Victoria Abril, contra el cine de ahora y las plataformas: “Escriben unas máquinas que de inteligentes no tienen nada”
Y llama la atención durante su visita a ‘El Hormiguero’ por un accesorio de su outfit
Victoria Abril, en 'El Hormiguero'. / Atresmedia
Victoria Abril es una de esas actrices icónicas de nuestro país que este año celebra sus 50 años actuando. Los últimos 25 no había pisado un escenario teatral español hasta ahora que vuelve con Medusa a partir del 31 de julio en el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Precisamente ella se apellida Mérida, pero se cambió el apellido por un motivo que no dudó en explicar en El Hormiguero a donde acudió para hablar de sus buenas nuevas: “Cuando empecé a trabajar en el 74, ser actriz no era el mejor regalo que le podías hacer a tu familia porque estaba muy mal visto, actriz, igual a put*. Era el principio del destape y todo eso”.
De hecho, reconoció que por aquel entonces “era actriz por no ser secretaria, pero a partir de Cambio de sexo y el encuentro con Vicente Aranda mi vida cambió”.
LOS40
LOS40
Y hablando de sexo, se interesó por cuál es el de las hormigas del programa. “Me da vergüenza hablar de mis partes íntimas”, empezaron contestando para luego añadir que “tengo un pito, pero es pequeño”. A lo que la actriz le aseguró que “no pasa nada si es trabajador”.
La Triple A
Habló de algunos de los directores más míticos como Tarantino que un buen día se acercó a ella “para decirme que su película favorita era Comin at ya, una mía y delante de Pedro Almodóvar”, aseguró.
Aunque su Triple A, son Almodóvar, Agustín Díez Yanes y Aranda, pero con el primero pudo haber currado más no, pero Victoria le rechazó varias proposiciones. Eso sí, aseguró que fue “antes, no después de Kika. Después no me ha ofrecido ninguna”. Eso sí, no dejó de destacar todo lo que supuso Átame, que hoy en día no se hubiera podido hacer.
Los zascas de Victoria
“El 90% delas películas que he hecho, si hubieran sido ahora, no hubiera existido como actriz. Ya no hay libertad. No somos libres de decir ni pensar lo que queremos”, expresó.
No fue el único zasca, también arremetió contra las plataformas: “Ya no hay cine de autor, ya no es nuestro, es de las plataformas y los escriben unas máquinas que de inteligentes no tienen nada. Lo único que saben hacer es cortar y pegar lo que otro humano ya había metido ya dentro del algoritmo, no le llega ni a los tobillos a ningún director y autor con los que he trabajado y me han enseñado todo lo que sé y a los que echo mucho de menos”.
Está claro que no tiene reparos nunca en decir lo que piensa.
