en pijama, recogía la ropa en el baño para poner una lavadora le dio el anillo. Tenía pensado algo más elaborado en un viaje a Colombia que habían planeado, pero se tuvo que cancelar porque ella no tenía la vacuna de la fiebre amarilla.

“Para mí, es absolutamente la mujer de mi vida, porque, aparte de ser tan linda y tan buena, es un apoyo constante y eso me hace ser el doble de lo que soy y me hace poder desarrollar la capacidad tan grande que tengo de trabajar. Ella, en ese sentido, y en todos los demás, es muy comprensiva”, explica sobre la que ya es su mujer.

“David es una persona muy segura de sí misma. Y a mí me transmite todo lo que necesito. Es una base, una seguridad, una felicidad, un amor…”, dice ella sobre él.

Llevan juntos desde 2017 y desde entonces no han discutido nunca. “No hemos discutido ni una sola vez. Ni una pequeña discusión ni un malentendido. Nada. Hemos tenido días mejores y peores, pero ¿pelearnos? Nunca”, aseguraba David.

La gran fiesta

Ahora preparan la gran fiesta que tendrá guiños al origen neoyorkino de ella. “Es un guiño un poco a mis raíces neoyorquinas y a la música y a Frank Sinatra… Va a ser una boda muy Old Hollywood —o Old NYC— y vamos a tener una Big Band, que no puede ser de otra manera siendo la boda de un músico”, explica ella.

Asegura que ya tiene un vestido que no es como imaginaba y que quizás, por eso, le gusta tanto. Los chicos irán de esmoquin, aunque sea verano. Y aseguran que habrá música y muchas sorpresas.

Será en su casa, “porque tenemos una casa muy bonita, nueva, con un jardín precioso, y hay que estrenarla con lo más bonito que tenemos: nuestro amor. Ya hemos hecho alguna fiesta (por mi cumpleaños), pero, a partir de ahora, las fiestas en mi casa se van a convertir en las mejores de Madrid”.

Desde aquí no podemos más que darles la enhorabuena.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....