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Seguimos suspirando por lo que vivimos el sábado con Manuel Carrasco en el Bernabéu: ‘Corazón y Flecha’ unió su latido al de todos sus fans
Madrid recibió la magia y el optimismo del cantautor en un sold out que cerró una importante etapa de su carrera. Lee la crónica completa aquí.
“¿Cuál es el secreto?”, preguntaba el vídeo que daba comienzo al último concierto de la gira de Manuel Carrasco. El pasado 29 de junio el Bernabéu se llenó hasta la bandera para recibir al cantautor en su despedida a la era Corazón y flecha. Y habiendo vivido la experiencia, podemos declarar que no es ningún secreto. Es magia y corazón.
El impactante concierto, de casi tres horas de duración, repasaba 35 canciones de la carrera del cantante, junto algún tema sorpresa de sus queridos invitados. Con una realización pensada a medida para un estadio como el Bernabéu, Manuel le sacó el máximo partido a un recinto recién reformado. Se sumaba un majestuoso escenario equipado con pirotecnia, luces y confeti, y coronado con un corazón hinchable en el centro de la pista. Además de los latidos de todos sus fans, transformados en pulseras de colores que iluminaban el espacio.
Sin duda deja el listón muy alto para todos los conciertos habidos y por haber en el estadio Santiago Bernabéu.
La energía y la emoción del comienzo
Unos minutos pasadas las nueve de la noche, con aún bastante luz del día iluminando el estadio en este comienzo de verano, apareció la cuenta atrás en las pantallas. Tras los números, la frase “La última flecha”. Los latidos de los allí presentes se sincronizaron con las luces rojas de las pulseras, que parecían bombear el Bernabéu, cada vez más rápido. Hasta que estalló entre vítores, gritos y aplausos cuando Manuel Carrasco apareció al final de la pasarela, observando atónito a su público.
El cantante llevaba un outfit que podría haber salido del armario de Harry Styles: una camisa de tirantes con el pecho abierto, roja de seda, pantalones negros anchos y una chaqueta torera negra, con el logo de su Corazón y flecha a la espalda. Una canción que dio comienzo a una noche mágica.
La primera parte del concierto empezó fuerte. Las enérgicas Tambores de Guerra y Hay que vivir el momento calentaron al público que no dejaba de corear cada letra. Me dijeron de pequeño llegó para contrastar y dar comienzo a los momentos emocionantes que tendría la velada. Sin duda el público del Bernabéu cantando “Es una canción de cuna, que mi madre me cantaba, bajo la luz de la luna”, es un recuerdo que muchos no vamos a poder olvidar.
Tras estás primeras canciones, Manuel le dio la bienvenida a sus fans. “¿Cuál es el secreto para que haya llenado el Bernabéu?, se preguntan muchos. El único secreto y el mayor de los tesoros, sois vosotros que habéis venido a acompañarme esta noche. Es tan bonito que no parece de verdad” admitió el onubense. Un emotivo primer discurso en el que Manuel se sinceró en todos los ámbitos.
“Yo el pintor de brocha gorda, el triunfito, yo que estoy aquí, que estoy llenando el Bernabéu sin jugar en el Real Madrid”, rimó el cantante. Su ingenio, bondad y corazón estuvieron presentes toda la noche. Y se enfrentó con humor a las quejas por el ruido que estaban equiparando las noticias sobre el recinto del Real Madrid. “Luego dicen que hay mucho ruido. Serán vuestros latidos que se mezclan con el mío”, expresó Manuel.
“Lo que más deseo esta noche es que todos celebremos la vida. ¿Sabéis por qué? Porque nos lo merecemos. Vivamos el momento. ¡Buenas noches Madrid!”
— Manuel Carrasco en el primer discurso en su concierto en el Bernabéu.
Los primeros invitados
Con esto llegó la primera sorpresa del concierto. Niña Pastori se subía al escenario para acompañar al onubense en Ayer noche. Es una de sus interpretaciones con más elementos de flamenco, perfecta para que ambos muestren su “quejío” andaluz. Además, también tuvieron la oportunidad de cantar juntos Amor de San Juan de la gaditana.
Tras unas palabras de admiración entre los artistas y un profundo abrazo, Manuel continuó con la cálida Uno x Uno. No tardó en salir otro de los invitados de la noche. "Cómo son los hijos. Te cambian la vida y te vuelven loco. Es un amor que nunca se sabe explicar. Esta canción la voy a compartir con alguien que entiende estas cosas”, compartió Carrasco antes de que Luis Fonsi le acompañara en el escenario.
Juntos cantaron Coquito, un tema que Manuel escribió para su hija Chloe. Y siguieron con un tema del puertorriqueño, el hit mundial Échame la Culpa. “Hizo bailar al mundo entero, batió también unos cuantos récords, y tiene un corazón que supera cualquier marca que haya superado”, fueron las palabras que le dedicó el onubense a Fonsi al acabar.
El set en acústico
Después de un medley que incluyó las canciones Y ahora, Bailar el viento, Siendo uno mismo y Sígueme, Manuel cogió una guitarra acústica y se acercó al final del escenario. Comenzó tocando un tema titulado Entiendo, el cual, en palabras del artista, le hicieron modificarlo por no ser comercial. Siguió con Soy Afortunado, y aunque las pulseras de luces estaban apagadas, el Bernabéu se iluminó de las linternas del público.
Entonces ocurrió uno de los momentos más conmovedores y significativos. Siguiendo con esta parte acústica, a Manuel se le sumó un atril para cantarnos unos versos que había compuesto. Sus letras siempre van más allá de la música, abordando temas sensibles y pertinentes de la sociedad actual.
Con valentía y entendimiento, Manuel compartió frases como “Con tu orgullo vuela libre, ama a quien te dé la gana" o “Si la política sirve para cambiar los destinos, no sé qué estáis esperando para acabar con el llanto de los niños palestinos”. También aprovechó para alzar una bandera LGBT y formar la bandera de Ucrania con las luces de colores de todo el público. Un aplauso con una intensidad renovada resonó en el estadio, aclamando el altavoz que Manuel estaba usando para visibilizar estos temas.
La parte central del concierto
Manuel cantó Qué Importa y Dispara Lentamente antes de su primer cambio de vestuario. En su segundo outfit era protagonista una camisa negra con brillitos, como la luz que comenzó a iluminar al público a medida que empezaba su clásico No Dejes de Soñar. Se nota que estaban esperando este momento.
Es justamente la posibilidad de alcanzar un sueño, lo que hace que la vida sea interesante
— Frase que apareció en la pantalla justo antes de la canción 'No Dejes de Soñar'
Después de un momento tan emocionante, en el que más de 65.000 personas se prometían unos a otros luchar por sus sueños, el Bernabéu se tornó verde tropical para recibir a un nuevo invitado. “Es muy bonito que una persona haya luchado por sus sueños. Y que, haciéndolo, haya hecho soñar a muchas otras. Mi hermano de Colombia, ¡Camilo!”, recibió Manuel Carrasco al protagonista del último concierto con LOS40 Básico Santander. Juntos cantaron su colaboración Salitre y Vida de Rico.
Es difícil que el público no vaya decayendo, especialmente en las tres horas de duración del concierto. Pero no se notó ni un poco de cansancio. Los fans lo dieron todo en Déjame Ser, levantaron un cartel que ponía “Tu eres la flecha marcada en nuestro corazón” en Eres, y recibieron con los brazos abiertos Qué Bonito es Querer. Y es que qué bonito ver la conexión recíproca que Manuel Carrasco comparte con sus fans, y cómo les ha contagiado su optimismo y amor por la vida.
“Las victorias y las derrotas se sostienen mucho mejor en el hombro de un amigo o una amiga. Hay pocas cosas más bonitas que la amistad. (...) ¡Vamos a celebrar lo bonito que es querernos!” gritó Manuel antes de comenzar la canción que ha conquistado tantos corazones. Para estar aún más cerca de sus fans, el onubense se bajó del escenario para cantar junto a ellos. Un acto solemne que se juntó con confeti, globos y pirotecnia.
Antes de volverse a cambiar de ropa, fue el turno de En el Bar de los Pesares y Volviste. Esta última la interpretó de nuevo entre el público, pero esta vez, el de las gradas del tercer piso, paseando entre fans que no podían evitar extender sus brazos hacia él.
El desenlace apoteósico
Durante el último cambio de vestuario del cantante y para entretener al público, se desveló un pequeño proyecto que Manuel había preparado. Le habían llegado un total de 954 solicitudes para pedir matrimonio esa noche durante el espectáculo, y aunque solo pudieron salir algunas parejas, los nombres de todas ellas llenaron las pantallas del estadio, creando un ambiente mágico y conmovedor que celebró el amor en todas sus formas.
Manuel, ahora con otra camisa de tirantes con el pecho abierto, pero esta vez de color blanco, se sentó al piano. “Madrid, todas mis noches contigo están presentes esta noche”, declaró el cantante antes del tema dedicado a nuestra capital, Mi Madrid.
Una nueva invitada se unía al piano. Malú apareció para cantar la colaboración que comparten, Que Nadie, desatando una ovación del público que reflejaba la emoción. No acababan ahí los sentimientos fuertes, pues con Mujer de las mil batallas y Libélula, Manuel hizo un homenaje a toda la gente que está luchando en esta dura pelea contra el cáncer, y en especial a Elena Huelva y a Pilar.
Fue, una preciosa balada reflexiva de su último álbum, sonaba justo antes de que subiera al escenario el último invitado que nos regalaba la noche. Juanes y Manuel Carrasco compartieron la poderosa Ya No, además del éxito del colombiano A Dios Le Pido.
No podía faltar su último lanzamiento Reina Del Baile. “Una mujer no tiene que hacer nada especial para ser la reina del baile en una noche como esta. Lo es todos los días”, expresó Manuel Carrasco, con su mensaje de empoderamiento femenino que ha tenido tan presente a lo largo de su carrera.
“¿Seguimos teniendo ganas, Madrid?”, preguntó el onubense, infundiendo energía en la multitud que llevaba meses preparándose para el concierto. Siguieron las enérgicas canciones Aprieta, Amor planetario y Tan solo tú. Tanto el público como la realización lo seguían dando todo, con mares de brazos y luces de colores, sumados al confeti y el fuego para crear un espectáculo completo.
Con solo dos canciones restantes, Manuel Carrasco envolvió al público con Yo quiero vivir y Hasta por la mañana. La primera, una declaración de vida y esperanza, resonó con emoción, fuegos artificiales y miradas de Manuel a su público que saboreaban los últimos instantes del sueño de cualquier artista.
Por último, Hasta por la mañana, del último disco, fue toda una declaración de intenciones. Terminó la fiesta por todo lo alto, y tras acabar la canción y el discurso final de Manuel, el público siguió coreando su letra incluso de camino a casa.
El mensaje final de Manuel Carrasco
En su discurso final, Manuel agradeció a todos los que pusieron un granito de arena en ese tour. “Antes del concierto tenía una frase en la cabeza: pase lo que pase voy a hacerlo. (...) Lo cojo como el mayor de los regalos, hemos hecho las cosas con tanto cariño, con tanto amor, con tanta verdad. Que solo faltabais vosotros que nos habéis dado las ganas de volar”.
El cantautor también declaro que era momento de bajar el telón para dar paso a un nuevo horizonte, esperando poder volver a encontrarse muy pronto con su público. En el camino o en las estrellas. Finalmente, sus dos hijos, Manuel y Chloe, entraron con esa última flecha, para que el cantante la lanzara al aire y estallara en una última explosión de pirotecnia.
Manuel Carrasco dejó así, clavada en los corazones de cada uno de sus fans, la última noche de una gira que le ha coronado como uno de los artistas más importantes de nuestro país. Y el primero de ellos en llenar el Bernabéu tras la gran reforma. No es ningún secreto, como dicen. Manuel Carrasco lo que tiene es magia, y es capaz de dejarle a cada persona un pedacito de sus ganas de vivir en el corazón. Clavado como una flecha.
Sandra Pérez
Redactora de LOS40. Me encanta escribir y hablar sobre música y cine. Soy swiftie y directioner, lo...