Terelu desvela el verdadero motivo por el que Alejandra Rubio y Carlo Constanzia han vendido la exclusiva del embarazo

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Desde el pasado miércoles todos los ojos están puestos en la familia Campos. Una vez más han vuelto a cobrar todo el protagonismo de los medios aunque, esta vez, nada han tenido que ver Terelu ni Carmen Borrego, o al menos de manera directa. Las portadas del corazón amanecían con un bombazo debajo del brazo: Alejandra Rubio y Carlo Constanzia anunciaban que estaban esperado a su primer hijo en común después de cinco meses de relación.

A día de hoy nadie sabe que sorprendió más: si el poco tiempo que llevan juntos como para embarcarse en la aventura de ser padres o que la pareja tomase la decisión de vender la exclusiva a la revista ¡HOLA! después de que en reiteradas ocasiones hablasen tajantemente de que querían preservar su intimidad. Sea como fuere, las palabras de Terelu Campos han sido unas de las más esperadas: ¿Qué opina que su hija esté embarazada?

Terelu Campos se pronuncia por primera vez... ¿y última?

La colaboradora de televisión aterrizaba en el plató de Telecinco y aseguraba que, a pesar de entender algunos comentarios que se han hecho, hay mensajes de algunos colaboradores que han hecho que su hija se alejase de la televisión y que personalmente a ella le han dolido: "A ver yo entiendo perfectamente que Adriana y Leti digan que no lo comprenden, que no entiendan que mi hija venda una exclusiva después de decir que no quiere que se hable de ella, pero mi hija lo puso en una balanza y entendió que ahora ya no está ella sola y tenía que pensar en esa personita que viene y en sacarla adelante", decía, dejando entrever que habría un interés económico detrás.

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Así pues, a pesar de haber pedido en numerosas ocasiones que no se hable de ella, a Alejandra Rubio parece que la balanza se le ha inclinado hacia el lado del dinero y habría aceptado contar la noticia de su embarazo a cambio de una gran suma de dinero que podría rondar entre los 85.000 euros a los 100.000. De esta manera la exclusa habría sido tener un colchón monetario por si algún día "le faltase el trabajo".