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David Bowie rodeó los hombros de su guitarrista cuando cantaba ‘Starman’ y cambió la música para siempre
Bono, Robert Smith, Boy George o Morrissey son algunos de los artistas que vieron esa noche la histórica actuación y se quedaron impactados
El 6 de Julio de 1972, mientras David Bowie cantaba ‘Starman’, rodeó con su brazo los hombros de su guitarrista. Fue un gesto casual, desenfadado. Hoy pasaría desapercibido. Pero en la Inglaterra de los años 70, desencadenó el escándalo entre el público conservador. Era algo “peligrosamente queer”. Pero fue más allá. La actuación del ‘duque blanco’ con sus Spiders of Mars en ‘Top of the Pops’ ha pasado a la historia como los tres minutos y 55 segundos más influyentes emitidos jamás en la televisión británica. Cambiaron el mundo de la música para siempre. La hoy mítica e icónica puesta en escena lanzó al estrellato al rebelde y siempre controvertido Bowie.
Ocurrió una noche de verano de 1972. A sus 25 años, David Bowie no era un completo desconocido. Quizá fuera algo peor: un artista ‘one-hit wonder’. Habían pasado tres años de su éxito ‘Space odity’, perfectamente sincronizado con el alunizaje del Apolo 11. Desde entonces sus singles y sus álbumes, aunque excepcionales, habían fracasado en las listas. En junio publicó el quinto álbum ‘The rise and fall of Ziggy Stardust and The Spiders from the Mars’. El primer single, ‘Starman’, inspirado en ‘Over the rainbow’ de Judy Garland, había obtenido escaso impacto comercial. Pero todo cambió cuando el 6 de Julio de 1972 la cantó en ’Top of the Pops’ .
Era su tercera aparición en el mítico programa de la BBC. Le acompañaba su banda, The Spiders of Mars (el guitarrista Mick Ronson, el bajista Trevor Bolder y el batería Mick ‘Woody’ Woodmansey). La actuación se grabó a las 9.20 pm, un día antes de su emisión, en el Estudio 8 en Shepherd’s Bush, oeste de Londres. David Bowie salió con una guitarra acústica azul de 12 cuerdas. Vestía un mono acolchado multicolor, botas rojas de boxeo con cordones verdes, y el pelo teñido de naranja brillante; lucía un peculiar corte que había creado la peluquera de su madre, Suzy Ronson, en el salón de belleza Evelyn Paget. Una combinación de tres cortes diferentes que David había escogido después de ojear varias revistas de peluquería. Le ayudó su entonces mujer y musa Angie Bowie.
Después de la primera estrofa de ‘Starman’, cuando empezaba el estribillo, se acercó a él por la izquierda Mick Ronson, con un mono dorado brillante, a juego con su Gibson Les Paul. Y al mismo tiempo que comparten micrófono y cantan “There's a starman waiting in the sky”, David rodea con su brazo los hombros de su guitarrista. De forma casual, despreocupada. A continuación, mira directamente a la lente de la cámara y apunta con el dedo índice mientras le dice al telespectador, “Tenía que telefonear a alguien así que te elegí a ti”. Y de nuevo, en el segundo estribillo, vuelve a rodear a Ronson en un abrazo más prolongado, por si algún despistado no lo había visto la primera vez. Y revela sus uñas pintadas de esmalte blanco. Y tan relajados estaban que hay un momento en el que a Bowie se le olvida hacer ‘playback’ en el largo colofón final - ‘La-La-La-La-La' - y anima al público reunido en el estudio dando palmas. Acababa de hacer historia.
Fue un momento decisivo en la historia de la música británica. Y fue trascendental en muchos aspectos. Con solo un brazo y un gesto, Bowie había ayudado a que algunas personas empezaran a replantearse cuestiones de género y sexualidad. Ian McCulloch (de Echo and the Bunnymen) contó en la BBC que recordaba a sus compañeros de clase llamando ‘faggot’ (término insultante a personas homosexuales) a Bowie. “Y yo pensé, ‘Sois estúpidos’… a mí me hizo sentir genial”. Dylan Jones, biógrafo de Bowie, dijo que la actuación le hizo creer que “el futuro finalmente había llegado”. El novelista Rupert Smith recordaba ese abrazo con un solo brazo como algo “machote y al mismo tiempo un poco gay, ambas cosas simultáneamente. En 1972 fue una revolución”.
Considerada una de las piezas más esenciales de la televisión musical jamás emitida, ha influido a generaciones de músicos, artistas y escritores. A los que la vieron ese día y a los que la han visto a lo largo de las de décadas. Incluso se ha llegado a decir que ese jueves, 6 de Julio de 1972, es ‘el día que se inventaron los 80s’ ya que muchos músicos que serían después famosos vieron el show de Bowie y les cambió la vida. Entre los que estaban frente a su aparato de televisión, impactados con la actuación, figuran Bono (de U2), Robert Smith (The Cure), Boy George, Adam Ant, Mick Jones (The Clash), Gary Kemp (Spandau Ballet), Morrissey y Johnny Marr (The Smiths), Siouxsie Sioux, John Taylor y Nick Rhodes (Duran Duran) o Dave Gahan (Depeche Mode) entre otros muchos.
Los casi 4 minutos de emisión en ‘Top of the Pops’ llevaron a Bowie al estrellato. Era la primera vez que muchos veían a Ziggy Stardust, el alter ego que durante tanto tiempo había estado preparando. Y dejó una huella indeleble. ‘Starman’ rápidamente se disparó en las listas e impulsó las ventas del álbum, que alcanzó el nº5. Después de esa noche, el grupo experimentó un éxito repentino. Incluso el corte de pelo de Bowie fue el más copiado esa época. Se adoptó como distintivo de individualidad andrógina.
La actuación de David Bowie provocó el escándalo entre la sociedad conservadora británica de la época. Pero también ha sido votada como la mejor de todos los tiempos de la BBC. Hubo quien no vio con buenos ojos verle cantando con su brazo rodeando los hombros de su guitarrista. Pero figuras como el diseñador Jean-Paul Gaultier recordaba haber ido a bares gais de Londres frecuentados por Bowie en los que era conocido porque daba a la gente “coraje para no esconderse”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop