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Ana Guerra sobre su nueva canción, ‘Contar mentiras’: Me apetecía contar la historia de cuando comencé con Víctor”
Se trata del primer sencillo de un álbum que saldrá después del verano
Ana Guerra cerraba el 2023 con el lanzamiento de Érase una vez, un EP con el marcaba el nuevo camino musical de su propuesta y el que va a estar presente en el álbum que sacará después de verano, antes de casarse con Víctor Elías.
Su boda será por fin el descanso a unos meses muy intensos en los que ha tenido que hacer frente a los preparativos, gestar un disco y participar en Baila como puedas dándolo todo con una disciplina que no tenía dominada.
Un esfuerzo que, sin duda, se verá recompensando en esta nueva etapa de la artista que sigue manteniendo muy unidos su faceta personal y profesional ya que el primer single, Contar mentiras, nos cuenta una historia muy autobiográfica de la que hemos tenido la oportunidad de hablar con ella.
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Recién salida Contar mentiras, cuéntanos dónde, cómo, cuando surgió esta canción.
Es el primer single de mi nuevo trabajo, de mi nuevo disco que llegará en septiembre y la verdad es que tiene una historia muy chula detrás y un sentimiento muy distinto a lo que suele ser una canción de amor que es lo más típico, que también las hay en el disco. Me apetecía contar la historia de cuando comencé con Víctor porque él es un tío super natural y yo no quería que saliéramos en la prensa, ni que nuestros familiares y amigos descubrieran que estábamos juntos porque como trabajamos juntos yo no sabía si lo estábamos haciendo bien o no, si quería que la gente se enterara, si quería que la gente nos catalogara como pareja que es como, Dios y dentro de la burbuja mágica que estábamos viviendo le decía: ‘No te acerques mucho’ cuando estábamos en la calle, o, ‘no se te ocurra darme un beso ahora’, o, ‘no me des la mano en la Gran Vía’ que por eso está en esa frase y me pareció muy chulo ponerle una canción a ese sentamiento que yo creo que alguna vez todos hemos escondido un poco por amor o por lo que sea.
Sobre todo, a los que tenéis una imagen pública, ¿esto te ha pasado a menudo?
Las mujeres en la prensa no estamos catalogadas a ojos del lector o a ojos del escritor de la misma manera. Si un tío va conociendo a muchas chicas y le van sacando diferentes fotos en un período corto de tiempo es un crack. Si lo hace una tía, no tenemos un adjetivo calificativo positivo. Como no estamos miradas por el mismo ojo a estas alturas, también te guardas de esa crítica.
Ahí había amor porque pese a todo ese ocultamiento, ahí siguió.
Ahí siguió, además, Víctor me animó mucho a esa normalidad, pero yo quería tener claro que para mí también era algo serio.
Y, ¿en qué momento te das cuenta de que se vuelve algo serio?
En el momento que quieres exclusividad. Que estás en un momento de tu vida donde haces lo que te da la gana y, de repente, todo lo demás desaparece y te apetece quedar solo con esa persona, ver solo a esa persona.
Y cuando llega ese momento y ya haces pública vuestra relación, ¿fue para tanto?
Sí, fue bastante revolucionario. De hecho, tardamos varios meses en hacerlo público y lo que hicimos, como nos iban a pillar y ya la prensa nos estaba pisando los talones, fue hacerlo de la forma que nos gusta que se nos reconozca de cara al público que es, yo cantando y él tocando el piano.
Él es protagonista de esta relación, pero, ¿te ha ayudado a hacerla?
No, la verdad es que Víctor non se mete en mi música. Bueno, en el disco tiene dos temas que están arreglados y producidos por él, pero en las sesiones de composición, no. Prefiero que no esté para que yo no me cohíba el hecho de que esté ahí.
Y, ¿qué fue lo primero que dijo cuando escuchó la canción?
Se rio porque él lo vivió y estaba muy bien contada.
A muchos nos ha traslado a ese autobús en las excursiones escolares, ¿eras de las que iban cantando con sus compañeros de clase?
Yo llegué a esa canción, lo que pasa que hay una nueva generación, que me ha sorprendido, que no ha entendido el guiño. Al final me sigue mucha gente muy joven que no vivido esa canción. Se lo he tenido que explicar.
“Vamos a decir que no me gustas. Vamos a fingir que no me miras”. Es lo que hablábamos, que, al final, el fingir se convierte en algo habitual.
Era hasta divertido, cuando tienes un amor un poco oculto, mientras no sea duradero. Estar en un grupo y que de repente te mande un whatsapp estando enfrente de ti, para que nadie note las ganas que tiene de decirte lo guapa que estás hoy.
En el making of del videoclip dices que cada vez te ves más cómoda soltando las riendas en este campo, ¿qué tal con este?
Lo que hacía antes era calentarme en los videoclips y ser super controladora de todo lo que iba a pasar. Al final aprendes a confiar en el equipo que se dedica a hacer estas cosas y era la primera vez que he llegado a un videoclip, no a ciegas porque tienen reuniones y haces un briefing, pero sí donde estaba estructurado el videoclip en su cabeza y no en la mía. Y me ha encantado. Con este equipo he hecho dos más y lo he hecho exactamente igual, me he dejado llevar, porque el resultado me ha gustado un montón.
Una canción muy para bailar en esta época estival, ¿cómo es que no te ha preparado una coreografía Alba Keita?
Jajajajaja, porque está girando con Lola Índigo, forma parte de su gira y nos cuesta vernos una barbaridad. Pero tendríamos que preparar un challenge.
¿Qué es lo mejor que te ha dado Baila como puedas?
Yo creo que una vez más, igual que en El Desafío, mi capacidad para superarme. Cuando ves la propuesta de lejos piensas, no, ni de coña, no voy a llegar y después llegas. Pero hay que echarle muchas horas.
¿Todavía así con la de cosas que has superado?
Sí, porque hay gente que tiene esa imagen de mí y me lo pone como tres veces más complicado de lo normal porque soy la chica que puede con todo y no. Lo ves al final y cuando Alba me enseñaba propuestas le decía, la madre que te parió. Tenemos 48 horas, que no son reales porque no vas a estar bailando esas 48 horas, y ahora cómo sacamos esto para adelante. Y una vez más, con tesón, con esfuerzo y muchas horas.
¿Todo eso va a tener reflejo ahora en esta nueva etapa?
La verdad que evidentemente, cuando aprendes todo lo yo he aprendido en Baila como puedas, sin querer y de una forma casi inconsciente, lo subes al escenario porque ya bailas distinto, te mueves diferente, tienes una sensación corporal distinta y está como implementado. Pero a la hora de plantearme llevar bailarines, todavía no tengo clara esa opción.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...