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Seis años después, Bunbury regresa con un concierto en Madrid y se encuentra a un público entregadísimo
El artista ha vuelto al WiZink Center que lo esperaba con gran expectación
Siempre es un placer volver a subirse a los escenarios, pero volver después de una larga temporada es una sensación inexplicable. Así lo ha reconocido Enrique Bunbury este sábado en Madrid ante la mirada de más de 15.000 personas que lo esperaban expectante en el WiZink Center. "¡Es un verdadero placer estar aquí con todos ustedes después de seis años!", aseguraba el artista, reconociendo que había pasado mucho tiempo desde su última cita.
Había ganas, muchas ganas, y así se lo hizo saber su público que, a pesar de un show sencillo y sin sorpresas, no bajó la energía durante las aproximadamente dos horas que duró su primer concierto en solitario en el recinto madrileño. Una gira breve que, después de haber hecho parada en escenarios de México y Estados Unidos, pondrá el broche de oro en España y no continuará en 2025. A pesar del amor a la música, el próximo 6 de julio, La Romareda de Zaragoza será testigo del fin de gira de Bunbury tras replantearse su estado de salud después de sufrir una tos convulsiva a causa de un componente química del humo de los conciertos.
Un reencuentro para la historia seis años después
Todo lo importante pasaba anoche en el WiZink Center, donde el público encontró un repertorio con guiños a la etapa con Héroes de Silencio como a su álbum Expectativas, pero sobre todo a un Enrique Bunbury puntual. Dándole protagonismo al pañuelo rojo que llevaba en el cuello, el artista optó por un look negro y unas gafas de sol y por Nuestros mundos no obedecen para inaugurar su gran noche.
Junto a su banda de Los Santos Inocentes y Erin Memento como su gran apoyo, le siguieron canciones como Cuna de Caín, Despierta, Hombre de acción o El Rescate. "Madrid, ¡muchísimas gracias!", se le escuchaba decir al artista entre una de sus canciones en la que se escuchaba la voz del público desde cualquier punta.
El gran tema de su último disco, Invulnerables también tuvo un hueco en el WiZink Center. "Hace apenas dos años que pensaba que esto no iba a pasar más, que no íbamos a tener esta comunión. Volver a subir a escenarios es algo que no doy por sentado y cada concierto lo vivo cada día como si fuese el último”, explicaba después de escuchar la nota final de Que tengas suertecita.
Más de 24 canciones fueron las que le pusieron la guinda al pastel y lo que le llevó a vivir a Enrique Bunbury una noche inolvidable y a su público un recuerdo que perdurará en el tiempo.
Estela Alba Hoyos
Redactora de LOS40. Al pie del salSEO. Si no...